Despliegue universitario anti covid en la voz de sus actores
Dos años después de que las universidades regionales se plegaron al esfuerzo nacional para frenar la expansión del virus, sus protagonistas hablan de su trabajo, que siempre fue extenuante. Desde exámenes y escudos faciales hasta ventiladores figuran entre sus aportes.
Apenas decretado el estado de excepción de catástrofe por calamidad pública, el 18 de marzo de 2020, en medio de la incertidumbre que generaba la llegada del covid-19 al país, en un mundo sin vacunas, las universidades regionales se dieron a la tarea de revisar las áreas en que podían contribuir a la prevención y la protección de la población, así como a la mitigación del impacto del virus en general, y pusieron manos a la obra.
Readecuaron laboratorios, compraron o recibieron nuevos equipos, redireccionaron investigaciones, y finalmente su aporte se tradujo en un abanico amplio de iniciativas, logrado gracias al compromiso de académicos, investigadores y también al despliegue de muchos estudiantes que se cuadraron con esta causa.
Desde exámenes de detección del virus y fabricación de escudos faciales -que se cuentan por decenas de miles- hasta desarrollo de respiradores mecánicos y modelamiento matemático para prever el comportamiento del coronavirus figuran entre esos aportes.
Diagnósticos y escudos faciales
Por el hecho de contar con Facultad de Medicina, la Universidad de Valparaíso pudo poner rápidamente a disposición de la autoridad sanitaria el Laboratorio de Biología Molecular del Centro de Diagnóstico e Investigación de Enfermedades Infecciosas (CDIEI), que durante los primeros dos años de la pandemia procesó más de 50 mil exámenes de PCR para la red pública de salud, para lo cual incorporó nuevo equipamiento, tecnologías e insumos adquiridos tanto con recursos institucionales como de los ministerios de Salud y de Ciencias, y del Gobierno Regional.
Además, desde septiembre de 2021 este laboratorio ha trabajado en coordinación con la Unidad de Genómica de la UV en la pesquisa de variantes desconocidas, ya que en sus dependencias se habilitó un equipo de secuenciación, único en la región.
Este mes también cumplió dos años de funcionamiento el Laboratorio Covid-19 del Centro de Investigación Hub Ambiental de la Universidad de Playa Ancha, que continúa en funcionamiento y que ha realizado más de 70 mil diagnósticos del virus a partir de muestras sospechosas, integrado asimismo a la Red de Laboratorios Universitarios del país, con el apoyo de los citados ministerios.
Complementariamente, el Laboratorio Clínico de la UPLA, que también funciona dentro del IST, trabaja como soporte para diagnóstico de los pacientes con el virus, y en toma de muestras y análisis de los anticuerpos para el covid-19, tanto para pacientes de esa institución como para público en general.
La Pontificia Universidad Católica de Valparaíso se centró en dos tareas. Por una parte, readecuó el Laboratorio de Diagnóstico Molecular de la carrera de Tecnología Médica, que era básicamente de docencia, lo que le permitió procesar entre junio de 2020 y septiembre de 2021, más de 20.200 PCR, trabajando primero para el Ministerio de Ciencia y luego para el de Salud.
Por otra, Valparaíso Makerspace de la PUCV impulsó la Red Promaker junto a otras 11 instituciones de cuatro regiones del país, que se unieron para masificar la producción de un rediseño de escudo facial a través del uso de la tecnología de impresión 3D, autorizado por el Instituto de Salud Pública y destinado a colaborar con los equipos que atendían a pacientes covid positivo.
Respiradores y modelos predictivos
La Universidad Federico Santa María desplegó asimismo sus capacidades científicas y tecnológicas hacia las áreas que más urgía cuando la pandemia repletaba las unidades de cuidados intensivos.
Su Centro Científico Tecnológico de Valparaíso, CCTVal, desarrolló un prototipo de Ventilador Mecánico Invasivo (VMI), que requiere intubación, mientras el Centro Avanzado de Ingeniería Eléctrica y Electrónica, AC3E, en conjunto con la Escuela de Ingeniería Biomédica de la Universidad de Valparaíso, construyó un ventilador de emergencia que puede ser usado de manera invasiva o no invasiva.
"Finalmente, la autoridad sanitaria impulsó los de tipo invasivo por ser los que serían útiles para el tratamiento intensivo de covid, y el equipo del CCTVAL estuvo a la altura logrando tener un ventilador funcional en tiempo récord", señala el director general de Investigación, Innovación y Emprendimiento de la USM, Samir Kouro.
Respecto del desarrollo del VMI, el académico del Departamento de Física a cargo del proyecto, Hayk Hakobyan, y el gerente general del CCTVal, Rodrigo Pacheco, detallan que en abril de 2020 surgió el concurso público-privado "Un Respiro para Chile", con el objetivo de satisfacer el déficit de ventiladores mecánicos en el país.
en un mundo confinado y sin vacunas, donde arreciaban los contagios y miles de casos iban a dar a las uci, desarrollaron cada día su trabajo presencial los equipos de las universidades.
Rosa Zamora Cabrera
rosa.zamora@mercurio valpo.cl