"hay que entender la gravedad del asunto"

- Uno de los puntos más cuestionados de la administración de Gabriel Boric ha sido su agenda en términos de seguridad. ¿Confía en que exista una disminución de la violencia con los últimos anuncios del Ejecutivo?

- Una cosa es mi opinión y otra cosa son los datos, y estos dicen que luego de que fuera suspendido el estado de excepción en la Macrozona Sur, la violencia aumentó en todos sus planos. Lo otro son los hechos violentos que hemos vivido los últimos tiempos, que hemos sabido y lamentado, entonces lo que se requiere de parte del gobierno es reaccionar rápidamente para tratar de revertir esta situación. La violencia no va a disminuir por un anuncio, va a disminuir si se hacen acciones concretas y están todas ellas sobre la mesa. (El gobierno) tiene un paquete de leyes que están durmiendo y que hasta el mismo Presidente en algunas de ellas votó en contra, que son una serie de leyes de seguridad que pudiesen permitir disminuir el nivel de violencia que estamos viendo en la Macrozona y con eso voy a ejemplos concretos; la ley de usurpaciones, ley de robo de madera, ley anti narcotráfico y crimen organizado, la ley de protección de infraestructura crítica, por nombrarle algunas.

- Entre las iniciativas que han puesto sobre la mesa, destaca la implementación de "estados intermedios" en la Macrozona Sur, permitiendo a los militares resguardar algunos puntos estratégicos, como son las carreteras. ¿Considera que "La Araucanía se siente ofendida" con esta idea, como planteó el senador Felipe Kast?

- Lo que pasa es que la Macrozona Sur, especialmente La Araucanía, ha estado sometida desde hace mucho tiempo a niveles de violencia que nadie comprende si es que no estás ahí viviéndolo en el día a día, que no puedas circular por tu carretera, que tengas que dormir debajo de tu cama, que no sepas si tus familiares van a llegar vivos o vas a tener la noticia de que murieron. La verdad es que hay que entender la gravedad del asunto para poder tomar medidas proporcionales hacia esa realidad, porque es cierto que La Araucanía está un poco cansada de que se minimice lo que ahí está pasando, de que no se tomen las medidas adecuadas y aquí tengamos más bien un problema semántico de si llamamos para poder sacar a los militares a apoyar, a contener y además apoyar a Carabineros, sabiendo que tenemos poca dotación, que nos quedan pocas herramientas para poder hacerle frente a lo que está ocurriendo.

"llamemos las cosas por su nombre"

- ¿Hay una dicotomía entre las propuestas por frenar el fenómeno delictual en el país y la insistencia del gobierno en el proyecto de indulto, que la misma ministra de Justicia, Marcela Ríos, asumió como un "compromiso"?

- Es que son contradicciones. (…) Llamemos las cosas por su nombre y en eso no podemos tener dobles lecturas, la condena a la violencia es transversal pero tenemos que ser coherentes con eso; entonces llamemos terrorismo a lo que es terrorismo para poder combatirlo como tal con las herramientas para atacar terroristas. Llamemos delincuentes a quienes son delincuentes y no relativicemos la violencia, porque efectivamente no vamos a ser consistentes con las medidas que espera la ciudadanía y especialmente las víctimas y la familia de estas para poder contener lo que está ocurriendo.

- Sobre esto mismo, el senador y presidente nacional de RN, Francisco Chahuán, indicó tras una reunión con el Presidente Boric que "le pedimos terminar con las señales contradictorias". ¿Ven disponibilidad del gobierno para acoger sus ideas en esta materia?

- Creo que el primer gran acuerdo ya estaba puesto sobre la mesa, que es que entendamos lo mismo por violencia y entendamos lo mismo por poner al centro y hacer prioridad nacional a las víctimas. Lo segundo es no relativizar la violencia, que en el fondo pueda hacerle frente a sus ministras para que se pongan de acuerdo; qué vamos a entender por violencia y a quiénes vamos a defender, si a las víctimas o a los victimarios, eso también es súper importante. Lo tercero es poner urgencia a leyes que van en favor de la protección y la seguridad de los ciudadanos, ahí no va a haber dobles lecturas, va a contar con todo nuestro apoyo y con todos los votos. Aquí lo que tiene que haber es un llamado formal de parte del gobierno para que nos podamos sentar a conversar, y siempre vamos a estar disponibles si es que hay voluntad también de parte del gobierno de mirar esto con altura de miras y no con compromiso solo de campaña.

- A su juicio, ¿existe en la oposición, tanto en fuerzas de derecha como centro, una postura clara y única para hacer frente a esta problemática que se ha tomado las primeras semanas de esta nueva etapa política?

- He visto de parte de todos una disposición a actuar rápida y ágilmente en esta materia. De nuevo, la pelota está en la cancha del gobierno, tienen las herramientas, las leyes y cuentan transversalmente en el Parlamento y con nosotros, en las directivas nacionales de la oposición, para avanzar en acciones concretas en un plan que no tenían, porque no tenían en su programa de gobierno y de campaña, y sí tenían amnistía y el indulto a los presos de la revuelta y ahí están las contradicciones. Solo falta la voluntad y el actuar ágil y rápido ya para tomar las decisiones. Creo que no hay mucho que conversar en el sentido de armar una mesa cuando ya están todas las disposiciones en la mesa, simplemente hay que hacerlas valer e implementarlas. 2

- Uno de los principales cuestionamientos que han surgido desde la derecha, casi desde el comienzo del proceso, es que las ideas del sector no son tomadas en cuenta. ¿Ha sido tan así, si el sector no tuvo respaldo electoral suficiente para influir?

- En cada una de las comisiones los convencionales y sus respectivos colectivos han trabajado incansablemente para tener propuestas que den cuenta de los cambios profundos que exige Chile, cómo poder hacerlo y que queden plasmados dentro de la Constitución. Creo que no es posible que en un proceso inédito como este se deje fuera a un sector de la sociedad. Es cierto, no es la mayoría, no alcanzó un tercio, pero sí tiene una voz que debe ser escuchada. La Constitución de un Estado no puede ser circunscrito a la derecha o a la izquierda, porque si no, significa que la teñimos ideológicamente y acá tiene que representar a todos los sectores de la sociedad y la centro-derecha es uno de ellos.

- ¿Le cabe también a Chile Vamos una autocrítica en este tema o considera que estuvieron siempre dispuestos al diálogo y, eventualmente, a ceder en algunas materias?

- Es cosa de leer las propuestas que fueron planteadas por los constituyentes de centro-derecha y hablo por el tremendo trabajo que han hecho nuestros convencionales con el equipo de Horizontal -que es el centro de estudios- y también con los convencionales de RN, que son parte del mismo colectivo y de algunos independientes. Si uno los lee ahí mismo se da cuenta que hay un espíritu reformista, que hay una mirada de futuro. Entonces, era una oportunidad única, histórica de poder proponer estas transformaciones que efectivamente Chile requiere, ha empujado y ha querido sentir. Por ese lado, no veo para nada un mea culpa; todo lo contrario, se pusieron a disposición todas aquellas materias en las cuales participaron de la comisión con propuestas serias, de futuro, reformistas y que no tuvieron eco en la Convención simplemente porque venían de un sector político que no conversaba con la mayoría que hoy día estaba votando con dos tercios dentro de la constituyente. 2