"Muchos queríamos que la palabra 'propia' estuviera en el artículo de vivienda"
Yves Besançon, docente de la Facultad de Arquitectura y Arte de la Universidad del Desarrollo (UDD), encontró dos grandes problemas en el artículo 51 de la propuesta constitucional, que garantiza el derecho a la vivienda digna y adecuada: uno es la ausencia de la palabra "propia" y el otro es la carencia de disposiciones que incentiven la colaboración entre lo público y lo privado.
- ¿Por qué el artículo 51 pasa a llevar el derecho de propiedad?
- El problema fundamental se genera porque hay muchos que queríamos que la palabra "propia" estuviera en el artículo sobre vivienda, se habrían acabado todas las dudas. Al contrario, en la Convención esto no se aprobó y se rechazó cada vez que se propuso. Sostienen los que apoyan esto que la propiedad está debidamente garantizada en el artículo 78, sin embargo, hay una gran diferencia entre garantizar el derecho de propiedad y que las viviendas sociales que se construyan, dignas y adecuadas, se entreguen en propiedad. Eso es lo que no dice la propuesta.
- ¿Cuáles podrían ser las consecuencias de no incluir el concepto de propiedad en el artículo sobre vivienda?
- Que también se podría entregar esa vivienda en arriendo y la Constitución estaría cumpliendo igual. Lo que pasa es que a los chilenos en general nos gusta ser propietarios de nuestros bienes. Nos gusta invertir en ellos, prepararlos, arreglarlos, ampliarlos y nadie va a tener interés en hacer eso en algo que no será suyo, porque será arrendado. Menos podrán heredarlo a sus hijos.
- El acuerdo de reforma de los partidos del oficialismo apunta a garantizar la propiedad de la vivienda. ¿Confía?
- Es que la modificación de la Constitución- si es que gana el Apruebo- será muy complicada. De cualquier forma, hay que recordar que el artículo 51 no dice que la vivienda no se entregará en propiedad. Por lo tanto, podría una legislación posterior regular esto y decir que las viviendas sociales se pueden entregar tanto en arriendo como en propiedad. Algo así arreglaría el problema y dejaría tranquilos a los chilenos. Chile, como le decía, es un país de propietarios no de arrendatarios.
- ¿Plantea este marco institucional la posibilidad de nuevas herramientas para solucionar el déficit habitacional?
- No veo herramientas nuevas, de hecho, es igual a la legislación que tenemos ahora y eso es más que suficiente para poder lograr disminuir el déficit habitacional. Simplemente aplicando la actual legislación que es buena pero que adolece de algunas fallas que se podrían corregir, se podrían ir construyendo nuevas viviendas.
- ¿Qué diferencias sustantivas hay entre la actual Constitución y la propuesta?
- Que la propuesta no dice nada respecto de algo que es muy importante para resolver los déficits habitacionales, que es la relación público-privada. La participación de los privados con el Estado para poder ayudar y construir viviendas. El Estado por sí mismo no es capaz ni ha sido nunca capaz de hacerlo y es cuestión de mirar lo que ha pasado en los últimos años, construyéndose alrededor de cien mil viviendas al año. Resulta que los problemas de los últimos años dispararon el déficit y si queremos superarlo no veo que la propuesta incluya la colaboración público-privada.
- ¿Significa que se queda con el marco institucional actual?
- Hoy día las herramientas existen y no hay razón para crear nuevos artículos. Debo decir que encuentro muy bueno que la vivienda y la ciudad estén incluidas como un derecho, pero creo que lo que se hizo es insuficiente y tiene el defecto de no incluir la propiedad claramente expresada en el artículo 51.