"Es más cercano el riesgo populista de extrema derecha que de extrema izquierda"
Plantea que en el triunfo del Rechazo fue fundamental la votación de un tercio de los electores que es pragmático y apolítico, que si bien ahora se inclinó en una dirección, "mañana podría hacerlo en otra". Un grupo del que casi no se tiene información y que será necesario movilizar para ganar elecciones.
Desde el plebiscito los distintos sectores políticos que articularon el Rechazo han intentado asumir la representatividad de esos votantes, cuando se sabe que hay poca información sobre ellos y sus sensibilidades políticas.
Pero una encuesta elaborada antes del referéndum por la Universidad Diego Portales, a cargo del académico e investigador del Centro de Estudios de Conflicto y Cohesión Social (Coes), Cristóbal Rovira, llegó a conclusiones clarificadoras sobre esos ciudadanos que, viéndose obligados a votar, lo hicieron por el Rechazo.
Los datos muestran que el resultado del plebiscito se explica, primero, a partir de los dos tercios ideologizados que votaron Apruebo y Rechazo, pero que el tercio fundamental está en el medio de ambos extremos y que, aún así, terminó inclinando fuertemente la balanza hacia la opción ganadora.
-¿Cómo caracterizaría a este nuevo tercio que levantó la voz e hizo ganar al Rechazo?
-Como el tercio más interesante de la encuesta y lo explicaría como ese famoso segmento que sabemos que históricamente en Chile ha sido muy apático, que respondió a mis preguntas diciendo que no votó en procesos anteriores, que no le interesa la política, ni se posiciona en el eje derecha/izquierda. Ese tercio del que hablamos fue quien decidió la cuenta y si bien esta vez lo hizo en una dirección, el día de mañana podría hacerlo en otra.
- ¿Ese votante tiene posiciones ideológicas?
-Es un votante que en varias de las escalas ideológicas que construimos en la encuesta -sobre temas morales, inmigración y delincuencia- en general se posiciona en el medio de la sociedad, alejándose de los extremos. Y como tampoco se identifica con los partidos, sus decisiones las toma con un alto nivel de pragmatismo, sin tanta carga ideológica. Son personas que olfatean el momento político haciéndose preguntas como si la economía está andando bien o no y en base a eso castigan o premian a los que gobiernan.
-De ahí que el estudio de ustedes mostró una directa correlación entre votar Rechazo y las críticas al Gobierno...
-Ese es un dato clave porque si el día de mañana hay otra persona que está gobernando sin una buena evaluación, ese tercio también la castigará. En un contexto económico y de seguridad ciudadana tan difícil como este, con problemas que vienen de larga data, el tercio del que hablamos se hubiese rebelado contra cualquier otro actor político al mando.
VOTO OBLIGATORIO
-En la presentación de la encuesta se plantea que el voto obligatorio intermitente entre la elección de convencionales y el último plebiscito fue un error de la clase política ¿Ese error no nos dio la oportunidad de reconocernos mejor como sociedad?
-Lo vería más bien como una tarea mucho más compleja para los políticos. De retornar el voto obligatorio, ya no les bastará con movilizar a su propio nicho para ganar elecciones. Aparte de eso, tendrán que saber llegar a este otro segmento, del que hay pocas investigaciones y casi no se tiene información.
-¿Qué nos dice sobre todo esto el cambio de gabinete en que el Gobierno equilibró las fuerzas entre el Socialismo Democrático y Apruebo Dignidad, o que el presidente de la UDI sea uno de los referentes de este nuevo diálogo constitucional?
-Que parte de la clase política está entendiendo el fenómeno del plebiscito y que las elecciones se ganan con posturas moderadas, conectando con esta ciudadanía que es muy pragmática a la hora de tomar decisiones. El problema de fondo es que ese objetivo no pasa por cómo se le habla a la ciudadanía, sino que la política tiene que cumplir su tarea. Hoy día el sistema parlamentario está muy fraccionado y le cuesta mucho ponerse de acuerdo, pero es necesario generar proyectos de leyes que le demuestren a la ciudadanía que el país se está moviendo en la dirección correcta.
-Cristián Warnken entendió que la lección posplebiscito es que la ciudadanía carece de referentes partidistas de centro ¿Qué posibilidad real de éxito tiene un proyecto como el suyo?
-Lo primero que pensaría es que el ejercicio de construir partidos políticos es muy difícil y la propia literatura académica nos dice que la gran mayoría de los partidos que emergen fracasan. Desde ese punto de vista, creo que el movimiento de Warnken -y su idea de que el Rechazo puede construir nuevos partidos- está destinado al fracaso. Me cuesta pensar que AmarillosxChile, cuyos liderazgos provienen de la Democracia Cristiana, que es un partido que se está muriendo, vaya a tener éxito, ni creo que pueda ser un partido capaz de movilizar a las grandes masas.
Extremos políticos
-Si según la encuesta este tercio que se movilizó para el plebiscito no está polarizado ¿es el voto obligatorio una protección ante la posibilidad del auge populista o de extremos políticos?
-Diría que si estamos asustados de que pudiera surgir un liderazgo de ultraderecha o de ultraizquierda, uno de los mejores antídotos efectivamente sería el voto obligatorio.
-Comparándonos con Argentina y su peronismo o Venezuela con el chavismo ¿Chile ha tenido cierto grado de inmunidad frente a los populismos?
-Decir eso sería una idealización de nuestra historia política y democrática porque el siglo XX de Chile sí vio liderazgos populistas; pienso en el Alessandri de los años 20 o en la retórica de Ibáñez del Campo. Bajo momentos de crisis hemos tenido este tipo de liderazgos, claro que con menos trascendencia que, por ejemplo, el peronismo en Argentina. Posdictadura ese diagnóstico es más valedero, ya que por mucho tiempo Chile tuvo una suerte de inmunidad al populismo que descansa en el trauma de la Unidad Popular y en el trauma del pinochetismo.
-¿Por qué "tuvo" inmunidad?¿Se perdió?
-Esa inmunidad se mantuvo durante mucho tiempo donde la apuesta era a la moderación. Ni en la clase política ni en la ciudadanía había espacio para levantar proyectos que polarizaran al electorado. Sin embargo, esa cultura política se ha venido dislocando y gradualmente se está abriendo el espacio para que empiecen a surgir estos liderazgos populistas. Si le sumamos a eso el estallido social, que es una herida que todavía está abierta, la consolidación de nuestra democracia es una opción posible, pero también existen alternativas populistas autoritarias que podrían surgir en ese camino.
- ¿Dónde está el verdadero riesgo hoy? ¿En el auge de un populismo de extrema derecha o uno de extrema izquierda?
-En Chile es mucho más cercano el riesgo de un populismo de extrema derecha antes que uno de extrema izquierda. A nivel global los populismos de extrema izquierda están muy de capa caída y no están ganando electoralmente. Mientras que los populismos de extrema derecha vienen ganando mucho terreno en Europa o en América Latina y un ejemplo claro es que Bolsonaro, pese a toda su gestión, fue capaz de obtener el 44% de los votos. 2
Sebastián Mejías O.
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