La noche del viernes, en el restaurante San Marco de Viña del Mar, se terminó de sellar la llegada de Francisco Palladino a Santiago Wanderers.

El entrenador uruguayo había logrado un acuerdo económico con la sociedad anónima porteña, por lo que viajó desde Montevideo a conocer en persona a los dirigentes caturros, con quienes solo había negociado a través de videoconferencias.

Faltaba, sin embargo, el visto bueno del presidente y máximo accionista del Decano: Reinaldo Sánchez. Durante la velada el empresario microbusero quedó conforme con la conversación que sostuvo con el adiestrador oriental y todo quedó sellado con un apretón de manos.

El sábado por la mañana el DT visitó el complejo de Mantagua, acompañado por los dirigentes Andrés Sánchez, Rafael González y Hernán Cortés, además del gerente de la S.A., Cristian Chahuán.

Tras recorrer las canchas de entrenamiento, los camarines y el centro de alto rendimiento José "Gallego" Pérez, el técnico conversó con algunos de los funcionarios de la institución.

Además de interiorizarse en profundidad de la forma de funcionamiento del club y de su estructura administrativa, Palladino pidió los informes físicos y futbolísticos de todos los integrantes del plantel de jugadores que seguirán la próxima temporada, para estudiarlos con detención.

Con esos insumos estadísticos y audiovisuales en las maletas y la certeza que el 2023 se sentará en la banca de Santiago Wanderers, el entrenador regresó a su país para solucionar su situación contractual con Deportivo Maldonado.

Según explican desde Uruguay, el vínculo del adiestrador con el club fernandino expiraba en diciembre de este año. De hecho, el plantel de jugadores aún no ha salido de vacaciones, pese a que ya terminó el campeonato local.

Por esa razón es que el Decano no podía hacer pública la contratación de su nuevo técnico. Solo se esperaba la confirmación de que la relación laboral entre el DT y la institución que dirigió durante los últimos cuatro años estaba terminada, para darle luz verde al anuncio oficial en Valparaíso de que ya estaba el reemplazante de Miguel Ponce.

Ese aviso no llegó anoche, pese a la reunión vía Zoom que sostuvieron el uruguayo y la dirigencia de los caturros. El entrenador le comunicó a la sociedad anónima que aún no había finiquitado su contrato con Deportivo Maldonado, por lo cual Santiago Wanderers no lo pudo presentar todavía como nuevo jefe técnico.

Respecto a los refuerzos para la próxima temporada, la regencia esperaba que Francisco Palladino fuera anunciado para empezar a conformar el plantel 2023, que tendrá como única misión el retorno a Primera División.

No obstante, ha habido contactos preliminares con algunos jugadores como el venezolano Reiner Castro, quien terminó su vínculo con Deportes Temuco. Sin embargo, las aspiraciones económicas del puntero izquierdo se escapan del presupuesto porteño.

Otro jugador que sondearon fue el volante de Cobresal Alejandro Camargo, pero el uruguayo también estaría lejos de lo que se espera gastar el próximo año en Valparaíso.

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La Tercera Sala de la Corte de Apelaciones de Valparaíso verá hoy el recurso de protección interpuesto por Rafael González Camus en contra de la Corporación Santiago Wanderers debido a su expulsión como socio del club, decidida en primera instancia por el Tribunal de Honor y luego ratificada por la asamblea de abonados.

La sanción aplicada al actual vicepresidente de la sociedad anónima caturra se origina en una denuncia presentada por los socios Pablo Guadalupe e Io Manuela de Luna Leiva, quienes acusaron al dirigente de causarle "daño a la institución".

La defensa de la Corporación, a cargo del abogado Camilo Barros, argumentó que el proceso para determinar el castigo se ajustó a procedimientos que están detallados en los estatutos de la organización. Además, desestima los cuestionamientos a los miembros del órgano jurisdiccional, en particular a Washington González, pues señala que en su calidad de abogado declinó defender a uno de los imputados por atentar contra el domicilio de Rafael González y al resto de los acusados "no los conoce".

El técnico Francisco Meneghini ya tiene un principio de acuerdo con Everton y es muy probable que siga en la banca viñamarina durante la temporada 2023.

Anoche el entrenador se reunía con el presidente de la sociedad anónima controlada por el Grupo Pachuca, Pedro Cedillo, para terminar de afinar los detalles de su nuevo vínculo.

De acuerdo a trascendidos, en las últimas semanas la negociación entre el club oro y cielo y los representantes del entrenador se había trabado, sin embargo las partes decidieron seguir las conversaciones.

Como señaló "Paqui" antes que finalizara el campeonato, la clasificación a un torneo internacional no era el principal requisito para renovar su contrato por un nuevo año.

El hecho que se mantengan las conversaciones y el preacuerdo alcanzado ratifica lo que anunció el rosarino antes de la derrota del sábado pasado con O'Higgins, que le impidió finalmente al cuadro auriazul alcanzar un cupo en la próxima Copa Sudamericana.

Desde el entorno del exayudante de Marcelo Bielsa se reconoció que existieron acercamientos con Universidad de Chile, institución que puso al trasandino dentro de la órbita de entrenadores con que le interesaba contar para 2023.

Sin embargo, se supone que la conversación de anoche con el dirigente mexicano le daría las certezas que estaba buscando Meneghini para decidirse a seguir un año más en Viña del Mar.