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Socialista, que está tratando de modificar el artículo 142, para que si gana el Rechazo no rija la Constitución vigente, sino que el Presidente envíe en 15 días un proyecto para concluir este proceso constituyente. Sin duda el Rechazo presenta evidentes ventajas en el camino hacia una nueva Constitución.
- Sostiene que la Constitución del 80 y la elaborada por la Convención se parecen en que son refundacionales. ¿La gente que apoyó casi en 80% el Apruebo en 2020 no quería eso?
- Bueno, yo creo que el 78% que votamos Apruebo en octubre de 2020, yo entre ellos, lo que queremos es una nueva Constitución, pero una buena Constitución, y en ese sentido, aunque una fue aprobada en dictadura y otra en democracia, lo que es una diferencia fundamental, efectivamente, el texto constitucional que se propone y la Constitución del 80 se parecen en que son refundacionales. El historiador Juan Luis Ossa, que escribió el libro Chile Constitucional hace dos años, señala que ambos se ponen de espalda a la tradición constitucional chilena construida durante 200 años en torno al reformismo gradualista, que es la negación de cualquier lógica refundacional.
Nueva convención, pero con reglas distintas
- ¿Y si se impone el Rechazo? ¿Nuevo plebiscito o convocatoria a elección de una nueva Convención?
- Yo estoy por concluir este proceso constituyente a través de un mecanismo paritario y democrático que permita una amplia deliberación y dotar de legitimidad a una nueva Constitución. He planteado la posibilidad de una nueva Convención, pero con reglas distintas. Es decir, seis meses de plazo, ni un día más, porque el debate constitucional ya se ha hecho; 70 miembros, como la asamblea constituyente de Colombia en 1991 y no 154; con un solo distrito nacional, en que los partidos concurren con lista cerrada, no por distritos como fue la última elección, y finalmente, sin lista de independientes y con escaños reservados en proporción a la participación electoral, porque en la elección de abril del 2021 votó solo el 22% del padrón indígena, es decir, 280.000 personas de un millón y medio, sin embargo, se provee el 100% de los escaños. La Lista del Pueblo, que era una lista de independientes con 27 miembros, y los escaños reservados, con 17, sumaron 44 escaños de un total de 154. Esa es una grave distorsión en términos de representación político electoral.
- ¿Qué piensa de la fórmula de la comisión de expertos que plantean algunos sectores de derecha? ¿No encuentra que sería muy elitista dado el respaldo que recibió en 2020 la elección directa de la Convención?
- A mí no me convence la tesis de la comisión de expertos. Lo que algunos o varios proponemos en términos de una nueva Convención Constitucional con distintas reglas: un distrito nacional, lista cerrada y sin lista de independientes.
- La UDI está planteando precisamente listas únicas cerradas nacionales y todo el país como un solo distrito. ¿Qué ventaja tendría esta fórmula?
- Tiene la ventaja de que hay una representación nacional en proporción a lo que representan distintas corrientes de opinión, y son los partidos los que colocan el orden de sus candidatos o candidatas. Eso permite ubicar a la cabeza de esas listas a personas que tienen conocimiento, incluyendo un saber experto muy importante. En la maravillosa entrevista a la madre del Presidente Boric, en la Revista Ya, ella dijo algo así como "yo pensé que las personas que habíamos elegido sabían, pero parece que no sabían". Refleja un sentido común ciudadano que recogería la nueva fórmula.
- En Apruebo Dignidad dicen que deberían aplicarse las mismas reglas de la anterior Convención Constitucional. ¿Va a ser una dura confrontación?
- Eso es tropezar dos veces con la misma piedra, no aprender nada de los errores de forma, incluso de diseño, que acompañaron a esta Convención. Hay que hacerse cargo del sentido común ciudadano. Yo no puedo estar más en desacuerdo con esa afirmación.
Tres años y medio de mandato por delante
- ¿Qué escenario vislumbra para el Gobierno si los resultados son muy estrechos, independientemente de quién gane?
- Habría que apelar al Presidente Gabriel Boric no en su calidad de líder de la coalición, ni siquiera de Jefe de Gobierno, sino en su condición de Jefe de Estado y símbolo de la unidad de la nación. Eso es el Presidente de la República a través de la historia de Chile. Por lo tanto, insisto, el proyecto de los senadores Rincón y Walker, de los senadores Flores y Espinoza, tiene mucho sentido, en cuanto a que sea el propio Presidente, en el plazo de 15 días, el que introduzca un proyecto que deberá ser debatido en el Parlamento y buscar una fórmula de amplio consenso, ojalá más de 2/3, lo que creo perfectamente posible. Adicionalmente, el Gobierno sabe, o debiera saber, que le quedan más de tres años y medio de mandato, y por lo tanto tiene que buscar una fórmula que permita de una vez por todas reunir un amplio consenso, como ha dicho elocuentemente el expresidente Ricardo Lagos.
- ¿Qué factores van a definir a su juicio el resultado del Plebiscito de septiembre? ¿Los derechos sociales garantizados, la protección del medio ambiente, la seguridad, la economía, las crisis en las macrozonas?
- Aquí hay un juicio crítico con respecto al trabajo de la Convención y a aspectos centrales de la propuesta, especialmente en materia de estatuto indígena y sistema de gobierno, entre otros. También hay una hipótesis, que yo comparto, que dice que una buena parte de la ciudadanía va a votar no solo Apruebo o Rechazo a un texto constitucional, sino lo hará por la aprobación o desaprobación del Gobierno, por la sencilla razón de que se ha jugado por entero, ha puesto todas sus cartas, desde el Presidente para abajo, en la opción del Apruebo. Entonces tiene que asumir las consecuencias de esa decisión, que le puede jugar en contra.
