Caso Cafena y clima de incertidumbre laboral
Antiguo funcionario llega con recurso ante la Corte de Apelaciones alegando que no se ha respetado el estatuto administrativo. El hecho es que la alcaldía busca poner gente de su confianza en cargos clave, en este caso en la jefatura del área operativa, cuya labor se proyecta a toda la comuna. En esa política Jorge Cafena es un tropiezo y la solución es mandarlo a un limbo funcionario.
El caso ha llegado a la Corte de Apelaciones a través de un recurso de protección. El recurrente es Jorge Cafena, funcionario con 37 años de servicio en la Municipalidad de Viña del Mar, quien denuncia persecución laboral.
Cafena inicialmente trabajaba en la Maestranza Municipal hasta que en 2018 la exalcaldesa Virginia Reginato le ofreció la Dirección de Seguridad, función donde se mantuvo hasta el año pasado, cuando por disposición de la actual jefa comunal, Macarena Ripamonti, fue trasladado al Departamento de Mantención, dependiente del área operativa, justamente en tiempos de crisis delictual e invasión de ambulantes.
Reconoce que de acuerdo al Estatuto Administrativo puede ser removido, manteniendo la jerarquía. Al jubilar el jefe de esa área, le correspondería a Cafena asumir la jefatura. Pero la alcaldesa, en uso de sus facultades, nombró a un subrogante por seis meses que vencieron en septiembre. Afirma Cafena que, al cumplirse ese plazo, el 1 de octubre "yo tendría que haber asumido (la jefatura), pero el 5 de octubre fui trasladado a un departamento fantasma, que existe en la orgánica, pero no funciona, no hay oficina, no hay personal, ¡si no hay nada!". A lo anterior se agregan investigaciones sumarias, una de ellas de 2020 por trabajar siete días seguidos, lo cual, explica, fue debido a emergencias comunales.
Afirma el funcionario que "esto no es un tema político porque yo no soy político, no vengo de la administración de Virginia Reginato. Diría que acá es una persecución laboral y punto". Precisando la acción judicial, el abogado de Cafena afirma que se busca que la Corte "restablezca el imperio del derecho, ordenando a la administración Ripamonti respetar el estatuto administrativo municipal, que ha torcido de forma arbitraria e ilegal, para evitar que un funcionario de carrera ascienda al cargo que por mandato de la ley le corresponde". La municipalidad rechazó los cargos afirmando que "serán los tribunales de justicia y la Contraloría los que juzgarán conforme a la evidencia".
El hecho es que la alcaldía busca poner gente de su confianza en cargos clave, en este caso en la jefatura del área operativa, cuya labor se proyecta a toda la comuna. Jorge Cafena era un tropiezo y la solución fue mandarlo a un limbo funcionario. Si fuera, como lo denuncia, un "departamento fantasma", se estaría tratando de una forma de "bullying laboral" que quizás no significa daño económico, pero sí una afrenta a su dignidad. Interesa aclarar de qué se trata esa dependencia que existe en la orgánica municipal, pero no funciona, no tiene oficina ni personal.
Este caso crea un clima de incertidumbre y temor en el nivel de las jefaturas que se transmite a toda la estructura municipal, afectando finalmente a toda la ciudad, a sus habitantes, a sus actividades y desarrollo.