Patrimonio: no hay tiempo que perder
Directora de la Unesco, junto con formular advertencias sobre la condición actual de Valparaíso, ofreció apoyo de su red de expertos.
Pasado el trago amargo del impasse con la prensa local durante la visita a Valparaíso de la directora general de Unesco, Audrey Azoulay, bien vale hoy referirnos a su presencia en terreno de la realidad que vive la ciudad en su condición de Sitio del Patrimonio Mundial, calidad reconocida en 2003 para el área fundacional de la comuna.
En su recorrido, Azoulay apreció carencias de todo tipo, incluidas las humanas, como cuando se le acercó un mendigo a solicitarle una ayuda que no llegaría.
Su recorrido fue amplio, cubriendo el casco histórico y apreciando el riesgo en que se encuentran los valores patrimoniales que encierra. Llegó además hasta lugares como la exCárcel, convertida en Parque Cultural, y el Servicio Hidrográfico y Oceanográfico de la Armada, en Playa Ancha, situado en una tradicional residencia en muy buen estado de conservación.
En su paso por el casco histórico, conoció el proyecto de restauración del Palacio Subercaseaux que acogerá el futuro Archivo Regional.
Importante fue su visita al Museo de Bellas Artes, pues desde allí sostuvo una videoconferencia con el alcalde Jorge Sharp, que se encuentra en el extranjero, a quien expresó el interés de Unesco por ayudar a Valparaíso reconociendo la necesidad de apoyo que presenta la ciudad. En el recorrido, junto con compartir con personeros locales vinculados al patrimonio, estuvo acompañada del exministro, Ernesto Ottone, actual subdirector de Cultura de Unesco.
Durante su visita se le informó, asimismo, de la creación de una corporación público privada para apoyar a la Municipalidad en la gestión patrimonial.
La directora destacó la importancia de esta alianza porque "los problemas son complejos e involucran todos los niveles de gobierno, sector público y privado, y sociedad civil". Insistiendo en el valor del trabajo conjunto, afirmó que "esta estructura es una oportunidad para proteger y restaurar mejor la ciudad. No hay tiempo que perder. De lo que he visto, hoy tenemos una oportunidad para actuar ahora, no podemos dar el lujo de desperdiciar. Desde Unesco, con nuestra red de expertos y capacidad de apoyo, podemos ser parte de la estrategia".
Clara advertencia: "No hay tiempo que perder". Esa es la realidad. La patente patrimonial de Valparaíso fue otorgada por Unesco en 2003, pero nunca se asumió que el título no era permanente y que, más que eso, compromete un trabajo constante.
Lo realizado hasta ahora no es suficiente, pese a que ha existido inversión. Pero sin una gestión conjunta que mire todos los aspectos que suponen la condición patrimonial, que van más allá de conservación y tocan en profundidad aspectos culturales y sociales, especialmente educacionales. Esa mirada global es la que debe adoptar la corporación que trabaja hoy (al menos, la experta en patrimonio Macarena Carroza lo hace) en la gestión, aprovechando a la vez la oferta de Unesco, cuya directora, concretamente, ofreció el apoyo de su red de expertos. Con todo, es la energía y la voluntad local, lo que permitirán consolidar la calidad patrimonial. ¿Contaremos con ellas?