Buscando historias en cerros de ropa
1-Tu novela tiene una estructura que se une a partir de hilachas. ¿Cierto? -Más que unir, las hilachas interrumpen, son un descarte de la tela, una "cosita" salida. También, siguiendo el hilo, son parte de los capítulos, las pilchas, que ayudan a comprender lo que cuesta contar. Me gusta jugar con estas metáforas textiles, buscándoles una manera de actuar. Ir uniendo las pilchas, dobladas en este cajón de mueble, en este puesto de feria, ofrecidas la mayoría de las veces, a quien le calce mejor la historia. Las hilachas destiñen, pero es parte de sacar pinta con esta ropa usada.
2-En dos de tus tres libros aparecen las ferias. ¿Qué te seduce de ese espacio? -Me gusta la forma en que se cruzan los comerciantes, con la oportunidad de encontrar lo que uno como cliente busca. Todo encapsulado en ferias. Son puestos demarcados con rayas en el suelo, con gente ofreciendo ropa sobre paños. Me atraen los vecinos y sus gritos, sus cuentos para pasar el tiempo y la colaboración. Todo junto y revuelto, a toda velocidad, ruidoso, colorido y nuestro. Eso, ofrecer, contar y encontrar. Una vez encontré una chaqueta naranja: me quedaba bien, me gustó y la pagué feliz.
3-¿Es el diseño de portada una bolsa de feria?
-Es un bolso matutero. De esos grandotes e hinchados de guata que los comerciantes usan para mover sus mercaderías, en general, ropa. Así, armado el libro desde la portada, recubriendo las hojas adentro, que son como la ropa usada, se va trasladando de un lugar a otro. También apruebo que se parezca a un bolso de feria, plástico también, de esos para cargar frutas y verduras. Me gusta la textura que toma, que sea un libro hecho para perderse en librerías o en torres de libros de usados o sobre un paño, en el puesto de una vecina.
Armijo dice que le gusta jugar con "metáforas textiles".
3 preguntas
Diego Armijo, escritor
francisco gonzález