Cristina Fernández, tras ser condenada a seis años de cárcel por corrupción: "Esto es un Estado paralelo y una mafia judicial"
ARGENTINA. Es muy poco probable que la vicepresidenta termine tras las rejas, pero sí podría cumplir arresto domiciliario. Fue hallada culpable de defraudar al Estado por mil millones de dólares en obras públicas durante dos mandatos kirchneristas. Realizó una dramática defensa ante la inhabilitación perpetua de cargos públicos.
Cristina Fernández de Kirchner se convirtió en la primera vicepresidenta argentina en ser condenada a seis años de prisión por corrupción mientras ejerce su cargo.
"Tal cual lo dijimos hace tres años, la condena estaba escrita", declaró Fernández a través de YouTube minutos después de conocerse la sentencia que convulsionó a Argentina y que empujó a miles de personas a protestar en las calles de Buenos Aires en apoyo de la peronista.
El fallo histórico condenó a seis años de prisión a Fernández, junto con la inhabilitación perpetua para ejercer cargos públicos, tras ser hallada culpable de defraudar al Estado argentino por unos mil millones de dólares.
"La condena real es la inhabilitación perpetua a ejercer cargos electivos, cuando todos los cargos que ejercí fueron por el voto popular", dijo Cristina Kirchner desde el Senado.
"Esto es lo que me están cobrando, por esto me inhabilitan. Esta es la verdad de la milanesa", agregó enfurecida, mientras en las calles sus partidarios incluso derramaban lágrimas por el fallo judicial.
La peronista fue condenada por el delito de administración fraudulenta en perjuicio del Estado, debido a que según la justicia argentina, favoreció al empresario Lázaro Báez en la adjudicación irregular de 51 obras públicas para la provincia de Santa Cruz.
Según el fallo, los delitos fueron cometidos durante los Gobiernos kirchneristas (2003-2015), aunque fue absuelta por asociación ilícita.
"No voy a ser candidata a nada, ni a presidenta, ni a senadora. Mi nombre no va a estar en ninguna boleta. Termino el 10 de diciembre y me vuelvo a mi casa, a la misma de donde salí el 25 de mayo de 2003 para acompañar al que fuera mi compañero", el ya fallecido Néstor Kirchner (2003-2007), dijo la también expresidenta.
En esa línea, Fernández aseguró que la condena tiene su origen en una "mafia judicial paraestatal" y reiteró su inocencia en este proceso por irregularidades en la concesión de obras viales.
"Esto es un Estado paralelo y mafia, mafia judicial, y la confirmación de la existencia de un sistema paraestatal, donde se decide sobre la vida, el patrimonio y la libertad del conjunto de los argentinos", sostuvo.
¿Irá presa?
La sentencia contra Fernández de Kirchner abre un extenso camino judicial que incluye la posibilidad de apelar ante la Cámara Federal de Casación Penal, y después, ante la Corte Suprema de Argentina, lo que puede demorar años.
Además, no podría ser detenida por su fuero de vicepresidenta al menos hasta el 10 de diciembre de 2023.
La pena dispuesta para Fernández en la denominada "Causa Vialidad" es menor a la de 12 años de cárcel que había solicitado en agosto pasado la Fiscalía en los alegatos finales de este proceso.
El tribunal oral también ordenó decomisar los efectos del delito, que consisten en una suma de 482 millones de dólares.
La vicepresidenta argentina fue enfática en su defensa durante su declaración virtual, incluso mostrando presuntas conversaciones entre el poder judicial y dueños de medios de comunicación, donde supuestamente se demuestra que hubo corrupción en su sentencia.
"No voy a someter a mi fuerza política a que la maltraten por una candidata condenada. No voy a ser candidata en el 2023", aseguró Fernández. "Pero mascota de usted, (Héctor) Magnetto, nunca. A nada. Mi nombre no va a estar en ninguna boleta", enfatizó la titular del Senado en referencia al empresario argentino, CEO de Grupo Clarín.
"No voy a ser candidata. Me quieren presa o muerta", reiteró la vicepresidenta en una dramática transmisión en vivo, donde varias veces se le quebró la voz, mientras que a ratos parecía furiosamente hiperventilada ante la condena.
Fernández dijo que, además de sus dos mandatos (2007-2015) y al de su difunto marido, también contribuyó "a la victoria de 2019 cuando nadie daba dos pesos por el peronismo". Y agregó: "Esto es lo que me están cobrando, y por eso me inhabilitan", reclamó.
Defensa contra condena
Los fundamentos de la condena aún no son públicos y se conocerán el próximo año.
Este punto fue intensamente criticado tanto por Fernández como por la prensa argentina, debido a que apuntan a que los delitos que se le imputan no los podría haber cometido porque no tenía las facultades pertinentes.
"Lo raro de la condena es que es por administración fraudulenta (...) Como ustedes me habrán escuchado durante los alegatos, probé absolutamente, y así lo hizo también nuestra defensa, que de acuerdo a la Constitución, yo no tengo el manejo de las leyes del Presupuesto, porque lo curioso es que el delito lo cometí por la sanción de leyes", declaró.
"Yo no legislo. No sancioné las leyes del Presupuesto, esos fueron los diputados y senadores. Tampoco el Presidente de la República", se defendió.
Además de condenar a Cristina Fernández, el tribunal también sentenció a otros personajes, entre ellos impuso una pena de seis años de prisión para Lázaro Báez, el exsecretario de Obras Públicas, José López, y el extitular de la Dirección Nacional de Vialidad, Nelson Periotti.
Desde que en 2016, tras culminar su segundo mandato, fue procesada por primera vez -en una causa por supuestas irregularidades en operaciones con contratos de futuros de dólar durante su Presidencia-, multitud de imputaciones fueron emergiendo.
Según La Nación de Argentina, los jueces que condenaron a Fernández sostienen que existió una "extraordinaria maniobra fraudulenta" con obras viales "sistemáticamente adjudicadas" a un grupo de empresas vinculadas a Lázaro Báez, que generaron un "beneficio ilegítimo" para la entonces presidenta y el empresario.