Las dudas pendientes en el caso de Vinet
Su fugaz paso por la Seremi de Transportes deja abiertas interrogantes sobre una abortada auditoría en la repartición que maneja recursos públicos. Comentando su salida, Vinet estima que el ministro del ramo estaba muy de acuerdo en la indagación, pero que "hay mandos medios que tienen mucho poder". Es decir, poderes ocultos que pasan con facilidad de un gobierno a otro.
El misterio, la opacidad, cubren el caso de la salida del flamante seremi de Transportes y Comunicaciones que alcanzó a estar en el cargo solo 36 días. Enrique Vinet, ingeniero en Transportes de la PUCV y exdirector del Tránsito de la Municipalidad de Limache, integrante del partido Federación Regionalista Verde Social, fue nombrado por el actual Gobierno. Según él, cuando solicitó una auditoría en la Unidad de Transporte Público de la Seremi, sorpresivamente se le pidió la renuncia, puntualizando el ministerio que esa decisión nada tiene que ver con su solicitud.
De acuerdo a lo declarado a este Diario por la diputada Chiara Barchiesi, en esa unidad es "donde está el poder al interior de la Seremi, porque esa unidad es clave en la relación con los privados, en la fiscalización de los recorridos y, evidentemente, en la entrega y pago de los subsidios".
Es decir, la auditoría podría ser peligrosa y tocaría los intereses de los prestadores del transporte público. Las supuestas irregularidades se remontarían al Gobierno anterior, ya que Vinet recién llegaba al cargo. Resulta curioso, entonces, que ni el nuevo Gobierno ni su ministerio se interesen en indagar hacia atrás y denunciar y corregir irregularidades que en, último término, esconderían malos manejos de recursos públicos y mala calidad de servicios esenciales para la vida diaria.
Comentando su caso, Vinet estima que el ministro del ramo, Juan Carlos Muñoz, estaba muy de acuerdo en la indagación, pero que "hay mandos medios que tienen mucho poder". Es decir, poderes ocultos que pasan con facilidad de un gobierno a otro. El destituido seremi acusa además de hostigamiento al interior del organismo, de una supuesta vigilancia de su trabajo y agrega que en la asignación de recorridos "ha habido algunas preferencias por los grandes empresarios del transporte".
En respuesta, el subsecretario de Transportes, Cristóbal Pineda, afirma que están "totalmente abiertos" a una auditoría, pero acusa a Vinet de tener trabajando en la seremi a una persona (el ex PPD Javier Mancilla) "en forma absolutamente irregular".
Los empresarios y trabajadores del transporte público tienen opiniones divergentes ante las afirmaciones de Vinet, pero de un modo o de otro quedan flotando dudas ante su remoción.
Para el senador Francisco Chahuán es grave sacar a una "autoridad por querer transparentar el funcionamiento interno de una seremía", en tanto que el diputado Luis Fernando Sánchez, del Partido Republicano, sostiene que la salida de Vinet podría ser un "encubrimiento de las denuncias presentadas". Este caso exige claridad y, dejando de lado eventuales dividendos políticos, las intervenciones o auditorías deberían tener como resultado, más allá de sanciones, una mejoría del deteriorado transporte público regional y también transparentar pór qué la alarma no saltó antes durante las segundas administraciones de Michelle Bachelet y Sebastián Piñera.