Autoridad "sorprendida" ante las ocupaciones VIP
La toma de un predio en Quillota deja en la indefensión al propietario, que debería financiar la defensa judicial de su patrimonio. Estima el ministro de Vivienda y Urbanismo que al alcalde y al delegado presidencial "no les corresponde intervenir en el proceso mismo", pero reconoce que "tenemos que asumir que es un problema serio".
La pelota corre de un lado para otro en medio de la cancha, parece ser muy esquiva; los jugadores se pasan el balón unos a otros, pero nadie quiere dar el puntapié definitivo. Es el caso de la toma de terrenos en Santa Rosa de Colmo, comuna de Quillota, en que todos eluden responsabilidades ante un hecho ilegal en el cual el propietario del predio ha quedado en el desamparo. Nadie quiere quemarse.
El alcalde de Quillota, Óscar Calderón, informa que se ha reunido con los abogados del propietario y les explicó que "nosotros podemos proceder, pero sería contra el propietario, tal como lo señala la ley, por tanto, él debería asumir los costos de la demolición de todas las casas que se encuentran en su terreno". Así las cosas, el dueño deberá iniciar las acciones judiciales contra los ocupantes, por cierto, a su costo. Es decir, la víctima tiene que financiar su defensa.
Insistiendo en el procedimiento, el ministro de Vivienda y Urbanismo, Carlos Montes, declaró en un espacio de televisión que "en rigor, lo que corresponde es que el propietario se querelle, que inicie un proceso, y el Ministerio Público tiene la principal responsabilidad de actuar". Estima el secretario de Estado que al alcalde y al delegado presidencial "no les corresponde intervenir en el proceso mismo", pero reconoce que "tenemos que asumir que es un problema serio".
Montes tiene el mérito de reconocer, además, de que no se trata de un "hurto famélico", por necesidad, como sería el caso de muchas tomas, sino que los ocupantes "son sectores de mayor ingreso, que tienen mejores condiciones, que les gusta un terreno, que dicen 'nos queremos ir a vivir ahí; si los dueños nos quieren vender, que nos vendan, nosotros les pagamos', o sea, una manera de provocar a otro, y por la información que tenemos, no es la misma situación de muchas familias que hoy días están viviendo en campamentos". Añade que respecto a la fiscalización de las obras en la ocupación "hay responsabilidad de la Dirección de Obras Municipales, DOM, y responsabilidad también de la Seremi; estamos viendo cómo la seremi instruye o plantea a la DOM que hay que reaccionar". Digamos, un leve avance, pero la pelota sigue dando vueltas y nadie se hace cargo. Pese a que "es necesario reaccionar, los organismos del Estado están todavía sorprendidos con una forma que no era la habitual", reitera Carlos Montes.
Y las sorpresas siguen, ya que ahora se denuncia una toma parecida en Cartagena, donde el sábado 20 personas ocuparon un terreno perteneciente a una constructora. La municipalidad, el Concejo y Carabineros están alerta ante posibles construcciones o tala de árboles.
Lo serio de estos casos es que la autoridad no puede -¿o teme?- actuar de oficio ante hechos que exigen investigación a fondo y una resolución que desaliente esta modalidad de ocupaciones VIP, tras las cuales aparecen muchos intereses en juego.