"Estoy viendo que a los chilenos no les está gustando el proyecto de nueva Constitución"
La semana pasada fue frenética en el interior de la Convención Constitucional. La Comisión de Sistema Político despachó una serie de normas que ya entraron al borrador del texto, entre ellas el concepto de "democracia paritaria".
"La igualdad de género llegó para quedarse", aseguró el convencional Ruggero Cozzi (RN). Aunque consideró que "es una buena noticia en ciertos ámbitos", cree que "tampoco hay que ir forzando las realidades por decreto, en la puesta en práctica de este concepto, probablemente va a haber que mirar en detalle como se realiza, porque hay instituciones en donde desde hace tiempo ya que son más mujeres que hombres".
- Este concepto, según se ve en la norma, también abarca a órganos administrativos y directorios de empresas públicas y semipúblicas. ¿Qué le parece esta aplicación?
- A mí no me molesta para nada, pero insisto que es una norma general, que cuando se mira caso a caso obviamente podría tener problemas. Por ejemplo, en el Banco Central desde hace tiempo que hay muy buenas economistas, hoy día la está presidiendo una economista mujer y eso demuestra que hay espacios para tener órganos colegiados con igual número de hombres y mujeres.
- En el caso de la Cámara de las Regiones se aprobó que va a tener algunas atribuciones más que las se plantearon en un comienzo. ¿Cuál va a ser el estatus que tendrá este órgano, que no va a ser como el Senado que conocemos?
- Aquí hay que partir de la base de que lo que se buscó siempre fue eliminar el Senado, y ese objetivo la izquierda lo logró. Me parece un mal diseño institucional, porque en definitiva en lo que vamos a terminar es con un unicameralismo, la Cámara de las Regiones no tiene suficientes atribuciones y al final del día pierden las regiones, pierde la estabilidad en los cambios y la calidad de las leyes. Lo he dicho en varias ocasiones, hay que recordar que en Latinoamérica los únicos países que eliminan el Senado son Perú con Fujimori y Venezuela con Hugo Chávez, y las consecuencias para la gobernabilidad de ambos países están a la vista. Ese fue el objetivo inicial, y atendido el regateo del Partido Socialista, es que finalmente se establece esta Cámara de las Regiones que es como un premio de consuelo.
- ¿Qué otras atribuciones debiese tener esta Cámara para que se equipare al Senado de hoy en día?
- Por ejemplo, no se entiende por qué la Cámara de las Regiones va a tener facultades para legislar en materia de educación, vivienda y salud, pero no tiene facultades para legislar en seguridad social. En fin, hay un montón de otras materias, la legislación minera, medio ambiental, distintos sectores productivos, pesqueros; uno se pregunta por qué se deja fuera a la Cámara de las Regiones y obviamente que ahí no hay una explicación.
- Otra norma que entró al borrador es el sufragio desde los 16 años. ¿Qué le parece esta nueva figura?
- Para mí es un error. Internacionalmente, cualquier menor de 18 años es considerado un niño, así lo define la Convención de los Derechos del Niño y la adultez implica ciertas responsabilidades y deberes, y la niñez es otra etapa de la vida. Creo que entregar la facultad de decidir en la elección de autoridades a niños es inconveniente, son fácilmente manipulables, se compran más fácil los eslóganes y la demagogia, y eso también lo hemos visto en los últimos años con distintas marchas estudiantiles, que a veces lo único que hacen es repetir como loros ciertas frases y eslóganes que les enseñan profesores que lo único que hacen es proselitismo político en las escuelas. A mí me preocupa, creo que es un error y no va a traer nada positivo en la calidad de nuestra democracia.
- Se suele decir que un joven que tiene esta responsabilidad para votar, también tiene la misma responsabilidad al ser juzgado por la comisión de un delito. ¿Es válida esa comparación que se hace?
- Tiene que ver con cómo consideramos a los menores de edad. Hoy día, en materia penal tienen responsabilidad penal juvenil, pero me parece que para tomar decisiones en la elección de cargos de las autoridades, sea Presidente de la República, parlamentarios, alcaldes, uno tiene que tener un poco más de formación cívica. Distinto es el caso de la responsabilidad penal, porque cuando tú generas un daño, lesionas un bien jurídico, tienes que responder y eso es algo que incluso un adolescente entiende; pero los adolescentes no necesariamente entienden lo que significa administrar un municipio, un país, o la responsabilidad fiscal, por poner conceptos un poco más complejos.
