Estudio en la precordillera del agua subterránea podría mejorar su gestión
SAN ESTEBAN. Proyecto liderado por la Universidad de Chile que realiza sondeos de hasta 500 metros de profundidad abre nuevas perspectivas. Geóloga advierte que debe haber reformas.
En la zona precordillerana del valle del Aconcagua, específicamente en las Termas El Corazón, ubicadas en la comuna de San Esteban, se está desarrollando un importante estudio que busca entender cómo funciona el proceso subterráneo del ciclo del agua en la zona central del país. Se trata del proyecto "Agua en Rocas Fracturadas: Sistematización para la explotación en Chile", iniciativa impulsada por el Centro Avanzado Para Tecnologías del Agua (CAPTA), encabezado por la Universidad de Chile y también integrado por la Universidad de Playa Ancha y la U. de Atacama.
"Lo que estamos haciendo es perforar hasta los 500 metros de profundidad en la roca de la cordillera de los Andes y el objetivo de esta perforación es encontrar distintos niveles de agua a profundidades inusuales, o donde se piensa que no puede circular el agua; y también demostrar que existe una conexión entre la cordillera principal y los acuíferos aluviales que nosotros usamos, es decir, queremos contestar a la pregunta de dónde viene el agua que realmente usamos de los acuíferos", explicó la directora académica del Centro Avanzado para Tecnologías del Agua (CAPTA) de la Universidad de Chile, Linda Daniele, geóloga con especialidad en Hidrogeología.
Para mejorar la gestión
Un factor clave para desarrollar el estudio, agregó, es la crisis hídrica. "De hecho, nos ganamos un fondo extraordinario para la sequía, y la idea de esto es justamente poder aportar para que se pueda hacer una gestión de los recursos hídricos basada en el conocimiento científico. En Chile se conoce muy poco sobre cómo funciona el agua en la parte subterránea, entonces las preguntas son de dónde viene el agua, donde se concentra realmente, cuánto se convierte en recarga, cuánto tiempo tarda el agua en llegar desde los Andes hasta los acuíferos que nosotros usamos".
Daniele, quien lidera el proyecto, destacó que "hemos descubierto que en realidad no es una nueva fuente, es una fuente que alimenta los acuíferos que usamos, y el objetivo es conocer cuánta agua realmente llega a los acuíferos, es decir, cuánta agua renovable tenemos, de dónde viene exactamente, para poder evaluar a cabalidad la recarga".
Nueva mirada
Asimismo, resaltó que "hemos podido determinar que la cordillera es la que provee el agua subterránea que nosotros usamos, más que los ríos, porque antes se manejaba un modelo en que el río recargaba las aguas subterráneas, pero hoy día estamos viendo que el funcionamiento de nuestras aguas subterráneas es mucho más complejo que lo que siempre hemos pensado, y es súper importante conocer esa complejidad para hacer frente a los desafíos hídricos que tenemos".
Otro hallazgo es que "con la perforación hemos dado con niveles de agua en ambientes que hasta ahora no se consideraban como adecuados para la circulación de agua subterránea", destacó la geóloga.
Asimismo, hizo notar que "se sabe que la minería encuentra agua arriba, pero esas aguas normalmente se quedan en el ámbito privado, no son manejadas por la ciencia, entonces nuestro proyecto en el fondo ha puesto las bases para decir: esto es lo que tenemos, esto es mucho más complicado de lo que pensábamos, y para que podamos gestionar nuestros recursos hídricos subterráneos de una manera adecuada, tenemos que empezar a estudiar más la montaña".
Sobreexplotación
No obstante, advirtió que "lo que ha ido ocurriendo -y en la Región de Valparaíso es más evidente que en otros lados- es que al disminuir los caudales de los ríos, automáticamente ha empezado una carrera por acapararse los derechos de agua subterránea, derechos que están mermando los recursos, los acuíferos, con consecuencias que podrían ser bastante graves".
Daniele alertó que "hay una sobreexplotación, estamos dando mucha más agua que la que entra a nuestros acuíferos, y esto claramente provoca un deterioro bajo nuestros pies, que no vemos, y como esa agua no se ve, todo el mundo piensa que es infinita, pero en realidad es una cantidad bien limitada, y en el caso de la Quita Región, el número de derechos es elevadísimo".
Acompañar con reformas
En ese sentido, planteó que "todos los avances tienen que ser acompañados de reformas que tengan en cuenta esos avances, porque si no, no sirven para mejorar, o sea, si yo produzco datos, demuestro cómo funciona nuestro territorio, obviamente todo ese nuevo conocimiento tenemos que trasladarlo a la legislación, y la administración tiene que incorporarlo en su forma de ejecutar la norma y la gestión del agua".
Por su parte, el alcalde de San Esteban, Christian Ortega, destacó que "hay muchas comunidades rurales que viven de estos recursos, que viven del agua subterránea, y nosotros necesitamos conocer también cuál es la dimensión de ésta en San Esteban. Con las aguas superficiales tenemos bastantes problemas, la escasez, y hoy día en muchos sectores, sobre todo rurales, el consumo humano y la agricultura se van a ver muy beneficiados con estos estudios y lo que podamos saber respecto a las aguas profundas que existen en San Esteban y en el Valle del Aconcagua".
"Para que podamos gestionar nuestros recursos hídricos subterráneos de una manera adecuada, tenemos que empezar a estudiar más la montaña".
Linda Daniele, Geóloga, líder del proyecto.
"Hay muchas comunidades rurales que viven del agua subterránea y nosotros necesitamos conocer también cuál es la dimensión de ésta en San Esteban".
Christian Ortega, Alcalde de San Esteban