La inercia cómplice en las tomas de terrenos
Presión por la vía judicial logra un avance al destrabar un caso de alcances delictuales de ocupación de un predio en Reñaca Alto. Como lo afirma el ministro de Vivienda y Urbanismo, todo este cuadro encierra "un problema serio". Tiene muchos rostros: migración, pobreza y delincuencia. En medio de todo, el Estado de derecho está en juego.
Finalmente, la Justicia ha comenzado a actuar en el caso de las tomas ilegales de terrenos, reflejo de un problema social y también lucrativo negocio con alcances delictuales que llegan al homicidio. Es el caso que le costó la vida al empresario Alejandro Correa, ultimado en Concón.
Ahora, tras una resolución judicial, un ocupante ilegal, Carlos Calderón Oyanedel, abandonó cuatro hectáreas de terreno de Reñaca Alto que había usurpado en 2017, instalando allí una empresa de áridos. Los terrenos pertenecen a la Sucesión Quevedo y tras acciones legales el Tribunal de Garantía de Viña del Mar dictaminó que debía dejarlos, lo que hizo la semana pasada cuando se vencía el plazo fijado por la Justicia.
Para Sebastián Doren, abogado de la sucesión, el hecho ha sido un éxito judicial de la parte querellante. Calderón aparece como uno de los organizadores de tomas masivas junto al outlet situado en el Camino Internacional, sector Viña del Mar. En abril ya había sido formalizado por la Fiscalía por usurpación de propiedad, estafa y uso malicioso de instrumento público, pues habría usado una escritura falsa proporcionada por un tercero. Junto a Manuel Astudillo, promovió la ocupación de los terrenos entre familias haitianas, venezolanas y colombianas, informa el abogado. Astudillo se encuentra en prisión preventiva, formalizado como presunto autor del documento que buscaba dar base legal a la toma.
Doren, por otra parte, afirma que ha debido recurrir a la Contraloría ante la "inercia" de las autoridades en este caso -que se advierte en otros como el de Colmo-, logrando que la Gobernación Provincial, bajo al Gobierno anterior, se querellara por infracción a la Ley General de Urbanismo y Construcción, acción que ha mantenido la actual Delegación Presidencial. Sin embargo, la Dirección de Obras Municipales de Viña del Mar (DOM) no acogió un pedido de fiscalización del terreno, pues el resultado sería, afirma, una sanción al propietario verdadero por la existencia de construcciones irregulares. Pero ahora la Seremi de la Vivienda ha pedido a la DOM un informe sobre la procedencia o no de acciones penales contra los responsables de las irregularidades denunciadas.
Otras causas por tomas y loteos irregulares se llevan adelante en la zona y según el abogado Juan Carlos Manríquez, si bien hay casos de extrema pobreza, hay situaciones de criminalidad sofisticada, incluyendo "empresas" informales que entregan agua y luz a las tomas y situaciones vinculadas al sicariato y narcotráfico.
Como lo afirma el ministro de Vivienda y Urbanismo, Carlos Montes, todo este cuadro encierra "un problema serio". Cierto, tiene muchos rostros: migración, pobreza y delincuencia. En medio de todo, el Estado de derecho está en juego. No se trata de problemas "entre privados". La indiferencia, la elusión y la inercia de la autoridad resultan, finalmente, ser cómplices de tanta irregularidad.