"El Gobierno debería acelerar la respuesta a las soluciones habitacionales"
Existe un consenso: Hay una severa crisis habitacional. Las familias que viven en tomas y campamentos han aumentado fuertemente en los últimos dos años por una serie de factores.
Según datos del Minvu del 2019, a nivel nacional, se habían catastrado 802 campamentos, los que en 2021 pasaron a ser 969, aumentando en un 20,82%. Junto con eso y, de acuerdo con la Fundación Techo, los campamentos formados pre-estallido social, tienen en promedio 77 familias, y los post-estallido tienen 1398.
Rosa Villarroel Valdés, directora de la carrera de Trabajo Social de la Universidad Andrés Bello, sede Viña del Mar, analizó este fenómeno y develó algunas medidas que el Gobierno debería tomar para revertir esta crisis habitacional.
- ¿Cuáles son los factores que han generado el aumento de tomas y campamentos?
- Los factores para el aumento de tomas y campamentos son múltiples. Algunos de los factores que motivan la decisión de habitar un campamento son: el alto costo de los arriendos, necesidad de independencia (dejar de ser allegado), bajos ingresos, cesantía, problemas familiares (enfermedad, violencia intrafamiliar, etc.), y de acuerdo con las investigaciones desarrolladas en la Escuela de Trabajo Social de la UNAB, se suman factores como el hacinamiento, la sustitución de gastos, la significación negativa de la vivienda social (lejanas de centros urbanos, pequeñas y de mala calidad) y el desgaste por la espera de una solución habitacional acogida al subsidio.
- Según algunos estudios, sostienen que Viña del Mar es un caso crítico, donde más de 7 mil familias en un centenar de campamentos ¿Por qué Viña ha visto esta explosión de la crisis de vivienda?
- De acuerdo con el catastro de campamentos del Minvu (2019), la región de Valparaíso concentra 22,56% de (181 campamentos y 11228 familias), el mayor número de asentamientos informales a nivel nacional, ubicados principalmente en las comunas de Viña del Mar y Valparaíso. De estos, la comuna de Viña del Mar tiene 85 campamentos donde viven 9260 familias. La crisis de la vivienda está directamente relacionada con los factores mencionados anteriormente. En el caso de Viña del Mar, se suma el alto valor del suelo, el que va en aumento de la mano de proyectos inmobiliarios, destinados principalmente como segunda vivienda. Crecimiento inmobiliario que, durante la segunda parte de la década de los noventa, fue un 18% mayor en relación con el resto del país. Crecimiento inmobiliario que beneficia a aquellos que tienen los recursos económicos para acceder a la vivienda. Junto con el encarecimiento del suelo, unido con una baja disponibilidad de suelos públicos, hace que el desarrollo de soluciones habitacionales acogidas al subsidio habitacional, sean limitadas en la ciudad de Viña del Mar y, en general, se ubiquen en sectores periféricos de comunas cercanas como Quilpué, Villa Alemana y Limache. Estas viviendas, de algún modo, expulsan a las familias, las que prefieren estar en campamentos, para evitar el encarecimiento de la vida por gastos en transporte, así como la pérdida de redes sociales y familiares que los asistan y apoyen, por ejemplo, en el cuidado de los hijos. O también en cercanía con la posibilidad de acceder a espacios laborales.
- ¿Cuáles son las consecuencias o riesgos que podría tener esta crisis habitacional en nuestro país?
-La crisis habitacional existente, tiene como consecuencia directa una aceleración y aumento de los campamentos, ya que la autogestión de la vivienda es vista como una solución rápida y efectiva al problema habitacional. Sin embargo, esto lleva a un aumento de presión sobre los servicios urbanos, aumento de familias en condiciones de precarización urbana, al no poder acceder a los servicios básicos, y mayor riesgo socio ambiental ante, por ejemplo, incendios urbano-forestales.
-¿Es posible revertir esta situación?
- Es importante entender que el aumento de los campamentos es un síntoma de un problema estructural de la política habitacional. Esta ha dejado en manos de los privados la generación de soluciones habitacionales, ofreciendo una batería de subsidios a los cuales pueden acceder las familias. Ahora, si bien este sistema fue un ejemplo a nivel latinoamericano para disminuir el déficit habitacional, la construcción de vivienda social ha sido uniforme, monótona y de baja calidad, generando una concentración de precariedades y estigmatización territorial en la periferia de las ciudades agudizando las desigualdades y segregación en la estructura socioespacial de las ciudades.
- ¿Cuáles son las medidas que el actual gobierno debería considerar para revertir esta situación?
- En general, se debería acelerar la respuesta a las soluciones habitacionales, así como un aumento de los montos del subsidio habitacional, de modo que este se alinee con los valores de mercado, y permita a cada familia acceder a una vivienda digna y acorde a sus necesidades. A nivel institucional algunas de las medidas que podrían tomarse son: la creación de un banco de suelos que habilite suelos públicos en zonas centrales de la ciudad para la construcción de vivienda social. Modificación de la solución habitacional de acuerdo con lo que buscan las familias que se encuentran en campamentos: acceso a jardines y patios para la cría de animales y cultivo de huertos, mejora en la calidad de la vivienda, ubicación cercana a centros urbanos con acceso a equipamiento, etc. Aumento de atribuciones de los gobiernos locales (municipio) para trabajar directamente con las familias de los campamentos, y con esto la generación de planes de e-erradicación de estos.
"Algunos factores que motivan el habitar un campamento son: el alto costo de los arriendos, necesidad de independencia, bajos ingresos, cesantía, problemas familiares". "La autogestión de la vivienda es vista como una solución rápida y efectiva al problema habitacional. Sin embargo, esto lleva a un aumento de presión sobre los servicios urbanos".