Tim Burton: buscando por siempre la identidad perdida
Netflix estrenó "Merlina", su primera serie para el streaming, un spin-off de "Los Locos Addams" que renueva viejas sospechas sobre su inspiración. La historia ocurre en una escuela de monstruos y freaks.
Tim Burton lleva años recibiendo presiones de sus admiradores por la inspiración perdida. Lo mismo pasa con M. Night Shyamalan o con Woody Allen antes de que fuese cancelado, por mencionar a algunos. La pregunta es la misma: ¿por qué no han vuelto a brillar como en sus primeros años? La respuesta no es fácil, aunque en beneficio de Burton, genio pop del gótico, responsable de grandes películas como "Ed Wood" y "El joven manos de tijeras"- hay que decir que, cuando todos lo daban por muerto creativamente, nos sorprendió con apuestas como "Sweeney Todd" (2007) o "Frankenweenie" (2012). Es decir, aún no podemos declarar oficialmente la caducidad del ingenio del director.
Ahora nos sorprende -o quizás no tanto- con su primera serie para Netflix, lo que despierta una nueva incertidumbre: ¿puede salvar el streaming a talentos marchitados?
"Merlina" apareció el miércoles en la plataforma como un spin-off de "Los Locos Addams", cuya adaptación cinematográfica de 1991 casi fue dirigida por Burton. Ella es, de hecho, la hija menor de la familia macabra que debutó en la televisión estadounidense en 1964. Una adolescente cínica y oscura -interpretada por la carismática Jenna Ortega- que parece una mancha en el colorido Nancy Reagan High School, establecimiento escolar cuyo título nos devuelve al Burton ácido de "Marcianos al ataque" (1996). Hasta que las cosas empeoran. A Merlina se le ocurre vengarse de los tipos populares y deportistas del colegio lanzando un par de pirañas en la piscina donde entrenan. La iniciativa tiene consecuencias fatales y ella es expulsada.
Sus padres, encarnados por Catherine Zeta Jones y Luis Guzmán, deciden entonces enviarla al instituto donde se conocieron y enamoraron: el "Nevermore" (Burton siempre ligado a Edgar Allan Poe), algo así como un centro educacional para freaks y monstruos. La serie irá cobrando forma a medida que Merlina va construyendo relaciones y tensiones en su nueva casa de estudios y, en clave detectivesca, se ponga a investigar un viejo caso sin resolver.
Como es habitual, Tim Burton saca lo mejor de un elenco gracioso que también incluye a Christina Ricci, quien hizo de Merlina en la película de 1991. También hay un par de chistes irónicos, un universo macabro pensado para toda la familia, una liviandad humorística que juega a favor y algunos guiños críticos a nuestra cultura actual.
Aunque se puede declarar que este es un mundo esencialmente "burtoniano", no se distingue la marca personal del director, ni los riesgos que solía tomar, en la puesta en escena ni en la visualidad de una producción que busca acoplarse a los criterios estandarizados del streaming. "Merlina" está más cerca de "El mundo oculto de Sabrina" que de una película de Burton. Digamos que pudo haber sido dirigida por cualquier realizador eficiente que conozca los manuales de la televisión digital. Esto, por supuesto, no la convierte en una oferta desdeñable, pero saber que detrás de ella está quien fuera uno de los cineastas más singulares del panorama, agranda nuestra decepción.
¿Qué viene ahora? Burton está trabajando en la secuela de "Beetlejuice", con Michael Keaton repitiéndose el papel del fantasma. Será mejor renovar la esperanza que fortalecer la condena.
"Merlina apareció este miércoles en netflix y cuenta la historia de la hija menor de una familia macabra.
en resumen
A "Merlina" la cambian de colegio por mala conducta.
Por Andrés Nazarala R.
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