Atraso en fondos para juntas de vecinos
Un grupo de concejales emplazó a la alcaldesa Ripamonti a que informe el detalle sobre las subvenciones que se entregarán este año. El problema también revela una preocupante falta de coordinación con los concejales de la Comisión Social, quienes deberían ser un canal expedito e informado sobre la gestión municipal en este tema.
El objetivo central del municipio de Viña del Mar es recuperar el equilibrio financiero en un período estimado de 18 meses, dijo la alcaldesa Macarena Ripamonti, en el marco de su cuenta pública 2022. Para ello, detalló la jefa comunal, se constituyó un comité financiero que permitió reorganizar la administración de las platas municipales, dirigir de mejor manera el enfoque de los recursos y abordar el grave déficit que heredó de la gestión anterior. Según los dichos de la propia mandamás viñamarina, militante de Revolución Democrática (RD), el manejo presupuestario de la ciudad debe tener como norte la transparencia y su aplicación debe cumplir siempre con las exigencias más altas de probidad. Un compromiso de tal envergadura requiere de evidencia permanente.
De allí que se multipliquen las dudas asociadas al manejo de los recursos históricamente destinados al funcionamiento de las juntas vecinales. En total se trata de $362 millones que debieron ser destinados a distintas entidades de la comuna, luego que 57 lo solicitaran. Usualmente las postulaciones son entre noviembre y diciembre, y los dirigentes recibían los dineros al poco tiempo de solicitarlo, pero el año se acerca a su mitad y aún no hay recursos para los vecinos, quienes advirtieron ya que el problema plantea una amenaza a la sobrevivencia de muchas organizaciones.
No es posible pensar que las unidades vecinales saldrán perjudicadas por las medidas de ajuste financiero que ha aplicado el municipio viñamarino, pero sí llama la atención la falta de transparencia -o al menos claridad en la explicación- que existe en torno al proceso que está detrás de este atraso.
Algunos concejales se hicieron eco del tema y emplazaron públicamente a la alcaldesa Ripamonti para que entregue el detalle de las subvenciones que se aprobarán una semana antes -es decir, hoy a más tardar-que se realice el Concejo Municipal del martes 7 de junio, día en que quieren votar estas asignaciones. El edil Pablo González, presidente de la Comisión Social, que está a cargo de analizar el tema, reconoció que como concejales no tienen las facultades para manejar los plazos de aprobación.
Por tanto, la iniciativa, la potestad y la responsabilidad en el atraso recaen en la actual administración municipal, cuyos directivos deberían precisar las razones asociadas a este problema y rectificar los procedimientos que se transforman en un obstáculo para el financiamiento de las organizaciones de base. Más aún. El problema también revela una preocupante falta de coordinación con los concejales integrantes de la comisión que analiza estos temas, quienes deberían ser un canal expedito e informado sobre los manejos que realiza la administración viñamarina.