Casi seis meses de gestión alcanzó a cumplir en el cargo de secretario regional ministerial de Salud el médico cirujano Mario Parada, especialista en salud pública y docente de la Universidad de Valparaíso. La recién asumida ministra Ximena Aguilera, junto al subsecretario de Salud Pública, Cristóbal Cuadrado, decidió aprobar su renuncia voluntaria luego que una serie de polémicas, acusaciones por mal uso de auto fiscal y críticas a su desempeño aglutinaran un peso difícil de aguantar para el Gobierno, que a nivel regional está presionado por diversos flancos, incluido el "fuego amigo" de algunos alcaldes del Frente Amplio.

Aunque en las oficinas de la Seremi la caída de Parada era algo que se esperaba desde hace un mes al menos, la fuerte presión pública ejercida esta semana por los diputados Andrés Celis (RN) y Luis Fernando Sánchez (Partido Republicano) terminó por doblegar -al menos así lo parece- los apoyos políticos que sostenían al médico y convencer a la nueva autoridad ministerial de que era urgente proceder con un cambio. Más allá de las controversias, a Parada le pasaron la cuenta su inexperiencia, su desconocimiento de muchos elementos clave para ejercer un cargo relevante de la salud regional, al punto que con muchos funcionarios de la autoridad sanitaria no logró establecer vínculos de confianza o la coordinación indispensable para una gestión exitosa. Falta de reacción ante las contingencias y una exposición pública menor a la necesaria para una autoridad que enfrenta una pandemia son otras de las críticas que tanto dentro de la coalición de Gobierno como desde la oposición planteaban sobre el ahora exseremi. En su reemplazo asumirá como subrogante la doctora María Verónica Vásquez, quien se desempeñaba como jefa de Departamento de Salud Pública y Planificación Sanitaria.

La partida de Parada es un recuerdo al resto de las autoridades de que sus pasos sí son monitoreados desde La Moneda y que el recambio de ministros que puso al PPD a cargo del gabinete podría tener réplicas en otras carteras a nivel regional. En la medida que la discusión sobre el nuevo proceso constituyente quede enclaustrada en el Congreso y crezca la exigencia al Ejecutivo para que atienda los problemas urgentes -seguridad y crisis económica entre los más acuciantes-, mayor será la presión sobre el gabinete regional para que muestre resultados. En esta nueva etapa, también aquí en Valparaíso, el Gobierno va a necesitar la mayor unidad posible de sus partidos y por ello la delegada regional presidencial, Sofía González, apuró esta semana una reunión con los presidentes regionales de todas las colectividades, con quienes sostuvo un análisis bastante descarnado sobre la marcha del Gobierno. ¿Será suficiente esta confianza renovada para sostener sin cambios al resto del gabinete regional?

El paño Las Salinas es un sitio emblemático ubicado en el corazón de Viña del Mar, que debido a su extensa historia industrial de combustibles está contaminado en forma significativa con una amplia gama de hidrocarburos de petróleo. Este lunes 12 de septiembre el Comité de Ministros ha dado luz verde al proyecto de saneamiento ambiental basado en la tecnología de biorremediación del paño Las Salinas. La decisión ministerial es una excelente noticia para la Región de Valparaíso y una gran oportunidad para avanzar hacia su aplicación en sitios urbanos contaminados en todo Chile.

La biorremediación es una tecnología para la descontaminación ambiental de suelos y aguas basada en procesos naturales catalizados por los microorganismos, que son expertos descontaminadores y degradadores de contaminantes tóxicos. La biorremediación es sustentable, mitiga el cambio climático y permite recuperar sitios impactados, para su reincorporación a la trama urbana y los ecosistemas. En los países OCDE la biorremediación se aplica regularmente para descontaminar espacios urbanos y rurales impactados. En varios países de América Latina, como Argentina, Brasil, Ecuador y México, empresas privadas y públicas han utilizado esta biotecnología para descontaminar. En Chile, el empleo de la biorremediación ha sido más incipiente, pero tiene en el futuro un gran potencial para la recuperación se zonas contaminadas.

Chile posee un gran número de sitios urbanos contaminados. ¿Cómo la sociedad puede hacerse cargo de estos pasivos ambientales urbanos?

Las ciencias y las tecnologías tienen la palabra, pues abren nuevos caminos para abordar los desafíos de la sociedad. Las universidades regionales han liderado y guiado en sus regiones el desarrollo de la ciencia y la tecnología, como también de las humanidades y el arte. En este proyecto de biorremediación del paño Las Salinas han trabajado en forma mancomunada, junto a la empresa Inmobiliaria Las Salinas, las instituciones regionales Universidad Técnica Federico Santa María, Pontificia Universidad Católica de Valparaíso y Universidad de Playa Ancha, con el entusiasta apoyo de sus autoridades. Los estudios durante los últimos siete años liderados por sus profesores en los laboratorios de investigación, que incluyen investigadores asociados, ingenieros, investigadores de Doctorado y Magíster y estudiantes de pregrado, han sentado las bases que permitieron proponer la biorremediación como la tecnología más apropiada para el saneamiento ambiental de este terreno.

Este tipo de cooperación entre las universidades y la colaboración universidad y empresa, que requieren desarrollarse con mucho mayor fuerza en Chile, son fundamentales para formar profesionales e investigadores capacitados en el saneamiento ambiental y la biotecnología, y para poder transitar hacia un desarrollo más sustentable, un desafío que Chile empieza lentamente a abordar.