RESCATAR Y FORTALECER NUESTRAS MIPYMEs
ADMINISTRACIÓN. Corto plazo, recuperación. Permanentemente, cultura del aprendizaje.
En la actual coyuntura debiésemos trabajar con urgencia en el correcto diseño de una solución para recuperar y fortalecer nuestras micro, pequeñas y medianas empresas (mipymes), como sector muy golpeado y diezmado con la pandemia, considerando para ello una batería de ayudas e instrumentos con diferentes alcances y perspectivas de contribución.
Reconociendo todos que el problema es de gran envergadura, de amplio espectro, con consecuencias profundas en la raíz del empleo nacional, es urgente hacer un esfuerzo por aportar al análisis sobre lo que se necesita, tanto para recuperar como para potenciar este segmento. No sería bueno que en unos años más, al mirar hacia atrás, nos digamos: "tuvimos la oportunidad de realizar un esfuerzo mucho mayor por este importante sector y no lo hicimos".
ORDENANDO EL TEMA
Para ordenarlo es necesario, primero, distinguir entre la ayuda de recuperación y salvataje de la ayuda de mayor alcance y profundidad. La primera está constituida principalmente por las del tipo financieras, bonos, planes y programas de reestructuración de pasivos, habilitación de garantías extraordinarias, creación o puesta a disposición de este segmento de variadas modalidades de créditos (incluidos los bullet), más otras medidas que son parte esencial de la solución. Sin ellas, un porcentaje no menor de jugadores no podría seguir en el partido.
TEMAS A FORTALECER
Lo primero es tratar de potenciar con urgencia su "capacidad asociativa", lo cual constituye hoy un rasgo muy valorado en personas y en organizaciones. Construir redes, en su más amplia connotación, y trabajar hábilmente en ellas ya es una competencia nuclear que debe ser atendida e incluida.
En la práctica, esto se relaciona con la forma como compramos, vendemos, contratamos, nos asociamos, etc. La incorporación de desarrollos que aporten plataformas colaborativas confiables por rama de actividad, que permitan el ingreso de estas empresas con intereses comunes para potenciar relaciones sinérgicas de compra, venta, capacitación, visitas tecnológicas, etc., debiese estar en el foco preferente de atención.
Lo segundo, es que debiésemos aportar a este grupo de empresas opciones de sistemas de gestión de muy bajo costo, que permitan mejorar sustancialmente la administración y ordenamiento de sus procesos internos, actuando directamente en los procesos críticos, no en la periferia o en apoyos de borde como ha sido un poco la tónica.
Hoy los clientes están tirando fuertemente el carro de la tecnología online, y muchas empresas están presentando graves problemas y necesidades porque sus procesos internos -por ejemplo, el logístico-, no ha avanzado tanto como debiera. Hay muchas razones para mejorar la eficiencia de los procesos internos, además de la reducción de costos y gastos implícita.
Como alternativa, los sistemas ERP (Enterprise Resource Planning) cumplen muy bien su misión de ordenar, integrar y optimizar la gestión global de los procesos, generando economías significativas, actuando además 100% en línea con las exigencias de los organismos fiscalizadores (SII y otros), con todo lo que eso significa.
Estos sistemas son factibles de implementar utilizando versiones internacionales de código abierto de alta calidad, sin pago de licencias, totalmente parametrizados y estandarizados para cada rubro, tal como existe experiencia al respecto en otros países.
Lo tercero, es la capacidad real de entender y asimilar las redes, operar tecnologías y construir buenos planes de acción, por nombrar solo unos pocos temas, lo que dependerá completamente de nuestra "educación continua en el tiempo".
CAPACITACIÓN CONTINUA
Debemos ir hacia una cultura de aprendizaje y desarrollo constante, lo cual hoy en día es posible aprovechando la potencia de la tecnología de las comunicaciones, cuya penetración se ha disparado a consecuencia de lo que estamos viviendo.
Si bien existen múltiples seminarios, charlas y otros tantos como oferta continua gratuita, se necesita una mayor planificación e involucramiento de los diferentes sectores interesados para focalizar bien los contenidos y programas que hagan posible sucesivos niveles de certificación de competencias a cero costos, que sean reconocidas y valoradas en el mercado laboral al realizar procesos de selección.
En resumen, hay muchas más consideraciones que exponer, pero está muy claro que debemos actuar pensando no solo en una ayuda en modo rescate, ya que eso sería desaprovechar una gran oportunidad histórica, una de muy alta rentabilidad social perfectamente lograble.