- ¿Pero la percepción de inseguridad, la inflación, la crisis migratoria en el norte, los atentados y sabotajes en el sur tendrán un peso específico?
- Todo eso va a influir. La seguridad y la inflación son los temas que más golpean a la población y eso nos trae malas noticias en dos ámbitos. En primer lugar, eliminar el estado de emergencia en la propuesta constitucional, cuando vemos la situación de violencia existente en la Macrozona Sur, constituye una gran irresponsabilidad. Y en segundo lugar, se elimina la iniciativa exclusiva del Ejecutivo en materia económica, con lo cual se revierte una tendencia de 100 años de debate constitucional en Chile, que parte en la Constitución de 1925 y que culmina con la reforma constitucional del Presidente Eduardo Frei Montalva en 1970, que incluye las normas sobre previsión y seguridad social dentro de la iniciativa exclusiva del Ejecutivo en esta materia.
MOMENTO de la DC y centroizquierda por el rechazo
- En lo que respecta a su partido, ¿después del Plebiscito se acaba la era Delpin?
- No quiero ser tan tajante, él es el presidente del partido y yo soy respetuoso. Tenemos una diferencia interna, una parte del partido está con el Apruebo, otra parte estamos con el Rechazo. La última Junta Nacional, si bien se pronunció por el Apruebo, decretó también libertad de conciencia, y en ese sentido creo que es tan legítimo apoyar una u otra postura. Quiero resaltar que la mitad de los parlamentarios democratacristianos, senadores y diputados, están por el Apruebo y la otra mitad por el Rechazo, y yo me atrevo a conjeturar que la mayoría del electorado democratacristiano, que es coherente con la mayoría ciudadana que se expresa en las encuestas, está más por el Rechazo que por el Apruebo.
- ¿La DC entra al Gobierno cualquiera sea el resultado del 4?
- La Democracia Cristiana optó en la Junta Nacional del mes de noviembre por no ingresar al Gobierno, por lo tanto, no veo ninguna razón para variar esa definición.
- ¿Existe riesgo de división del partido?
- Yo quiero creer que no. La Democracia Cristiana históricamente ha enfrentado diversas coyunturas críticas y yo quiero pensar que esta directiva va a entender que hay una razón de bien común para permitir que ambas opciones se expresen libremente. Más que concentrarme en lo que ocurre internamente en el partido, quiero destacar que a mi juicio el hecho político más notable de los últimos meses en Chile es la centroizquierda por el Rechazo. No son solo los parlamentarios democratacristianos liderados por los senadores Ximena rincón y Matías Walker, jefa y subjefe de la bancada de senadores; el diputado Eric Aedo, jefe de la bancada de diputados, y la diputada Joana Pérez, vicepresidenta del partido; junto con ellos están muchos exparlamentarios del partido. También quiero resaltar los movimientos que surgen, por ejemplo, en torno a Amarillos por Chile liderados por Cristián Warnken, que provenimos claramente de la centroizquierda; o el movimiento Una que nos Una, con Javiera Parada, Felipe Harboe, Andrés Velasco, Oscar Landerretche. Para qué decir la declaración de muchos exdiputados del PPD y altos dirigentes del Partido Radical. Todos nos hemos expresado públicamente en favor del Rechazo en los últimos dos meses y yo creo que la centroizquierda por el Rechazo es la que va a inclinar la balanza del próximo Plebiscito.
- ¿Y usted va a seguir en la DC, de la que se han ido tantas figuras emblemáticas?
- Yo soy nacido y criado en la Democracia Cristiana. No recuerdo la fecha en que ingresé al partido, y por lo tanto toda mi vida ha transcurrido en torno a esta colectividad. Porque doctrinariamente está vigente esta hermosa historia de 80 años y porque Chile necesita un Partido Democratacristiano bien posicionado en el centro, que sea capaz de articular voluntades desde la centroizquierda, como ha sido nuestra historia en estos últimos 35 años, pero también más allá de la centroizquierda. Así es que yo aspiro a que la DC pueda reposicionarse en el escenario político nacional sin complejos derechistas ni izquierdistas porque creo que tiene un rol que jugar.
- ¿Cuáles son sus expectativas respecto del Plebiscito y lo que viene para el país?
- Yo espero que triunfe la opción del Rechazo, pero que cualquiera sea el resultado -ya sea desde quienes postulan el Aprobar para Reformar, sobre lo cual tengo muchas dudas pero que es legítimo, o bien quieres postulamos Rechazar para Avanzar a una nueva Constitución- seamos capaces de crear un terreno común para buscar ese acuerdo amplio al que nos ha convocado el expresidente Ricardo Lagos, quien ha tenido una gran consistencia, como siempre a lo largo de su vida, en materia de adhesión a los principios que conforman a través de su historia la República de Chile. Una historia que está siendo desconocida por esta nueva Constitución a partir de su lógica refundacional, que en eso se parece a la Constitución de 1980. 2
Chile necesita una DC bien posicionada en el centro, que sea capaz de articular voluntades desde la centroizquierda, pero también más allá de la centroizquierda. Aspiro a que pueda reposicionarse en el escenario político nacional sin complejos derechistas ni izquierdistas".
El Gobierno sabe, o debiera saber, que le quedan más de tres años y medio de mandato, y por lo tanto tiene que buscar una fórmula que permita de una vez por todas reunir un amplio consenso, como ha dicho elocuentemente el expresidente Ricardo Lagos".
Planteo la posibilidad de una nueva Convención, pero con reglas distintas. Seis meses de plazo, 70 miembros, con un solo distrito nacional, en que los partidos concurran con lista cerrada, sin lista de independientes y con escaños reservados en proporción a la participación electoral".
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