Corte procesa a seis marinos por torturas contra poeta Redolés
DD.HH. Delitos se cometieron en centros de detención de Valparaíso. "Se pudo haber hecho justicia antes", aseveró.
Si bien considera que se trata de "un primer brote de una justicia que se demoró", el cantautor y poeta Mauricio Redolés sintió alivio cuando el ministro en visita para causas por violaciones a los derechos humanos de la Corte de Apelaciones de Valparaíso, Max Cancino, anunció el procesamiento de seis efectivos en retiro de la Armada por su responsabilidad en los delitos de secuestro calificado y aplicación de tormentos en su contra.
Los procesados en calidad de autores son Ricardo Riesco Cornejo, Juan de Dios Reyes Basaur, Valentín Riquelme Villalobos, Bertalino Castillo Soto, Héctor Santibáñez Obreque y Sergio Hevia Fabres.
Si su canción "¿Quién mató a Gaete?" es un canto contra la impunidad, cree que desde ahora, "cuando alguien pregunte ¿Quién torturó a Redolés?, por lo menos habrá una respuesta con los nombres de esos valientes soldados", ironizó sobre el dictamen.
"Se demoró la justicia, es verdad- aseguró el poeta- pero ahora quedarán esos seis nombres para la ignominia de su estirpe (…) y aunque sus familias no tengan la culpa, deberán saber que entre sus integrantes tienen un torturador cobarde", añadió.
Dos días con pan y agua
Se trató de ilícitos cometidos entre diciembre de 1973 y abril de 1974, en la Academia de Guerra Naval, en el cuartel Silva Palma, en el buque Lebu y en el campo de prisioneros de Colliguay. Redolés contó que en la Academia de Guerra Naval estuvo dos días alimentándose con pan y agua y cuando con la vista vendada preguntó por qué lo habían detenido, recibió un puñetazo en la cara que lo mandó lejos contra la pared, perdiendo la conciencia". "En esa época yo era enclenque, apenas medía un metro sesenta y pesaba menos de cuarenta kilos", aseveró.
"Ese fue mi recibimiento en la Academia de Guerra Naval para deshonra de Arturo Prat y de la gloriosa historia de los marinos valientes que, engañados o no, se jugaron la vida saltando de un barco a otro o enfrentándose hombres contra hombres", lamentó.
"no sabía quiénes eran"
Salvo alguna escasa noción, Redolés desconocía los nombres de los exuniformados que participaron en los apremios ilegítimos en su contra.
Ahora que se precisaron los detalles de la violencia que padeció, siente "mucho que no esté viva Zulema Melivilú, que fue una de las compañeras comunistas que estuvo conmigo en esas cámaras de tortura". Junto a ella, evocó también a sus padres que "no están vivos para que supieran que finalmente hay algo parecido a la justicia".
"Todo esto tardó mucho, lástima que estos tipos estén tan viejos; la verdad es que lo ideal hubiese sido que cayeran presos y pasaran unos buenos años ahí, pero ya están viejísimos", reflexionó.
De todas formas, valoró que "se esté haciendo justicia en la medida de lo posible, como dijo Patricio Aylwin, cuando se pudo haber hecho justicia mucho antes".
Además, asegura que la Concertación y Patricio Aylwin tuvieron el poder y la fuerza, en un momento, para "picar fino en estos temas, pero no fueron capaces".
Detalles de su detención
En el informe presentado por el ministro en visita, Max Cancino, se establece que la detención de Redolés se concretó el 10 de diciembre de 1973 mientras habitaba en una pensión universitaria de Valparaíso. Desde ahí fue trasladado hasta la Academia de Guerra Naval, "donde un grupo de interrogadores lo encerró sin orden judicial legítima que lo justificare, interrogándolo y torturándolo mediante violentos golpes en el estómago o haciéndolo escuchar los gritos de otros torturados".
Luego lo llevaron a otros recintos como el Buque Lebu, el Cuartel Silva Palma y al campo de prisioneros de Colliguay, desde donde debió ser trasladado hasta el Hospital Naval debido a una intervención por peritonitis, "agudizada por los golpes recibidos", aseguró el propio Redolés.