Las advertencias del cura Enrique Opaso
Director del Refugio de Cristo advierte sobre los problemas actuales de la niñez desvalida y también sobre los que enfrenta la institución. La institución, que cumple 70 años, nace en 1952, con la inspiración del jesuita Alberto Hurtado, fallecido ese año y gracias al entusiasmo del conocido sacerdote René Pienovi Massafierro.
Inspirado en el Hogar de Cristo, la obra del sacerdote jesuita Alberto Hurtado, nace en Valparaíso el Refugio de Cristo. El Hogar de Cristo fue creado en 1944, su fundador falleció en 1952, cuando ya su iniciativa había alcanzado gran proyección social. Con ese mismo ánimo de servicio, el 29 de noviembre de ese año, a meses de la muerte del jesuita, es fundado el Refugio de Cristo, gracias al entusiasmo de un sacerdote diocesano, el padre Rene Pienovi Massafierro.
Pienovi, un hombre de las comunicaciones que se había hecho popular a través de un espacio radial vespertino en Radio Cooperativa, captó a través su trabajo apostólico las graves carencias sociales que se presentaban en la ciudad y que especialmente afectaban a la niñez.
Su iniciativa debió sortear el escepticismo y también interrogantes al interior de la misma Iglesia. No se podía olvidar que el jesuita Alberto Hurtado, hoy canonizado, fue objeto de críticas por el estilo de su trabajo social allá por los años 40 del siglo pasado. Así, Pienovi tuvo que despejar dudas sobre su proyecto hasta lograr finalmente la aprobación del entonces obispo de Valparaíso monseñor Rafael Lira Infante, de tendencia conservadora.
En lo material la empresa no era fácil, pero consiguió una sede en el corazón del bravo barrio Puerto, una vieja casona en calle Santiago Saverín. Era ese lugar la primera línea del frente de la batalla, de lucha por el rescate de niños abandonados.
La obra prendió y logró expandirse gracias a la generosidad de muchos y algunos aportes públicos. La figura misma de Pienovi y su entusiasmo fueron factor determinante en el crecimiento. A su fallecimiento, quedó a cargo de la dirección del Refugio el sacerdote Jorge Bosagna, quien debió abordar una compleja situación coyuntural, gran desarrollo con presencia en la educación técnico profesional y también colaboración con el Estado en la atención de menores en situación irregular.
Tras el retiro de Bosagna, años 2015, fue designado como director del Refugio de Cristo el conocido sacerdote Enrique Opaso quien identifica los nuevos los cambios que asume la institución. "En Chile no hay niños pobres como había en los años 50. Hoy su gran problema es la salud mental", afirma. Está en lo cierto. La violencia reinante es una expresión de ese "gran problema". Y hay carencias para atenderlo, señala. A la vez, el Refugio se está ocupando de la tercera edad.
La tarea en grande, pero los recursos faltan y la subvención estatal, advierte, "es cada vez más insuficiente". Además, la tradicional ayuda del empresariado va perdiendo fuerza. Plantea que si los recursos no dan para una atención de excelencia a los niños "tenemos que entregar el proyecto al Estado". Gran pérdida, pues el Refugio de Cristo ha sido exitoso en el rescate de niños y adultos llevándoles a la dignidad que se merecen.