Voluntad política en lucha por la seguridad
Un aumento presupuestario en el rubro exige un abierto respaldo de la autoridad, sin reservas, a la labor de las policías. Actualmente, el gran motor de la delincuencia es la droga. Hay mucho dinero, mucha organización, brutalidad y un tremendo daño. La lucha en ese frente tiene que ser permanente.
Finalmente, el Gobierno ha reconocido la gran demanda en seguridad que recorre todo el país y, en concreto, propone un aumento presupuestario del 4,4% en ese vital rubro, anuncio formulado al país por el propio Presidente Gabriel Boric. El ministro de Hacienda, Mario Marcel, confirmó esa cifra y aseguró que entre los años 2017 y 2021 el rubro acusó un crecimiento cero. Anunció, además, la compra de más de mil vehículos para Carabineros, cuya flota está en grave deterioro, y un gasto de $ 38 mil millones para ejecutar la nueva Política Nacional contra el Crimen Organizado. El plan también considera recursos para las municipalidades, algunas de las cuales están jugando un importante rol en la lucha contra el crimen, tarea que debe ser estimulada con presencia en terreno de personal, iluminación, cámaras de vigilancia y acompañamiento de las víctimas. En un plano general, se debe insistir en que la delincuencia tiene mil rostros y está en permanente renovación, asumiendo todas las ventajas de la tecnología con el objeto de vulnerar las redes de seguridad públicas y privadas. No se puede olvidar tampoco que, como lo reconoce el saliente fiscal nacional Jorge Abbott, "se están cometiendo delitos con una violencia desconocida hasta ahora".
Tampoco se puede olvidar que el orden público es un factor esencial en la preservación de la seguridad. Como parte de muchas movilizaciones se altera la seguridad y resultan afectados vecinos, comerciantes y barrios enteros, con daño al patrimonio y fuentes de trabajo. La comprobación de esta realidad la encontramos en un malherido Valparaíso. Hay que considerar en materia de seguridad el fortalecimiento de la labor de inteligencia, como recomienda Jorge Burgos, exministro del Interior. Sostiene que esa labor se debe orientar con un concepto de "anticipación a la comisión de delitos".
Hay un déficit también en materia de ciberseguridad, problema que ha quedado de manifiesto en las últimas semanas con vulneraciones al corazón mismo de la Defensa Nacional, pero que se viene produciendo hace ya bastante tiempo con violaciones de redes comerciales, especialmente las bancarias afectando directamente a las personas. Por otra parte, actualmente el gran motor de la delincuencia es la droga. Hay mucho dinero, mucha organización, mucha brutalidad y un tremendo daño social. La lucha en ese frente tiene que ser permanente considerando la penetración de las redes narco y su proyección internacional.
El aumento presupuestario anunciado es valioso, pero ese gasto exige una planificación robusta y, más que nada, voluntad política en su aplicación, sin reservas dogmáticas, respaldando a las policías. Lo contrario serán, como suele ocurrir con los recursos públicos, solo buenas intenciones y plata perdida.