LA TRIBUNA DEL LECTOR La temporalidad del IPoM
POR ALEJANDRO CORVALÁN QUIROZ, ACADÉMICO ESCUELA DE INGENIERÍA Y NEGOCIOS. UNIVERSIDAD VIÑA DEL MAR.
La semana antepasada tuvo en la política un gran y fundamental actor, especialmente con el resultado del plebiscito de salida. No obstante, lo anterior, también la economía tuvo una semana plena de noticias macroeconómicas muy complejas para el conjunto de la sociedad. El estudio de la macroeconomía se organiza en 3 modelos básicos y que tienen sus máximas posibilidades de aplicación en diferentes marcos temporales. Estos son: largo plazo; mediano plazo y corto plazo. A corto plazo las fluctuaciones de la demanda determinan la cantidad utilizada según la capacidad existente y, por lo tanto, el nivel de producción y desempleo. En este último caso, la política económica desempeña el papel más importante. A mediano plazo el nivel de capacidad productiva determina la producción y las fluctuaciones de la demanda en relación con este nivel de oferta determinando los precios y la inflación.
El Informe de Política Monetaria, IPoM, recientemente publicado correspondiente a septiembre se sitúa temporalmente en el corto y mediano plazo y nos comunica que "la elevada inflación está provocando efectos relevantes en los ingresos y las expectativas de los diferentes agentes económicos". La inflación ha seguido aumentando, alcanzando el 14,1% anual en agosto, el más alto en 30 años, según el Índice de Precios al Consumidor, IPC, informado en la semana pasada. El alza del IPC se da en un contexto en que las expectativas de inflación han aumentado, como lo muestran distintas fuentes de información que la inflación esperada a corto plazo ha subido de forma importante, "En los últimos meses continuaron destacando los aumentos de los precios de los alimentos -volátiles y no volátiles-, que explicaron casi un tercio de la inflación anual a julio. La inflación subyacente -IPC sin volátiles- subió hasta 10% anual, donde resaltó la mayor contribución de los servicios y los alimentos no volátiles."
En cuanto a la actividad económica, "los datos del segundo trimestre e inicios del tercero indican que la economía continuó en el proceso de ajuste tras los fuertes desequilibrios acumulados en 2021. En el segundo trimestre, excluyendo la minería, la actividad tuvo un retroceso de 0,5% t/t -serie desestacionalizada-, caída que se extendió a julio. Por sectores, destacó el descenso del comercio, el que fue compensado parcialmente con el alza de algunas actividades de servicios". Respecto al consumo privado siguió reduciéndose desde los elevados niveles que mostró en 2021, y en relación con "la trayectoria de ajuste del consumo se da en un contexto en que los salarios reales continúan contrayéndose, se ha ralentizado la creación de empleo y se ha ido agotando la liquidez remanente de las medidas de estímulo de 2021." Respecto a la inversión el IPoM, "la formación bruta de capital fijo (FBCF) continuó reduciéndose, en un escenario donde la incertidumbre es elevada y la confianza empresarial sigue deteriorándose". Además, el IPoM nos alerta que "pese a la reducción del consumo y la debilidad de la inversión, el déficit de la cuenta corriente - acumulado en doce meses- aumentó en el segundo trimestre, reflejando aún la magnitud de los desequilibrios de 2021, a los que luego se unieron un deterioro de los términos de intercambio y altos costos de transporte".
Respecto a las proyecciones, el Informe estima que "la proyección de inflación para fines de 2022 y para 2023 se corrige al alza respecto del IPoM previo, producto de la depreciación adicional del peso y la mayor persistencia inflacionaria", con lo cual la inflación convergerá a la meta de 3% recién en el año 2024. Además, se estima que la economía continuará ajustando los significativos desequilibrios que acumuló en el 2021, lo que implicará que "la economía crecerá por debajo de su potencial por varios trimestres más, con lo que la brecha seguirá reduciéndose y se ubicará en niveles negativos a partir de fines de este año". En este escenario, el PIB tendrá una variación anual entre 1,75 y 2,25% este año, entre -1,5 y -0,5% en 2023 y entre 2,25 y 3,25% en 2024".
Los dos últimos años hemos enfrentado un escenario, interno y externo, con una serie de shocks y de magnitud más alta de lo deseado, lo cual ha configurado un cuadro muy complejo. Sin embargo, hay un elemento macroeconómico ausente aún en el debate nacional, que es la conducta a largo plazo de la economía que pertenece al campo de la economía del crecimiento, el cual será parte de otro artículo en el futuro próximo.