Medidas preventivas ante violencia escolar
A los necesarios controles con detectores se deben sumar programas docentes con un contenido transversal, que eduque para la tolerancia. Dirigente de tradicional Colegio Salesiano reconoce la compleja realidad que se vive en las comunidades escolares, insistiendo en que se trata de una medida preventiva que fue comunicada a los padres de los 44 cursos, que en total suman unos 1.700 alumnos.
El tradicional Colegio Salesiano de Valparaíso ha decidido instalar detectores de metales en el punto de ingreso de los alumnos de enseñanza media, con el objeto de detectar elementos que pudieran ser riesgosos. De acuerdo a lo declarado por el presidente del Centro General de Padres y Apoderados, Mario Molina, la medida es "solamente preventiva, no se ha detectado a nadie con un cuchillo ni con nada en el colegio". El dirigente reconoce la compleja realidad que se vive en las comunidades escolares, insistiendo en que se trata de una decisión preventiva que fue comunicada a los padres de los 44 cursos del colegio, que en total tiene unos 1.700 alumnos.
Agregó que la dificultad en las relaciones estudiantiles se hizo aún más evidente con la vuelta a clases presenciales luego del largo periodo de confinamiento. De hecho, en marzo pasado, una pelea entre dos alumnos se viralizó en redes sociales, hecho que motivó una reunión del Centro de Padres y la aplicación de diversas medidas. El sistema de control preventivo, dado el clima de tensión que predomina en los colegios y que reconoce Molina, es oportuno; sin embargo, deja un sabor amargo, pues revela que el ambiente de intolerancia y violencia que recorre el país también se ha instalado donde se forman las nuevas generaciones. Es comparable a las rejas que cubren nuestras ventanas, a los alambres de púa en los muros o a la proliferación de alarmas, elementos de protección resultados del aumento de la delincuencia que nada respeta y que amenaza a las personas, a sus bienes y a la seguridad en general. En los colegios también tenemos un clima de inseguridad que obliga a medidas preventivas como las aplicadas por el Salesianos, con los protocolos y las consultas del caso. Es posible que resguardos similares se adopten en otros planteles docentes que deben ser aceptados como una prevención ante una alarmante realidad presente.
Sin embargo, es de suponer que las medidas preventivas en general están respaldadas por un contenido transversal en los programas docentes que incentive y destaque la importancia de la tolerancia en las relaciones entre alumnos y en general al interior de las comunidades escolares.
En ese sentido es necesario el diálogo y el debate respetuoso y participativo buscando como resultado un ambiente de armonía que, además, favorece el rendimiento escolar.
Educar para la paz y la tolerancia es la mejor medida preventiva que se puede tener para frenar la escalada de violencia que estamos viviendo. Es cierto que los resultados no serán inmediatos, pero al fijarlos como meta, se podrán tener logros que se mantendrán en el tiempo y que, idealmente, se pueden proyectar a la recuperación de nuestra deteriorada convivencia nacional.