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"duda razonable" sobre la derecha
- Lo anterior, ¿puede ser muestra de que el acuerdo alcanzado hace unas semanas para "mejorar" la nueva Constitución, tendría dificultades en su eventual implementación, en caso de que gane el Apruebo?
- No hay un acuerdo pleno entre Socialismo Democrático y Apruebo Dignidad, pero la publicación es un paso mucho más importante que el que ha dado la derecha para mostrar su voluntad de cambiar, en caso de ganar el Rechazo. En esta fase, previa al plebiscito, se hacen aproximaciones a una nueva situación, pero obviamente, según el resultado, va a haber una mayor apertura a buscar entendimientos a partir del 5 de septiembre. Por eso, creo que la clave para que operemos en los días que quedan, debe ser la serenidad, no la polarización, entendiendo que en menos de 24 horas, pasaremos de una situación de pugna plebiscitaria a un escenario de exploración de acuerdos para una Convención.
- ¿Considera que el pacto del bloque oficialista se hace cargo de las deficiencias de la propuesta de la Convención y es lo suficientemente amplio para generar consenso con el resto de las fuerzas políticas?
- He revisado con mucho cuidado y me he convencido de que la Constitución tiene elementos de futuro que son fundamentales para Chile: el Estado social y democrático de derecho el espíritu de la cohesión social, la preocupación por el cambio climático y los servicios públicos para generar mayor cohesión y convivencia; y tiene también una mirada de futuro, que cuenta con el respaldo de la mayoría de los jóvenes de menos de 35 años. Este texto tiene esa gran virtud y tiene deficiencias importantes, que están casi todas contempladas en el acuerdo; hay otras que no están ahí, que hay que mejorar y estoy seguro que va a haber mayoría para hacerlo, porque a los votos de la centroizquierda, si no se suma el resto de la izquierda, se sumará igualmente toda la derecha. Por lo tanto, habrá votos suficientes para mejorar algunas materias donde no haya acuerdo.
- Recientemente la presidenta del PS, Paulina Vodanovic, emplazó a los partidos de Chile Vamos a que "definan una ruta" y que "digan unánimemente que están por una nueva Constitución". ¿Ha faltado una voz más firme desde la centroderecha para explicitar su ánimo de reformas?
- Por cierto. Mi experiencia y la de todos los chilenos, es de escepticismo sobre la historia del comportamiento de la derecha en materia constitucional. En 1989 hubo fuertes negociaciones y casi no se cedió; estaba aún Augusto Pinochet. El año '96, yo mismo como senador, junto a cuatro parlamentarios de la Concertación, propusimos una reforma constitucional democrática mayor; tuvimos que esperar hasta 2005 para terminar con los senadores designados, por la oposición de la derecha y la inamovilidad de los comandantes en jefe. Luego, tuvimos que esperar 25 años (2015) para cambiar el sistema electoral. Y en 2018, la derecha guardó en un cajón el proyecto de nueva Constitución de Michelle Bachelet. Es decir, entre 1989 y 2019, tuvieron que pasar 30 años para que nos enfrentáramos a una crisis por rigidez de la derecha para hacer cambios constitucionales. ¿Será capaz la derecha, en un año, de cambiar su forma histórica y estar disponible para una reforma mayor si gana el Rechazo? Es una duda razonable.
"no los veo exagerando una opción"
- En conversación con CNN, la ministra Camila Vallejo aseguró que como Gobierno "no hemos manifestado una posición clara sobre el Apruebo". ¿Se condice eso con la realidad, considerando que el mismo Giorgio Jackson ha apuntado que esta opción facilitaría la implementación del programa de Boric?
- No siendo del Frente Amplio ni Apruebo Dignidad, y teniendo distancia en algunas postura que han adoptado, veo que respecto a este periodo de campaña, han actuado con cautela, sin exagerar lo que es obvio y es que el sector que representa el Gobierno -no solo AD, sino también SD-, quiere una nueva Constitución y considera que a partir del Apruebo es más fácil reformar y llegar a buen puerto, pero no los veo exagerando una opción. Durante la Concertación me pasó varias veces que cada vez que manifestábamos nuestra voluntad de una reforma constitucional, como ocurrió con la Presidenta Bachelet, la agresión de derecha era tremenda, al decir que eso no valía, no servía y que estábamos interviniendo ilegítimamente como Gobierno. Siempre lo han hecho igual, pero encuentro que este Gobierno ha sido incluso más cuidadoso que la Concertación en defender su postura públicamente.
- En estos últimos días que restan de campaña, ¿cómo cree que debiese ser el rol del Ejecutivo? ¿Se podrá mantener al margen del despliegue que hagan los partidos de Gobierno en favor del Apruebo?
- Como lo está haciendo está bien. Mi preocupación va más allá del Gobierno y si pudiera hacer un llamada, además de la serenidad, es pedir que pensemos a futuro, a largo plazo. Pongámonos un minuto en el 2030 y meditemos lo que vamos a decidir el 4, el 5 y los días que sigan, a la luz de buscar un gran entendimiento nacional que sostenga una Constitución que sea aprobada en un plebiscito de salida con más del 70%, o que sea reformada si se aprueba, con un plebiscito también -como exige el nuevo texto-, que tenga más del 70%. Ese debe ser nuestro objetivo y pensar cómo hacemos un país que tire para arriba. Las perspectivas de una década mediocre están a la vista, si no reaccionamos a tiempo. 2