11-J en Cuba: represión y pocas soluciones marcan el primer aniversario
LA HABANA. Analistas dicen que el régimen no ha respondido a causas del descontento: desabastecimiento, inflación y apagones.
Hoy se cumple un año desde el estallido del 11-J en Cuba, cuando se llevaron acabo las mayores protestas contra el Gobierno en décadas, sin soluciones para el grueso de las causas que lo provocaron, del desabastecimiento a la inflación y los apagones, argumentaron a agencia Efe expertos y activistas.
A 35 kilómetros de La Habana, capital de Cuba, se registraba hace exactamente 12 meses una protesta espontánea en la localidad de San Antonio de los Baños, que se transformarían en unas movilizaciones sin precedentes y se extendieron rápidamente en todo el país, motivadas por el descontento social.
Azuzadas por las transmisiones en vivo en Facebook, las marchas lograron articularse en cerca de 50 puntos de la isla, con epicentro en la capital.
La mayoría protestaba por la escasez de alimentos y medicinas, la alta inflación, la dolarización parcial de la economía y los constantes cortes de luz, síntomas de una dura crisis fruto de los errores de gestión, las sanciones de EE.UU. y la pandemia.
No obstante, también se exigía más libertades y la instauración en Cuba de una democracia liberal, frente al sistema socialista de la isla. La canción "Patria y vida", crítica con el Gobierno, se convirtió en himno de las protestas.
Aunque la mayoría de las marchas fueron pacíficas, algunos enfrentamientos con la policía sirvieron para que el Gobierno, que las consideró orquestadas desde el exterior, las tildara además como violentas y contrarrevolucionarias. "Un golpe de Estado vandálico", las calificó el presidente de Cuba, Miguel Díaz-Canel, el viernes pasado.
Detenciones y penas
A las protestas siguieron las detenciones masivas de opositores históricos y ciudadanos anónimos, algunos menores de edad.
Mientras las ONG Cubalex y Justicia 11J han documentado 1.484 arrestos, la Fiscalía General de la República dijo que en enero 790 personas habían sido procesadas por estos hechos, de las que 55 tenían en esa fecha entre 16 y 17 años. La edad mínima penal en Cuba son los 16.
Los tribunales han emitido 76 sentencias a firme contra 381 personas. El 78% de los sancionados (297) obtuvo penas de prisión, algunas de hasta 25 años.
Asimismo, Human Rights Watch (HRW) y ONG locales han reportado un repunte de la represión contra activistas, disidentes y periodistas independientes. Activistas y ONG hablan además de presos políticos y de conciencia, fabricación de pruebas e incumplimiento del debido proceso, algo que el Poder Judicial cubano niega.
El Gobierno cubano no quiso referirse al 11-J.
Economía y energía
Según datos oficiales, la inflación en el mercado minorista estatal alcanzó en 2021 el 70%. El incremento de los precios en el mercado informal, dependiendo de los cálculos, rondó entre el 500 y el 700%.
La inflación interanual se situó en mayo en 26%, según el Ejecutivo por el recrudecimiento de las sanciones de EE.UU. en la era de Donald Trump y la pandemia, aunque también admite fallas en la implementación de una reforma económica en 2021.
Por otro lado, desde mediados de marzo se ha informado de cortes de luz en la isla en al menos 54 días, casi a diario desde junio. "El tema energético (por los apagones) y alimentario se han agravado y es un factor de irritación social", dijo Arturo López-Levy, especialista en Relaciones Exteriores de la Universidad Holy Names, California.
Buena gestión covid
Según los expertos, el Gobierno cubano solo ha solucionado una de las causas del 11-J: la crisis del covid-19. La industria estatal produjo tres vacunas contra y Cuba dio hace poco por controlada la pandemia, con más del 90% de sus ciudadanos con esquema completo. "La campaña ha sido todo un éxito. Pero en cuanto a la crisis económica, no veo necesariamente grandes avances", dijo Michael Bustamante, historiador de la Universidad de Miami.