Correo
Ezio Passadore
Cuando vi en el titular de un diario el nombre de don Ezio Passadore, de inmediato imaginé que lo iban a nombrar Hijo Ilustre de Valparaíso o que se le rendiría algún homenaje por parte de la ciudad, pero grande fue mi sorpresa al enterarme por la prensa de su destitución como consecuencia de un error administrativo en una decisión tomada para resolver un problema urgente en el ámbito de una emergencia.
Lo he visto al frente de cuanta calamidad asola la ciudad, siempre al lado de los más humildes y necesitados. Me crucé en la vida con don Ezio a raíz de un incendio y, evidentemente, es una persona ejecutiva, altamente capacitada, con amplia experiencia en su oficio y muy correcto en su actuar. Ojo, no es de mi color político, pero sé reconocer a la persona que domina su arte, además de trabajar duro.
Nos enteramos de sumarios a personas que meten las manos todos los días y no les pasa nada y destituimos a don Ezio por un error administrativo. No me cuadra. La ciudad se lo pierde. Perdemos todos.
Héctor Castelletto Tassara
Gol fantasma
Lo que los dirigentes de la ANFP están haciendo respecto a tratar de eliminar a Ecuador por secretaría, usando una martingala y tratando de ganar lo que no se hizo en la cancha, es una vergüenza para nuestro país futbolístico. Lo que se está haciendo con Wanderers al aceptar el empate 1-1 con Cobreloa, cuando en la cancha el árbitro validó un gol trucho que él inventó y con solo mirar la repetición de la jugada se evidencia, es otra vergüenza.
En la cancha ese partido terminó 1 a 0 en favor de Wanderers. Y oficializar un empate es regalarle a Cobreloa dos puntos por secretaría. Castigan a los árbitros, reconociendo que ese gol no existió, y también castigan a Wanderers, que es víctima de algo inaudito y vergonzoso. ¿Y los dirigentes de Wanderers? Hasta ahora no defienden lo que más deben defender: lo que sucedió en la cancha y los 3 puntos del club. ¡Otra vergüenza!
Nathan Novik
Retroceso
Aunque la propuesta de Constitución no está terminada, los artículos aprobados centrales en el modelo político y en las definiciones de lo que se espera sea Chile, dejan en claro la pérdida de una oportunidad para avanzar en lo que era una instancia de cohesión social o, como se ha señalado, "la casa de todos".
Por lo que se percibe, ello resulta de un abandono de la argumentación y la sana persuasión, propias de la democracia, y propone un retroceso a nociones y modelos sociopolíticos premodernos que en nada benefician la unidad.
Un claro ejemplo es la definición del Estado de Chile como plurinacional, concepto no solo arriesgado por su ambigüedad, sino porque centra su atención en las diferencias y no en las convergencias propias de las democracias modernas.
Lo perciban o no, los convencionales han abandonado uno de los principales triunfos de la modernidad: más allá de las particularidades y diferencias legítimas de cada miembro o grupo, la nación se construye desde la condición ciudadana, estatus cívico que otorga igualdad frente a la ley y que consolida la pertenencia a una comunidad política congregada para la prosecución del bien común.
Cabe recordar que es precisamente la democracia liberal la que consagró la libertad de los ciudadanos y, luego, con la experiencia histórica, la concreción de sus derechos. Tal y como está aprobada, la plurinacionalidad implica abdicar a dichos avances.
Daniel Nieto Orriols Director Licenciatura en Historia U. Andrés Bello, sede Viña del Mar
Responsabilidad presidencial
El famoso proyecto sobre el estado intermedio que reemplazaría al estado de emergencia es solo una acción ideologizada y burocrática para evitar actuar en la Araucanía. Propone que este nuevo estado debiera ser gestionado por un civil y no por un militar, ¿y para qué entonces existe en la Constitución Política de la República el Artículo 24? Dice: "El gobierno y la administración del Estado corresponden al Presidente de la República, quien es el jefe del Estado. Su autoridad se extiende a todo cuanto tiene por objeto la conservación del orden público en el interior y la seguridad externa de la República, de acuerdo con la Constitución y las leyes.
En un estado de emergencia es siempre el Presidente el que debiera estar a cargo. La cuestión es demorar la solución al narcoterrorismo y la delincuencia y mantener a los chilenos con miedo e incertidumbre en una verdadera política de la violación de la mente (Joost Meerloo), al más puro estilo totalitario.
Jorge Porter Taschkewitz
Sobrepasados
Mientras la delincuencia y la violencia se encuentran absolutamente desbordadas y los organismos encargados de su control están evidentemente sobrepasados, la Convención visó la desmilitarización de Carabineros. En tanto, el Gobierno no utiliza los estados de excepción en zonas de alto conflicto. Así las cosas, le entregaremos a las Fuerzas Armadas y a Carabineros y la PDI un nuevo armamento: el "chipote chillón".
Mauricio Díaz Fernández
Fin a la violencia
Lamentable el fallecimiento de la comunicadora que cubría la marcha del 1 de mayo en el barrio Meiggs, en Santiago. Hoy muchos piden justicia, alzan sus voces para condenar lo sucedido, exigen castigo para quien disparó el arma. "No permitiremos impunidad", dicen.
Cómo quisiera que esa misma exigencia se tuviera para los asesinatos que ocurren en la Araucanía. Hoy, un asesino, homicida de un matrimonio de ancianos que pereció de una manera espantosa (quemados vivos en la oscuridad de la noche), goza de beneficios carcelarios, pudiendo pasar un domingo en su casa con su familia. Me pregunto si quien disparó e hirió de muerte a Francisca Sandoval tendrá ese tipo de beneficio en un año más.
La normalización de la violencia es tal que ver videos sobre asaltos a locales comerciales a plena luz del día con disparos, encerronas a autos, cuyos conductores son amenazados con armas de fuego, o sobre "ajustes de cuentas" a balazos en las calles de la ciudad, ya no sorprenden. Nos agobia la inseguridad. Nuestro país no era así.
Es de esperar que la triste muerte de esta joven profesional pueda hacer que quienes han validado la violencia como forma de lucha, quienes quieren amnistiar a los delincuentes del 18-O, quienes han excusado el comportamiento de la "primera línea" y de los que aún realizan barricadas y vandalizan la plaza Baquedano y otros lugares de Chile, quieran hoy parar la violencia, castigando en serio a los delincuentes, con claridad, firmeza, voluntad y con todo el peso de la ley.
Marisol Ortiz Elfeldt