- Otra norma que se incluyó en el borrador tiene que ver con los escaños reservados en el Congreso para pueblos indígenas. ¿Es algo similar a lo que estamos viendo en la composición de la Convención?
- La Convención ha tenido problemas, precisamente por ese tipo de tergiversaciones de lo que es la democracia. La democracia funciona en base a la regla de una persona, un voto, y en las urnas es el gran momento donde todos somos iguales; y lamentablemente en la medida en que se mete la mano a las urnas y algunas personas tienen un voto que vale más que el resto, la representación política se desfigura. Eso es lo que hemos tenido en la Convención Constitucional, una Convención donde los constituyentes creen representar al país, pero la desconexión es profunda y eso se está notando también en las encuestas. Además, esta es una expresión más del Estado Plurinacional que empezó con mucha fuerza en la Convención, que se ha ido profundizando, pero que ahora comunicacionalmente se trata de esconder, porque las izquierdas han notado que esto no le gusta a la gente. Esto es una expresión más de ello, un Estado Plurinacional donde hay justicia paralela para indígenas y no indígenas, donde los indígenas no solo tienen escaños reservados en el Parlamento, sino que también en otros órganos representativos como los concejos municipales, donde van a tener cargos en instituciones como el Consejo de la Justicia; donde además van a tener autonomías territoriales, donde van a controlar los recursos naturales. El Estado Plurinacional, que es la piedra angular que rige toda esta nueva Constitución, tomada del modelo de Bolivia y Ecuador, no es algo que esté conectado con lo que realmente querían los chilenos cuando se pidió una nueva Constitución.
- También se incorporó la participación popular legislativa, por un lado con las iniciativas populares de ley por parte de la ciudadanía y por otro, con mecanismos de deliberación popular en la tramitación de una norma. ¿Cómo ve estas figuras?
- Una parte de nuestro sector apoyó la iniciativa popular de ley, esta es una herramienta que existe en otros países y que va a tener que ser regulada en la misma ley el detalle, de cómo es que los ciudadanos pueden activar los procesos legislativos; pero en la medida en que esa iniciativa pasa después por la deliberación en el Congreso, puede ser una buena herramienta. El gran problema acá es el contexto, porque como decía antes, vamos a tener un Congreso unicameral en los hechos, de facto, sin un Senado que le pueda servir de contrapeso, que mejore la calidad de las leyes y que le de estabilidad a los cambios, y en definitiva, además, con una representación que está distorsionada por reglas como los escaños reservados. Celebrar algo positivo como la iniciativa popular de ley, en este contexto, parece contraproducente.
- ¿Qué es lo que viene ahora en la Convención, aparte del trabajo de las comisiones de Armonización y Disposiciones Transitorias?
- Esta semana todavía quedan algunas votaciones muy importantes, pero yo creo que la ciudadanía, con lo que se conoce del nuevo texto constitucional, de este borrador que va a ser propuesto a la ciudadanía, ya se ha ido formando una opinión mayoritariamente negativa y esa es la realidad. En estos más de 400 artículos, todos los chilenos y chilenas han encontrado algún elemento que los hace votar Rechazo y eso se está notando. Obviamente que hay un grupo importante, no menor, que todavía tiene una fe ciega en el proceso constituyente, pero en la medida en que empiece a profundizarse, en comprender el texto que ya está aprobado, las consecuencias que van a tener para el país y sobre todo el contexto en que ha originado, que eso ya todos los chilenos lo han podido ver, yo lo que estoy viendo es que a los chilenos no les está gustando el proyecto de nueva Constitución que se les va a ofrecer.
"El Estado Plurinacional (...) no es algo que esté conectado con lo que realmente querían los chilenos cuando se pidió una nueva Constitución".
"Internacionalmente, cualquier menor de 18 años es considerado un niño (...) Creo que entregar la facultad de decidir en la elección de autoridades a niños es inconveniente".