A la delegada "no se le dieron las cosas"
El diputado Celis arremetió contra Sofía González por el grosero error cometido en Los Libertadores el fin de semana. ¿Habrá consecuencias para ella?
Versaba el editorial de ayer lunes de El Mercurio de Valparaíso sobre las impresentables descoordinaciones que hubo este fin de semana en el paso Los Libertadores, principalmente entre las autoridades de Chile y Argentina, y que redundaron en el error de haber abierto el cruce durante cuatro horas el día sábado, lo que derivó en que unos 180 camiones, un bus y otros tantos vehículos quedaran varados a la intemperie en pleno temporal.
Apenas estalló la crisis, el domingo, la ministra del Interior y Seguridad Pública, Izkia Siches, dijo que su cartera iniciaría una investigación por la apertura de casi 4 horas del paso fronterizo Los Libertadores durante el último sábado y en medio de una tormenta de aquellas.
En principio, y de acuerdo con la información entregada por el delegado presidencial provincial de Los Andes, Cristián Aravena, la autorización habría respondido a una "ventana" de buen tiempo que habría permitido el paso de varios vehículos que estaban en ese minuto en el sector argentino. Agregó la ministra Siches, sin embargo, que su repartición "no contaba con dos accidentes a la entrada del túnel Cristo Redentor, que fue el detonante del taco" y que "enlentenció" el paso de los vehículos.
Se subentiende que la aguda investigación tardó casi 24 horas en determinar que la decisión la habría tomado la Dirección de Pasos Fronterizos, "en función de la condición que recibe de los diferentes organismos públicos", dependiente del Ministerio del Interior, según informó -nadie sabe por qué- no Siches, sino el titular de Obras Públicas, Juan Carlos García, quien tomó el control de la situación y se desplazó a Los Libertadores en una clara maniobra para "blindar" a la ministra, la que por estos días deberá enfrentar una muy poco conveniente acusación constitucional en la Cámara de Diputados.
Al respecto, caben dos consideraciones. La primera es la audacia del Gobierno para exculpar a Siches de los gruesos errores cometidos durante estos cuatro meses, siempre responsabilizando a terceros en la cadena de mando (una funcionaria de Extranjería para su papelón en el Congreso cuando acusó al Gobierno de Sebastián Piñera de esconder un vuelo con inmigrantes a Venezuela, y esta vez a algún empleado de la Dirección de Pasos Fronterizos al cual le tocó el amargo turno del fin de semana).
La segunda es la orfandad política regional expresada en la nula influencia y cuestionable capacidad de la delegada presidencial Sofía González, quien ayer aseguró que "todas las decisiones que se toman, se toman en base a una serie de informes técnicos que en algún momento plantearon que efectivamente existía una ventana climática para que se pudiese abrir el complejo, que, además, respondía a una presión, había muchos vehículos que estaban esperando pasar. Sin embargo, existieron una serie de imprevistos que generaron esta contingencia".
Es decir, se respondió a presiones y, como lo hacen los equipos mediocres en el fútbol tras perder por goleada, se arguye que "no se nos dieron las cosas". Por lo pronto, el diputado Andrés Celis pidió que la delegada dejara el cargo y la Confederación de Dueños de camiones (CNDC) se quejó por haber expuesto las vidas de sus choferes. ¿Es necesaria una desgracia para tomar medidas de fondo sobre la seguridad de nuestra población?