Tras un cuadro completo de la realidad migratoria
Con una cantidad cercana al millón y medio de personas, es necesario tener información precisa de esa población extranjera. El jueves, en Antofagasta, el Presidente Gabriel Boric dio una especie de ultimátum a los migrantes irregulares afirmando, duramente, "o se regularizan o se van" y agregó que "quienes hayan cometido delitos, derechamente se tienen que ir".
La Región de Valparaíso ocupa el tercer lugar nacional en cuanto a población migrante, de acuerdo a lo informado por el Instituto Nacional de Estadísticas (INE). De un total de 1.482.390 extranjeros, la gran mayoría, 909.414, reside en la Región Metropolitana. En segundo lugar está Antofagasta, con 106.274, y luego aparece Valparaíso, con 97.058.
Estos datos corresponden a diciembre del año pasado y al ser actualizados fácilmente superarán un millón y medio de personas, alcanzando cerca del 8% del total de la población del país. Mayoritariamente, tanto en el país como en nuestra zona, los migrantes llegados en los últimos años son venezolanos, con un 30% del total. Aplicada la medición a la zona, la cantidad es de un 34% de esos extranjeros. En segundo lugar regional están los haitianos, 19,1%, seguidos de los argentinos, 9,5%, colombianos, 8,1%, y peruanos, 5,4%.
Los números globales y locales representan seres humanos de diversa condición, en variada situación, con problemas y también con esperanzas. Todos esos casos se reflejan en la realidad nacional y local en variados aspectos, como demandas en servicios de salud, educación y vivienda. También significan demanda de fuentes de trabajo, pues si han llegado desde el exterior, vienen en busca de mejores condiciones de vida que pueden lograr mediante ingresos laborales.
Para el sacerdote Pedro Nahuelcura, director del Departamento de Movilidad Humana del Obispado de Valparaíso, uno de los problemas más graves es el de los niños que no tienen RUT, "conocidos como niños apátridas, porque nacieron en el trayecto a Chile". Sus padres son indocumentados y no pueden acreditar origen. "Son los más vulnerables y los que más nos preocupan", afirma. Es cierto, pues sin RUT no pueden acceder a servicios básicos y menos a beneficios de recursos públicos.
El jueves, en Antofagasta, el Presidente Gabriel Boric dio una especie de ultimátum a los migrantes irregulares afirmando, duramente, "o se regularizan o se van" y agregó que "quienes hayan cometido delitos, derechamente se tienen que ir". El problema está en las dificultades para la regularización, como lo afirma el sacerdote en declaraciones a este Diario. Ese trámite se debe acelerar, sin dejar de calificar al solicitante, pues permitiría conocer en toda su dimensión el alcance del fenómeno migratorio, que tiene muchos rostros a partir del lado humano. Hay aportes de esos extranjeros en diversos niveles y también está el tema de la delincuencia con nuevos procedimientos, fatalmente, contagiosos.
Así, controlar el ingreso con mayores recursos y regularizar permitirá tener un cuadro completo de una realidad que no es exclusiva de nuestro país y desarrollar políticas y normas legales y reglamentarias que permitan acometer el tema en todas sus dimensiones en beneficio tanto de esos extranjeros como de la población en general.