Joven que padece síndrome de Tourette acusa discriminación
VIÑA DEL MAR. Felipe Silva, de 29 años, denunció que fue expulsado desde un restaurante por gritar improperios, a pesar de haber explicado su patología.
Felipe Silva Eltit, un joven de 29 años que padece de síndrome de Tourette, denunció por redes sociales haber sido víctima de discriminación en un restaurante italiano de Viña del Mar.
Se trata de un trastorno neurológico que afecta con movimientos involuntarios como tics, sonidos y gritos, que en los casos más severos incluyen la coprolalia, es decir, proferir groserías sin poder controlarse. Una enfermedad que en los años 70 hizo conocido a Agustín Arenas, más recordado como "Súper Taldo".
El pasado 17 de octubre, mientras Felipe se encontraba junto a una amiga cenando en el restaurante Don Vito e Zanoni de la Ciudad Jardín, acusó que el dueño le habría solicitado abandonar el lugar debido a su "mal comportamiento y lenguaje inapropiado", lo que para Felipe es imposible de controlar dado su compleja patología.
"palabras obscenas"
Según el relato del joven, ese día en el restaurante "nos sentamos, se acercó el mozo y tuve tics de inmediato, reconozco que estaba con harto, y mi amiga le explica al mozo, 'señor no se preocupe, Felipe tiene el síndrome de Tourette, dice garabatos, palabras obscenas, tiene movimientos involuntarios que no los puede controlar'".
Ante ello, explica que "el mozo lo aceptó, dijo no se preocupe y nos tomó el pedido, pero diez minutos después llega el dueño y me escucha diciendo garabatos por la coprolalia y el síndrome. Se acerca y dice por qué el señor está echando garabatos y mi amiga le explica lo mismo que le explicó al mozo, y entonces dice, les voy a tener que pedir que se retiren por favor, porque en este restaurante no atendemos personas así".
Tras haberse retirado del recinto, manifestó que "me sentí tan basureado en ese momento que nos fuimos, llegamos a la esquina, y tomamos la decisión de volver, encarar al dueño para pedir una explicación de por qué me había echado".
De vuelta en el restaurante, Felipe comentó que "le digo al dueño y mi amiga empieza a grabar, por qué me echó del restaurante y no me da explicación. Él me dice: bueno, esa es la respuesta". Añadió que "cuando estaba grabando me pega un manotazo al celular, se pone violento, lo cual también se aprecia en el video y al final nunca reconoce que me echó".
Asegura que "me cuesta mucho ir a lugares públicos, sentirme cómodo, incluso en la calle caminando no había sufrido un episodio de discriminación, pero sí la gente te mira mal, feo, con los insultos que no puedes controlar te miran como un loco demente".
Por ello aseguró que "hay que culturizar, informar y educar sobre el Tourette, ese es mi propósito". Explicó que hará "videos, blogs en Instagram y en TikTok, voy a subir el contenido y también tengo pensado hacer experimentos sociales".
El tratamiento de Felipe tiene un valor anual cercano a los $7 millones entre terapias y medicamentos, pero que según explica "gracias a Dios tengo el apoyo de mi familia, aunque es muy difícil para nosotros poder costearlo".
"Funa pública"
Para Víctor Jiménez, socio del restaurante Don Vito e Zanoni, la tensa situación fue "un mal entendido". Argumentó que "le digo que no era propio el vocabulario que estaba ocupando, si podía moderar eso y él me responde que no lo podía controlar porque tenía una enfermedad,".
Ante esto, asegura que el joven le contestó "sino te gusta me voy, pero tienes que estar atento a lo que te va a pasar, te voy a hacer una demanda, en la imagen que vas a tener bastantes amenazas y se procedió a retirar, de mi parte fue todo lo que conversé con él".
Tras el incidente, Jiménez lamentó que en el restaurante ha recibido reiteradas amenazas e insultos por llamadas telefónicas desde que el hecho se hizo público. Acusa que la situación pasó a ser una "funa pública" por desconocer la enfermada, pero no hubo un afán de denostar al cliente.
"La gente te mira mal, feo, con los insultos que no puedes controlar te miran como un loco demente".
Felipe Silva Eltit
Afectado
"Le digo que no era propio el vocabulario que estaba ocupando, si podía moderar eso".
Víctor Jiménez, Socio Don Vito e Zanoni