"Uno de los desafíos de la Constitución es alentar la formación de grandes partidos"
"Uno de los desafíos principales de la Constitución es introducir reformas que alienten la conformación de grandes partidos, de grandes corrientes de opinión, y detengan el proceso de fragmentación política que, en el caso chileno, además va acompañado por la tendencia a la adopción de caminos individuales", tornando aún más difícil el manejo de la agenda y la conducción por parte de los gobiernos.
Es el análisis del exdiputado y experto electoral Pepe Auth, quien piensa que el escenario es propicio para un acuerdo constitucional duradero, "porque las ínfulas refundacionales se extinguieron", los actores principales "se dieron cuenta de que o hay Constitución de consenso o no hay nueva Constitución y están conscientes de que la actual no es respetable ni respetada".
En otro aspecto, el exparlamentario plantea que se observa una maduración en los planteamientos del Presidente Boric, que hoy asigna, por ejemplo, "un valor al consenso social y a la construcción de mayorías que antes no les concedía". Pero no deja de reparar que "los partidos y grupos que apoyan al Gobierno están ideológicamente muy distantes del sentido común mayoritario", en un periodo en que va a depender de la reforma previsional y la nueva Constitución de consenso si el Mandatario va a quedar inscrito en la historia o, por el contario, "va a ser el fracaso de su generación en su primer intento de gobernar".
Incapacidad de autogobernarse
-Usted escribió su libro Contra la Corriente "para reivindicar el rol del Parlamento como instancia principal de la democracia". ¿Le apenan los episodios de confrontación e incluso insultos que se han visto en los últimos días en la Cámara?
- Sí, por supuesto, porque hablan de la incapacidad de autogobernarse. Me da pena que por una mayoría exigua se impongan en todas las comisiones y en toda la mesa, cuando en verdad debieran gobernar en función de la proporcionalidad que tiene cada uno. De lo contrario se instala una fragilidad que hace depender las mayorías de pequeñas minorías oscilantes. Si se hubieran puesto de acuerdo las principales fuerzas políticas, en función del tamaño de cada una, habrían compartido el gobierno de la Cámara.
- ¿Qué costo puede tener esto en términos de confianza de la ciudadanía en momentos en que el Parlamento está vinculado al proceso constituyente?
- Lo primero es que profundiza la desconfianza, y eso hace mucho menos legítima la idea razonable de que el Parlamento haga la Constitución o defina a quienes se dediquen a proponerla. Yo creo que ese camino debiera cerrarse. El Congreso, por supuesto, tiene la responsabilidad de hacer una reforma que permita la instalación de una instancia nueva, que ha de ser diferente de la anterior. En mi concepto, debiera ser íntegramente elegida, cuidando por cierto que haya presencia de expertos, y existen procedimientos electorales para que eso ocurra. Yo no le daría ninguna excusa, ningún argumento, a quienes van a estar de todas maneras en contra, para que luego instalen una eventual ilegitimidad del proceso.
Sociedad dispersa y fragmentada
- ¿Cómo les iría al oficialismo y a la oposición en el escenario de una convención 100% elegida?
- Las elecciones solo se pueden predecir cuando están los candidatos en las papeletas. Pero todo indica que el discurso de una buena nueva Constitución va a estar en torno al 60% y el que revindique los ejes de la propuesta que perdió, en el 40%.
- El Gobierno sorteó con problemas la crisis del paro camionero, pero ahora se vendrían por lo menos la discusión por el sexto retiro y el alza del transporte. ¿La Moneda está bien equipada para enfrentarlo?
- El cambio de eje le vino bien al Gobierno y está mucho mejor equipado para enfrentar situaciones de crisis y la realidad de gobernar, que es cada vez más compleja. La dificultad de gobernar ha ido creciendo exponencialmente, porque a los gobiernos les cuesta mucho controlar la agenda. Derechamente, no controlan la agenda.
- ¿Y eso a qué responde, en su opinión?
