La delincuencia tiene una envidiable versatilidad y va varios pasos delante de la autoridad. Así se explica el aumento de delito, con todas sus variables, a lo largo del territorio nacional. En estos días arrecian los ilícitos en la comuna de Concón y, más al interior, tienen acosado al comercio del sector céntrico de Quilpué.

El caso de Concón es particularmente grave de acuerdo a las cifras que entrega Carabineros. Las denuncias por robo presentadas en la Comisaría entre enero pasado y el día 27 de noviembre han aumentado en un 107% en relación al mismo periodo del año pasado. Situaciones de extrema gravedad se han presentado en Bosques de Montemar. En uno de estos casos los delincuentes entraron por la fuerza a un condominio, retuvieron a la dueña de una vivienda, la golpearon y sustrajeron una caja de fondos que estaba empotrada, donde había 20 mil dólares. Además, robaron joyas y dinero efectivo por un total de 200 mil pesos. Se han presentado también asaltos con armas de fuego y robos de automóviles. Hay temor generalizado.

La vicepresidenta de la Junta de Vecinos del sector, Karin Staab, denuncia que las cámaras de vigilancia están descompuestas, en tanto que la concejala María José Aguirre afirma que "todos los esfuerzos que puedan hacer las policías y la municipalidad nunca van a ser suficientes si el Gobierno no transfiere los recursos necesarios para combatir la delincuencia que está azotando a todo el país y ahora al sector".

Fernando López, presidente de la Junta de Vecinos Bosques de Montemar, sostiene que los robos en lugares habitados van en aumento, lo cual evidencia la audacia de los delincuentes que generalmente actúan en domicilios o negocios sin ocupantes. Insiste el dirigente en la necesidad de un mayor esfuerzo en patrullajes preventivos. Precisa dos "puntos rojos" de la delincuencia, los supermercados en cuya cercanía hay comercio ilegal y una feria irregular que día a día está creciendo.

Marcos Solorza, director de Seguridad de la Municipalidad de Concón, afirma que el nuevo Plan de Seguridad Pública "se hace cargo de la realidad delictiva comunal". Está en lo correcto, pero habría que preguntarse hasta qué punto existen recursos acordes a la señalada versatilidad de los delincuentes. La llegada de la temporada estival supone un aumento de la población, aumento que va asociado siempre a un crecimiento de la delincuencia.

Dentro de una política contra el delito, además de recursos en vehículos de patrullaje, televigilancia efectiva y buena iluminación, es fundamental una coordinación entre las policías, municipalidad y Ministerio Público, incorporando además la información de terreno que puedan entregar juntas de vecinos y organizaciones del comercio. Esta coordinación debe tener además un carácter intercomunal en cuanto a medios y experiencias operativas, presentando así ante la delincuencia un sólido y amplio frente común.

El VIH continúa siendo uno de los mayores problemas para la salud pública mundial, cobrando 40,1 millones de vidas. Estos datos son escalofriantes y poco alentadores. Sigue existiendo ignorancia, como también discriminación hacia quienes se encuentran en la fase más avanzada de la infección por el VIH, que es el síndrome de inmunodeficiencia adquirida (sida).

Aunque avanzamos en tecnología y la sociedad se torna más inclusiva, la lucha contra el sida sigue cobrando vidas, siendo una decepción para quienes padecen esta enfermedad. No importan cuanto avancemos si como sociedad no luchamos para visibilizar esta pandemia que ha transformado la vida de quienes la padecen y no han encontrado en el mundo el apoyo necesario para mejorar su calidad de vida.

Si bien es cierto que las muertes anuales por sida han bajado en el mundo, en América Latina suben. Y a esto si debe agregar el impacto que ha producido la pandemia de covid-19, que ha puesto en peligro la meta de erradicar la enfermedad para el 2030. "Los datos muestran que la respuesta global al sida está en peligro", según lo señalado por Winnie Byanyima, directora ejecutiva de ONUSIDA, asegurando también que "la pandemia del sida ha prosperado durante la de covid" (El Mundo, 2022).

Estos son datos escalofriantes que no nos permiten poder tener una visión a futuro esperanzadora; más aún si no existen políticas gubernamentales que visibilicen la enfermedad y que vayan en directo beneficio de quienes viven con VIH en el mundo y que tienen que soportar el menosprecio y discriminación de una sociedad que no dimensiona el daño que ha producido en estos años.

Desde 1988, cada 1 de diciembre se conmemora el Día Mundial del Sida, fecha en que las agencias de las Naciones Unidas, gobiernos y la sociedad civil se reúnen para luchar en determinadas áreas relacionada con el VIH. Este debe ser un día para apoyar a las personas que viven con VIH y recordar a quienes ya han fallecido, siendo víctimas de una pandemia invisibilizada.

Para este año el lema es "Igualdad Ya", el cual nos debería hacer reflexionar que nadie está exento de vivir esta enfermedad y que quienes la padecen reciban todo el apoyo para mejorar su calidad de vida, superando la discriminación y menosprecio que han vivido por años. Es el momento de recordar que el VIH no ha desaparecido y que es fundamental poner fin al estigma y discriminación hacia quienes viven con VIH y sufren por vivir en una sociedad que no los trata en virtud de su dignidad.