Analizando la propuesta constitucional que se presenta a la ciudadanía para ser votada en plebiscito, Raúl Celis Montt, quien fue integrante de la Convención, advierte sobre los riesgos de las disposiciones relativas al agua. El actual presidente regional de Renovación Nacional (RN) y exintendente de Valparaíso sostiene que la propuesta deja "a la voluntad de burócratas, de funcionarios administrativos, la entrega de permisos de agua". Agrega que eso "puede llegar a ser sumamente arbitrario".
Reconoce que se han producido abusos en el manejo del recurso fundamental para la vida humana y para muchas actividades productivas, entre ellas la agricultura, gran consumidora de agua. Recuerda que durante su administración como intendente constató esos abusos en la Provincia de Petorca, donde la situación es crítica.
La modificación que acaba con los derechos de agua, si es aprobado el proyecto constitucional, entraría en vigencia de inmediato. Así, un ente administrativo, la Agencia Nacional de Agua, manejaría la materia y es sobre la acción de esa organización en la que centra Celis sus temores, temores compartidos por amplios sectores que dependen en sus actividades del preciado recurso. Se temen discrecionalidades, como ocurre con muchas decisiones administrativas que favorecen a unos y perjudican a otros.
Estima Celis, en un plano general, que "fue un error no haber acelerado la tramitación del texto constitucional propuesto por Michelle Bachelet al término de su administración". Hace presente que ahora, con ánimo reformista, "los partidos de centroderecha agrupados en Chile Vamos ya votaron favorablemente en comisión el quorum de 4/7 y han manifestado su compromiso para efectuar los cambios que sean necesarios en la Carta Fundamental".
Haciendo un mea culpa, reconoce que "esta actitud debió haberse adoptado con mucha mayor anterioridad". Eso es efectivo, pues la actitud reformista de ahora y el esfuerzo por llegar a los 4/7 está presionada por un proceso con raíces violentas que se inició en octubre de 2019 y culminó con el acuerdo que dio paso a la Convención Constitucional y su controvertido trabajo.
Acierta Celis al afirmar que "hubo un error de la centroderecha en cuanto a que en Chile se habían producido cambios sociales importantes en las últimas décadas, a los cuales debió enfrentarse con mayor anticipación". Ahora, mirando el resultado de la Convención y el plebiscito de salida del 4 de septiembre, la tarea de la centroderecha, en medio de sus diferencias, es acometer un trabajo consistente para lograr una votación que deseche la propuesta.
Pero la tarea no termina en una posición negativa, sino que debe tener un lado positivo recalcando, precisamente, una actitud reformista que responda a las lógicas demandas de la comunidad que no encuentran respuesta en el resultado del trabajo de la Convención.