LA INVESTIGACIÓN DE mercados y LA "BRECHA DE COMPLEJIDAD"
ADMINISTRACIÓN. La falta de información del cliente es clave.
A pesar de que podemos afirmar que hemos transitado de la escasez a la abundancia con respecto al volumen de información disponible, debemos reconocer que la investigación de mercados a través de los métodos cuantitativos devela lo que se ha dado en llamar la "brecha de complejidad", al presentar de manera incompleta el problema o fenómeno en estudio.
LA CLAVE EN LA
COMPLEJIDAD
Según un estudio realizado por IBM, el mayor desafío que enfrentan los CEO es la "brecha de complejidad". El 80% espera que el entorno empresarial crezca en complejidad, pero la mayoría no se siente preparado para el cambio. Este estudio señala también que los directores generales ven la falta de información del cliente como su mayor déficit en la gestión de la complejidad.
Como consecuencia de esto, muchas empresas recurren a la investigación de clientes basada en big data y análisis, lo cual entre otras cosas puede ayudar a predecir la próxima compra, pero no a comprender por qué la hizo o cómo fue su experiencia antes, durante y después de la misma. Sin esa información, los investigadores y las empresas no pueden cerrar la "brecha de complejidad".
En el apuro por reducir a los consumidores a cadenas de unos y ceros, y llevarlos a un algoritmo determinado, alimentado por un abundante flujo de datos, los investigadores y las empresas están perdiendo de vista el elemento humano.
COMPORTAMIENTO
NO RACIONAL
A este respecto, coincidiremos con que el comportamiento de los consumidores o clientes no siempre es del todo racional, por lo que resulta importante acceder o acercarnos a sus experiencias, motivaciones, significados y, en definitiva, a cómo perciben la realidad y examinar cómo experimentan la vida desde ellos mismos y no desde la perspectiva del investigador o de la empresa, esta última teñida en ocasiones por un sesgo de confirmación o confirmatorio; es decir, buscar y ver solo la información que confirma la posición o hipótesis preestablecida. En definitiva, la invitación es a atreverse a cruzar a la vereda de enfrente para mirar desde la perspectiva del cliente o consumidor (sujeto).
Por lo señalado, es importante el acceso a la experiencia del cliente, lo cual solo se logra mediante una estrategia de investigación abierta, sin ideas preconcebidas y desprejuiciada.
Este acercamiento implica enriquecer nuestra perspectiva de investigación en el desafío de entender a los clientes de una forma radicalmente diferente, accediendo a las raíces de sus comportamientos en un proceso no lineal denominado "creación de sentido", que revelará las causas subyacentes (motivaciones a menudo sutiles e inconscientes) que informan el comportamiento del consumidor.
METODOLOGÍA
Desde el plano metodológico, esto significa abrir el abanico paradigmático, reconociendo el aporte del paradigma fenomenológico en las investigaciones de mercados y, de esta manera, transitando de las variables a los conceptos, de las hipótesis a los supuestos, de la medición a la comprensión, de la representatividad estadística a la representatividad estructural o sociológica, y de lo homogéneo a lo heterogéneo.
Desde esta perspectiva, el enfoque denominado "creación de sentidos" arraigado en las ciencias humanas (antropología, sociología, filosofía y ciencias políticas) desde el paradigma fenomenológico interesado en el estudio de cómo las personas experimentan la vida, puede iluminar las verdaderas necesidades de los clientes, lo que implica que las empresas deben centrarse en la experiencia de aquellos, para luego recoger datos de primera mano, encontrando patrones en los mismos, lo que generará nuevos conocimientos que se traducirán en nuevas iniciativas.
Sin duda que el producto de este esfuerzo de creación de sentido involucra un tiempo prolongado en terreno realizando, por ejemplo, observaciones etnográficas y series de grupos de discusión o entrevistas en profundidad, entre otras estrategias; no obstante, la información que proporcionará a la toma de decisiones se verá enriquecida.
De igual manera, es preciso reconocer que es una falacia el pensar que la abundancia de datos cuantitativos asegura la comprensión de un fenómeno o problema de investigación. También lo es pensar que la complementariedad de los paradigmas y métodos de investigación completa la "brecha de complejidad"; sin embargo, podremos coincidir en que la reduce significativamente.