Aporte universitario con vocación pública
El nuevo destino que ha dado la Universidad Técnica Federico Santa María al tradicional edificio de la Bolsa porteña es una expresión del aporte privado a la comunidad.
Un aporte decisivo al rescate de los valores patrimoniales de Valparaíso significa el nuevo destino que se ha dado al tradicional edificio de la Bolsa de Corredores, convertido ahora en una sede de la Universidad Técnica Federico Santa María (UTFSM).
La edificación, terminada en 1915 y levantada a un alto costo, fue adquirida por esa casa de estudios superiores y sometida a una completa recuperación de todos sus espacios, respetando en especial la tradicional rueda donde se efectuaron por décadas, a viva voz, importantes transacciones de acciones, bonos y monedas de oro.
Este recinto fue por años el principal centro de operaciones financieras del país, algunas con alcance internacional.
Terminada la operación de la Bolsa en medio de graves irregularidades, los propietarios del inmueble lo pusieron a la venta y fue adquirido para la Universidad Técnica Federico Santa María, que ahora lo ha convertido en sede de varias direcciones del plantel, entre ellas la de Vinculación con el Medio, precisamente en el centro financiero de la ciudad. Además, tiene allí su sede el Instituto Internacional de Innovación Empresarial (3IE), que viene desde hace 30 años impulsando la creatividad empresarial. En el acto oficial de reinauguración de la nueva sede, el rector de la universidad, Darcy Fuenzalida, destacó que con esta ubicación central "queremos estar más presentes en Valparaíso".
Hay que destacar que tras el aporte al conocimiento y a la cultura que entrega la vieja Bolsa en su nueva ruta hay una importante inversión y la voluntad de una universidad privada con vocación pública de aportar a la comunidad, voluntad que exige reconocimiento.
En este aspecto, hay que reiterar la preocupación expresada por el rector de la Pontificia Universidad Católica de Valparaíso, también privada con vocación pública, perteneciente a la Red G9. Lamentó el rector de la PUCV, Claudio Elórtegui, que en el borrador del proyecto constitucional se ignore la "provisión mixta" que existe en la educación superior, en que a la acción del Estado se suma en forma importante un grupo de casas de estudios superiores privadas, particularmente en regiones desde hace más de 90 años. Se desconoce también la autonomía universitaria y se pasa por alto, afirma, "el carácter público de estas instituciones, que había sido reconocido incluso por rango constitucional en la reforma de 1971".
El aporte patrimonial e intelectual que ha concretado la Universidad Técnica Federico Santa María, con décadas de servicio a la docencia superior, es una demostración de la vocación pública de esa casa de estudios y de otras que se agrupan en la Red G9.
La falta de reconocimiento de esa condición es una grave omisión fruto en parte de falta de información de una realidad educacional que cruza todo del país y también del sello estatal que se intenta dar a la nueva Constitución.