- Creo que la interpretación, la información y la formación de opinión pública ya no está en manos de la elite política, cultural, económica ni periodística. Cae un joven al Mapocho y al instante miles de actores empiezan a disputarse lo que realmente ahí ocurrió. A eso se suma que los actores sociales también están muy fragmentados y eso se reflejó en el paro de camioneros. Antes se negociaba y se llegaba a acuerdo con una o dos confederaciones. Hoy día es igual que en el Parlamento. Tú puedes negociar con dos bancadas, pero después tienes que ir a los sectores y luego a los diputados en particular. En la sociedad es lo mismo. Al camionero le cuesta mucho más sentir que es representado por el presidente nacional, porque no lo necesita para hacer ruido: tiene las redes, tiene Twitter. Tampoco lo necesita para conectarse con sus pares, para eso está el WhatsApp. Esa sociedad más dispersa, más fragmentada, más individualista, es mucho más difícil de gobernar que la anterior.
Ad y sentido común mayoritario
- Usted dijo que "es grave lo distante que está Apruebo Dignidad del sentido común de la sociedad". ¿En qué se refleja eso?
- Yo creo que la dupla Tohá-Monsalve y el cuarteto Tohá-Monsalve-Marcel-Uriarte es un buen equipo para cualquier gobierno. Pero las dificultades son mayores que en cualquier gobierno. Y agregaría una dificultad adicional, que son las características de los partidos y grupos que apoyan al Gobierno, que están ideológicamente muy distantes del sentido común mayoritario. ¿En qué se refleja? En todas las cosas. Su lectura respecto de la violencia como factor de cambio, de la integración de Chile al mundo, del carácter unitario de la nación. Respaldaban la idea de volver al sistema de reparto y hay que ver a la gente cómo defiende con uñas y dientes sus ahorros y su capitalización individual. En las encuestas tienen una apreciación muy distinta del rol de la violencia como factor de cambio o de cómo le va a ir a Chile el próximo año de la que tiene el conjunto de la sociedad. Eso se demostró muy bien el 4 de septiembre, porque ellos estaban completamente convencidos de que la plurinacionalidad o el fin del estado de emergencia por alteración del orden público eran populares. Y eran ampliamente impopulares, como se constató en el plebiscito.
- Según Cadem, el 72% de los encuestados opina que el país no va por buen camino, pero usted tiene la esperanza de que en 2030 Chile será mejor que en 2010.
- Soy un optimista inveterado. En 1972 el Club de Roma dijo que hacia el año 2000 la humanidad iba a sufrir hambre porque el crecimiento de la población era exponencial y el de la producción de alimentos marcaba el paso. Ocurrió exactamente lo inverso, porque el crecimiento de la población disminuyó un poco y la producción de alimentos creció considerablemente producto de la revolución verde. Y hoy hay menos hambre que en los 70. Soy un optimista y escuchar al Presidente en la inauguración de la estatua en homenaje a Patricio Aylwin me refuerza el optimismo.
- ¿Por qué le refuerza el optimismo?
- Porque uno se da cuenta de cuánto ha madurado su posición. Por supuesto, quedan las dudas de si esa maduración logrará ser acompañada por los suyos, y de cuántos van a estar con él cuando diga "síganme los buenos". Yo recuerdo cómo se refirió a la muerte de Aylwin y veo cómo hoy lo homenajea. Veo que le asigna un valor al consenso social y a la construcción de mayorías que antes no le concedía, y que lamentablemente todavía su agrupación política no le asigna. A mi juicio ese es todavía el problema. Pero yo confío. El Frente Amplio es una fuerza nueva que ha de madurar junto a su líder. Y soy optimista de que hay una ventana de oportunidad para tener una Constitución de consenso. 2
La dificultad de gobernar ha ido creciendo exponencialmente, porque a los gobiernos les cuesta mucho controlar la agenda. A eso se suma que los actores sociales también están muy fragmentados y eso se reflejó en el paro de camioneros".
"Los partidos y grupos que apoyan al Gobierno están ideológicamente muy distantes del sentido común mayoritario".
Rosa Zamora Cabrera
rosa.zamora@mercurio valpo.cl
"