"El verdadero estreno que está teniendo la película es éste"
CINE. El realizador argentino Manuel Ferrari cuenta detalles de la cinta "De la noche a la mañana", filmada en Valparaíso y que se estrenará este jueves.
Ignacio Roma (Esteban Menis) es un arquitecto argentino de unos 40 años que se acaba de enterar que su novia está embarazada y, simultáneamente, recibe una invitación para participar en un seminario en Valparaíso.
Decide viajar, pero cuando llega a la ciudad descubre que la universidad está en toma y se topará con una profesora local que lo quiere seducir (Manuela Martelli) y un empresario que lo quiere contratar a toda costa (Alejandro Goic). Pero también descubrirá que su vida se sacude en una crisis existencial.
Esta es la historia de la película "De la noche a la mañana", dirigida por el trasandino Manuel Ferrari y que se estrenará este jueves (20.00 horas) en la Sala de Cine Insomnia - Teatro Condell -así como en todas las salas alternativas del país-, y que se filmó en un 90 por ciento en diversas locaciones de la Ciudad Puerto.
Escenario de película
Desde Argentina, Ferrari cuenta que cuando ideó la película "tenía claro qué quería, que es algo que se conservó, que empezara con el protagonista recibiendo dos noticias: por un lado, que su compañera estaba embarazada, y por otro lado, una invitación muy de último momento".
Con eso en mente, comenzó a buscar lugares donde filmar que cumpliesen con dos características: que fuese fuera de Argentina y estuviese cercano, pues "no era muy verosímil que lo invitaran de un día para el otro a irse a la India". En medio de esto, él mismo fue invitado a dar una conferencia a Valparaíso y fue en ese momento que "me enamoré un poco como escenario general, como ciudad, y de alguna forma ese amor continuó".
Encontró en la ciudad un lugar adecuado para su historia, tanto por la cercanía como por su arquitectura. "En general, las películas que hice antes estaban muy vinculadas a espacios específicos y a la propia arquitectura como protagonista", explica.
Convocó a un amigo, el chileno Rodrigo Muñoz Gálvez, para que lo ayudara en la escritura del guión. Ello, porque "me parecía importante desligarme lo máximo posible de mi mirada obviamente turística", pues "más allá que investigara, no iba a alcanzar nunca a poder encontrar lo auténtico de los espacios que se salieran de lo más habitual, porque además Valpo (sic) tiene eso que te engaña y te lleva a lugares donde siempre todo es muy bello, desde una perspectiva pictórica por así decirlo", comenta.
La película comenzó a tomar forma y para Ferrari, según dice, era clave contar con un equipo de colaboradores que fuese local. "Lo logramos y eso fue la verdad genial, porque eso nos permitió también conocer otras locaciones, lugares fuera del circuito habitual, a pesar que algo de lo habitual tenía que estar", sostiene.
Es así como en la cinta se pueden apreciar paisajes típicos de los cerros Alegre y Concepción, así como parajes menos conocidos, como la panorámica que muestra el recinto donde se levantará a futuro el Centro Interdisciplinario de Neurociencia de Valparaíso (CINV) en el Barrio Puerto, o la Facultad de Arquitectura de esta misma casa de estudios. Además, la llegada del protagonista de la película se grabó con vaguada costera, lo que también lo alejaba de la idea de postal en la que podría haber caído.
"Generaba para mí un lugar muy único. Cada vez que pude volví, y ahora poder volver para estrenar la película en el Condell es como una especie de sueño del primer día que llegue ahí y dije 'bueno, me gustaría filmar acá', lo logré; me gustaría estrenar en este cine y ahora lo voy a lograr. Entonces, es genial poder hacer eso", indica el realizador.
Largo camino
La película se filmó en 2018, "no solo antes de la pandemia, sino antes que Chile se convirtiera en otro Chile", manifiesta Manuel Ferrari. "Eso, creo, que de alguna forma -e incluso por algunos comentarios que me hicieron- en la película algo de ese germen está. De hecho, él cuando llega la universidad está tomada por los estudiantes y por eso él no puede dar su charla", agrega.
El camino para llegar a estrenar se puso pedregoso después de las grabaciones, porque como dice el realizador, "yo la estrené a fines de 2019, porque es muy lento todo los procesos de las películas. O sea, es habitual que uno se demore". Sin embargo, "en el medio hubo una pandemia y a la película la atravesó directamente, porque se pudo ver dos veces en el cine, en el Festival de Mar de Plata y luego me fui a marzo a estrenarla en EE.UU. en un festival y ahí cayó la pandemia", relata.
Y sigue: "Durante un año y medio, casi, no se pudo ver más, nunca más en una pantalla de cine, que era el destino que tenía", aunque de todas maneras participó en muchos festivales online y estrenos virtuales en Argentina. "Pero digamos que el verdadero estreno que está teniendo la película es éste, porque aquí, en Argentina, tuvo estrenos por obligaciones con el financiamiento que hubo a través del Instituto Nacional de Cine y Artes Audiovisuales (INCAA), teníamos unos tiempos que apurar. Fue un estreno como se pudo, como fue todo en pandemia", detalla.
"Ahora puedo estrenarla simultáneamente en varias pantallas con la distribuidora (StoryBoard Media) atrás, fuerte, que acompañe, y yo poder estar y además compartirla con la gente que participó en la película", comenta.
Esto, porque "acá yo estrené y había muy poquito equipo, porque solo habíamos viajado el fotógrafo, el sonidista, el protagonista y yo. Entonces, no estaba esa sensación de compartir colectivamente", manifiesta, "así que tengo muchas ganas la verdad", añade.
Las entradas para las funciones en Insomnia ya están a la venta y su valor es de $3.000. Se exige pase de movilidad habilitado y/o PCR negativo realizado con 48 horas de anticipación.
"Poder volver para estrenar la película en el Condell es como una especie de sueño del primer día que llegue ahí y dije 'bueno, me gustaría filmar acá', lo logré; me gustaría estrenar en este cine y ahora lo voy a lograr".
Manuel Ferrari, Director de la película
Una "toma" bien cercana a la realidad
La mayoría de los estudiantes que han pasado por las universidades estatales y tradicionales han tenido que vivir alguna "toma". Entre las anécdotas que vivió la película, cuenta Ferrari, es que parte del equipo había participado en una y, por ende, entregaba recomendaciones: "En realidad hay que poner las sillas así, carteles no sé cómo", lo que le entregaba realidad a la grabación, al grado que mucha gente que pasaba por la Facultad de Arquitectura de la Universidad de Valparaíso pensaba que era verdad que estaba en "toma". "Había una especie de combinación que lo que estaba delante y detrás de cámara era lo mismo, y eso me hacía sentido". Asimismo, dejó con mucha libertad a los actores para crear sus personajes, lo que permitió que se hicieran más parecidos a los nacionales.