Indemnización por obras en el Sausalito
Corte Suprema condenó al municipio de Viña, el IND y el Gobierno Regional a pagar una alta suma a la empresa Besalco, que hizo mejoras. El fallo es un duro golpe para el municipio, pues deberá enfrentar este gasto sorpresivo en circunstancias que recién recuperó sus cifras azules en el ejercicio presupuestario, aunque las deudas de corto y largo plazo superan los $ 21 mil millones.
La noche del 3 de junio de 2015, en una fiesta que incluyó fuegos artificiales y un partido de antiguas estrellas de Everton, la ciudad de Viña del Mar inauguró la anhelada remodelación del Estadio Sausalito. Fue la culminación de un proceso que estuvo precedido por varias controversias en torno al diseño del proyecto, pugnas permanentes por la asignación de recursos y desencuentros que involucraron al Instituto Nacional del Deporte (IND), el Gobierno Regional, el municipio viñamarino y la empresa Besalco. Meses después de la inauguración, un informe de Contraloría mostró la serie de irregularidades cometidas en todo el tiempo, incluso acusando a la administración consistorial de usar subterfugios para forzar la inauguración del estadio sin tener el permiso de obras tramitado.
Más de un lustro después, es la Justicia la que pone en aprietos al municipio, el IND y el Gobierno Regional al admitir parcialmente la demanda indemnizatoria interpuesta por Besalco debido a los perjuicios que sufrió con los continuos cambios de diseño, ampliaciones de obras y modificaciones de contrato. "Por el daño consistente en los gastos generales adicionales en que debió incurrir (Besalco) debido al aumento de plazo de la obra, deberán solucionar la suma de $2.224.018.902", precisa el fallo de la Corte Suprema conocido esta semana. Allí se establece, además, que "deberán pagar a la demandante, en razón de las obras ejecutadas por ésta y no reconocidas por la parte demandada (...) la cifra equivalente a 15.100,55 Unidades de Fomento", un monto que supera los $ 500 millones, más los intereses asociados.
El fallo es un duro golpe para las arcas del municipio, pues deberá enfrentar este gasto sorpresivo en circunstancias que recién recuperó sus cifras azules en el ejercicio presupuestario, aunque las deudas de corto y largo plazo superan los $ 21 mil millones. El concejal Sandro Puebla cree que un segundo fallo negativo, esta vez en el juicio contra Besalco por la construcción de los estacionamientos bajo la plaza Sucre, dejaría en delicada situación a la casa consistorial viñamarina. En tanto, en el Gobierno Regional observan con horror que la Suprema los considere corresponsables de los errores en el proceso, aunque el organismo solo entregó recursos para algunas obras, sin ser contraparte técnica. "¿Qué incentivo habrá para ayudar a un municipio, si como Gore deberemos hacernos cargos de sus errores técnicos?", advierten algunos consejeros que accedieron al fallo. Como mar de fondo, queda la preocupación permanente sobre las capacidades reales de los organismos públicos para resolver las obras de gran envergadura sin contratiempos o enredos judiciales posteriores. Allí tenemos como ejemplo los ascensores Cordillera, Concepción y Espíritu Santo, que esta semana sufrieron una nueva postergación. Y más adelante quedan los desafíos que significan una megaobra como la extensión del tren a La Calera y los proyectos de ampliación portuaria.