El tormento de los yanaconas que cruzaron el desierto
La escritora María José Poblete rearmó la expedición española en busca del "Cuzco del Mapocho". Para situar al pueblo yanacona estudió lenguas originarias y escuchó misas en quechua.
Dice la historia que en 1540 se adentraron a pie al seco desierto chileno, fustigados y engrillados por cientos de soldados españoles, miles de yanaconas y africanos. Iban tras la conquista de nuevos territorios para la Corona. La novela "Desde el confín", de la escritora y abogada chilena María José Poblete, ausculta en ese estupor de los pueblos precolombinos. Los ve sucumbir ante nuevos dominadores luego que el Inca abandonara la conquista del Valle del Aconcagua, vencido por los belicosos pueblos del sur.
El relato también refiere al domingo 11 de septiembre de 1541, cuando Michimalonco asaltó el fuerte español. Sigue con la decapitación de un grupo de caciques prisioneros como represalia al fuego y la destrucción de esa incipiente aldea que fue Santiago.
Son tiempos ásperos y de sobrevivencia, que abren preguntas sobre los cíclicos embates de la identidad nacional. Dentro de los personajes está la yanacona Kusirimay, a quien le dicen "La Lengua", ya que traduce para los españoles. También están los mapuche Saikín (prisionera de los españoles) y Aukañamku, El Ojo, un weipife encargado de transmitir la tradición en sus poéticas intervenciones
En cuanto a las fuentes que alimentó este flujo de la historia tan lejana como urgente, la autora cuenta que estudió gramática quechua y mapuzungun. Que fue a misas y escuchó música quechua. Visitó comunidades mapuche y leyó las crónicas de Gerónimo de Vivar y las cartas de Pedro de Valdivia. También leyó a Fray Bartolomé de Las Casas, Alonso de Ovalle, Juan Ignacio Molina y a teóricos como Tzvetan Todorov, Miguel León Portilla, José Bengoa, Rolf Foerster y otros ensayistas que abordan el mundo femenino, lo religioso y la botánica.
-¿Desde cuándo cargas esta novela?
-Esta novela me tomó muchísimo tiempo escribirla, me tomó once años. Partió en torno a una reflexión muy antigua, que siempre me ha rondado, y que es el tema de la identidad. Viví muchos años en Francia y en una conversación entre amigos me preguntaron por mis orígenes, si sabía quiénes eran mis antepasados. Les dije que en Chile no se hablaba mucho de eso, que había una historia de negación con los pueblos originarios y que nos habíamos perdido de hacer una reconstrucción de nuestras raíces.
También el tema de la identidad asoma a su cabeza cuando da un vistazo a su niñez de recurrentes viajes y cada nueva casilla donde debía encajar tras esas mudanzas.
"Siempre hay un otro en los lugares nuevos, y también se presenta la necesidad de uno mismo definirse como un otro, saber quién se es", admite María José Poblete.
-¿Por qué te interesó el tema de la Conquista, la colisión entre mundos?
-La Conquista es un tremendo lugar. Es brutal como escenario, violento pero también inevitable si piensas en la identidad y las voces que hay en ti. Me pareció un momento tan necesario de escuchar, poner toda la atención posible a estas voces distintas, creo que por eso tomó esa forma coral.
-¿Cuándo supiste que las voces de la yanacona y de la mapuche tomarían preponderancia?
-Lo que yo quería era contar una historia íntima, contar la historia de estas personas, qué les pasó, y mientras más pensaba y estudiaba cómo era la gente en esa época, cómo veían el mundo, cómo hablaban, era un ir y venir. Sentía que debían haber sido tremendamente infelices. Imagínate cuando la historia, con hache mayúscula, te atraviesa de punta a cabo. De la mapuche y la yanacona no tuve idea que iban a tomar protagonismo, empezaron a aparecer en la medida que iba escribiendo.
-Se habla poco de los yanaconas. ¿Qué piensas? ¿Jugaron un rol controvertido?
-Son destinos trágicos. La yanacona de mi novela dice que es doblemente demonio, todos la miran y se preguntan quién es. Yo siento una simpatía brutal con la yanacona. Ella no es de nadie, en el sentido que nadie la considera, ni siquiera dentro de los yanaconas es considerada una de ellos porque la miran con suspicacia porque está con un español. Los yanaconas fueron pueblos que pasaron de mano en mano, primero fueron esclavos de los incas y después de los españoles.
Nombrarlo todo
La violencia en los cuerpos y la violencia en el lenguaje también aparecen entre las líneas de esta novela. En sus páginas finales incorpora un valioso glosario con términos como "reche" que es la gente verdadera, los originarios antes de la llegada de los españoles; o el vocablo inca "promaucaes", que es como se referían a los rebeldes no sometidos a su dominio.
-Cuéntame sobre el personaje de El Ojo, que tiene un rol como profético, ¿qué lo impulsa?
-Tiene un rol distinto en la narración. Su papel es contar la historia para un pueblo que no tiene escritura, él mantiene la identidad del pueblo. Habla desde lo colectivo, es muy fuerte en sus reflexiones, habla desde el un "nosotros". Es la identidad de un pueblo, pero desde una mirada muy intimista, le da relato y cohesión a las vivencias individuales. Siempre habla frente a un grupo, ante el fogón, le da cierto sentido a este derrumbe de la civilización que hubo, que ocurrió.
- ¿"El Ojo" mantiene el futuro como algo posible"
-En un período de frecuentes guerras estaban muy agotadas las poblaciones locales. Vivían construyendo fuertes en las puntas de los cerros más altos. También abandonaban sus aldeas y las quemaban. Las familias se separaban, huían, estaban con una tristeza y cansancio profundo cuando llegaron los españoles así que "El Ojo" fue muy importante. Fue una manera en la cual la historia se expresó. Para los otros, para todos era necesario escucharlo, era un hogar, un cobijo.
maría José poblete nació en montreal y Pasó su infancia entre chile, san francisco y parís.
"Desde el confín"
María José Poblete
Seix Barral
264 páginas
$17.900
Por Amelia Carvallo A.
david gómez