"Lo más preocupante es el pesimismo respecto de la situación económica y política"
42% de los encuestados cree que la primera empeorará y 52% califica la segunda como mala o muy mala, a lo que se suman las cifras sobre seguridad. La investigadora dice que eso incide en la evaluación presidencial, que difícilmente mejorará en el corto plazo.
Una realidad económica, política y social compleja, frente a la cual la ciudadanía se muestra mayoritariamente pesimista, es lo que constató el Estudio Nacional de Opinión Pública abril-mayo de 2022, que el Centro de Estudios Públicos (CEP) presentó a comienzos de mes y que ha seguido motivando análisis y cruces de información, en la búsqueda de señales y tendencias que permitan proyecciones finas sobre lo que viene en el plebiscito de septiembre y después de él.
Es precisamente ese pesimismo el elemento que le parece más preocupante a la coordinadora del Área de Opinión Pública del CEP, Carmen Le Foulon Morán, quien recuerda que las expectativas económicas están en el peor nivel desde 2001, con un 42% de los entrevistados que cree que en los próximos 12 meses la situación económica del país empeorará, y con un 52% que califica la situación política como mala o muy mala.
A lo anterior se suma la fuerte preocupación por la delincuencia y temas asociados a la seguridad pública, como narcotráfico y violencia, en que 7 de cada 10 personas mencionan al menos uno de los tres como los principales problemas a los que el gobierno debería dedicar mayor esfuerzo, plantea la ingeniera comercial y magíster en Economía de la Universidad Católica, y doctora en Ciencia Política de la Universidad de Columbia.
De ese panorama se deriva otro dato inquietante, como es que el 66% de la ciudadanía opta por el orden y la seguridad por encima de las libertades públicas o privadas, aun cuando esa posición no es solo de ahora: ya en 2008, el 63% de los encuestados adoptaba esa misma posición.
En esta entrevista, la coordinadora e investigadora del CEP en temas de comportamiento legislativo, representación y opinión pública, analiza tanto esos temas como otros vinculados al plebiscito de septiembre, entre ellos el empate técnico entre el Apruebo y el Rechazo que detectó la última encuesta, y la incógnita del 37% que aún no decide su voto en la consulta sobre la nueva Constitución.
Una realidad compleja
- ¿Qué fue lo que más le sorprendió de la última encuesta CEP y por qué?
- Lo más preocupante de la encuesta CEP es el pesimismo generalizado que se observa, tanto respecto de la situación económica como de la situación política.
- El estudio no incorporó el efecto "cuenta pública presidencial", tras la cual otras encuestas registraron alzas en la aprobación del Presidente y del Apruebo. ¿Por qué ocurre eso?
- Esta encuesta, como se ha hecho en periodos presidenciales anteriores, busca mostrar las percepciones y preocupaciones de la ciudadanía al inicio del mandato del presidente. Por lo mismo, el trabajo de campo se inicia aproximadamente un mes después del cambio de mando. La duración del trabajo de campo determina la fecha de cierre de la encuesta que en este caso fue el 29 de mayo.
- Usted dijo que el efecto de la cuenta pública en la evaluación presidencial iba a ser de corta duración. ¿Hasta dónde incide en ello la inseguridad y la situación económica?
- El Presidente Boric enfrenta una situación muy compleja, tanto en el plano económico como político. La inflación superó el 10% anual, algo que no ocurría desde 1994, y el crecimiento se ha desacelerado. Y esto se refleja en las expectativas de las personas. En la última encuesta CEP, las expectativas respecto a la economía están en su peor nivel desde que hacemos esa pregunta (2001): 42% piensa que en los próximos 12 meses la situación económica empeorará.
- ¿Y en lo que respecta a la situación política?
- También, hay una percepción muy negativa respecto de la situación política, con un 52% que califica de mala o muy mala, y un 44% que cree que es peor que hace 5 años. Esto, en paralelo con la alta preocupación por la delincuencia y por temas asociados a la seguridad pública (narcotráfico y violencia): 7 de cada 10 personas mencionan al menos uno de estos tres como principales problemas a los que el gobierno debería dedicar mayor esfuerzo. Por ello, la cuenta pública, que como en cualquier gobierno que está iniciando su mandato, fue un relato y propuestas, se enfrenta con una realidad económica, política y social compleja, que no se supera de un día para otro. Y estos factores inciden en la aprobación presidencial.
Libertades, orden y seguridad
- Al momento de escoger, el 66% de la ciudadanía opta por el orden y la seguridad por encima de las libertades públicas o privadas. ¿Esa tendencia se da en sociedades estresadas por altos niveles de temor y violencia, como en EE.UU. tras el 11-S?
- En Chile, la proporción que prefiere que haya orden público y seguridad ciudadana ha sido alta en casi todas las mediciones: solo en la medición de diciembre de 2019 esa proporción cae a 41%, pero, de todas formas, mayor al 22% prefiere que haya libertades públicas y privadas. En noviembre-diciembre 2008 un 63% se ubicaba en ese polo, no muy distinto al 66% en la última medición. En general, ante mayores niveles de preocupación, o miedo, las personas tienden a valorar más la seguridad. En el ejemplo que menciona, el temor ante los ataques terroristas no solo afectó la valoración de la seguridad, sino también, se asoció a una mayor tolerancia a la limitación de libertades.
- ¿La preocupación por la inseguridad, la delincuencia y la violencia es compartida por todos los segmentos políticos y socioeconómicos o existen diferencias?
- La delincuencia encabeza la lista de principales problemas -en términos de menciones- de todos los sectores políticos, pero a diferencia de lo que ocurre con violencia o narcotráfico -los otros dos temas asociados a seguridad-, aquí se observan algunas diferencias según auto-identificación política. Mientras un 41% de quienes se posicionan en la izquierda consideran la delincuencia como uno de los tres principales problemas, esta proporción es 52% entre quienes se ubican en el centro, 50% entre quienes no se identifican en este eje, y llega a 62% entre quienes se posicionan en la derecha.
- ¿Y qué ocurre a nivel de segmentos de edad?
- La preocupación por seguridad es transversal a todos los grupos socioeconómicos. Tanto si miramos por grupo socioeconómico o por niveles de educación, no hay diferencias estadísticamente significativas en la proporción que se los mencione como uno de los tres principales problemas. Es interesante que sí observamos diferencias en las percepciones según grupos de edad: entre los más jóvenes, la proporción que menciona violencia o narcotráfico como uno de los principales problemas es sustantiva y significativamente menor que entre los mayores. Así, mientras que un 11% de quienes tienen entre 18 y 29 años menciona la violencia y un 12% entre quienes tienen entre 30 y 44, esta proporción aumenta a 18% entre quienes tienen entre 45 y 59 años y a 20% entre los de 60 años o más. Con respecto a la preocupación por el narcotráfico, la diferencia se da entre quienes tienen menos de 30 y el resto de la población.
EVALUACIÓN PRESIDENCIAL Y OPCIÓN APRUEBO
- Usted ha dicho que a pesar de tener una de las evaluaciones positivas más altas, el Presidente no logra traspasarla a sus ministros, por lo que tampoco se sabe cuánto podría traspasar al Apruebo. ¿Qué tendría que pasar para que eso ocurriera?
-Considerando que la evaluación positiva del Presidente en la medición de abril-mayo es de 32% y negativa del 35%, no es claro que sea una buena estrategia para el Apruebo buscar asociarse tan directamente con el Presidente. Sobre todo, pensando que es difícil que su evaluación mejore sustantivamente en el corto plazo: el país enfrenta una compleja situación económica, además de los problemas de seguridad pública, factores que inciden en la evaluación de los presidentes.
- ¿Hasta dónde el anuncio de la llegada de Bachelet puede llevar aguas al molino del Apruebo? ¿Las críticas vertidas por su viaje a China pueden abrirle un flanco en este aspecto?
- Si bien ella sigue siendo una figura reconocida, en la encuesta CEP de agosto 2021 un 34% la evaluaba positivamente. Por lo que su influencia es probablemente más acotada, sobre todo porque de quienes la evalúan positivamente, una proporción relevante se define como de izquierda que son más proclives a aprobar. Ahora, no es muy probable que ese apoyo se vea fuertemente afectado por las
Las razones más frecuentes que dan las personas por las que votarían rechazo se relacionan con las características de las y los convencionales y su trabajo. ¿Cuánto perdurará en su memoria y se mantendrá como razón, aun si las y los convencionales dejan de aparecer en los medios?".
Lo que hemos visto en los últimos referendos o plebiscitos, es que cuando la población está dividida entre ambas opciones al inicio de los procesos, los resultados son estrechos. E incluso, como en el caso del Brexit en el Reino Unido o el plebiscito sobre los acuerdos de paz en Colombia, sorprendentes".
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