LA TRIBUNA DEL LECTOR El sí de Los Rulos
POR MARCOS TRICALLOTIS, PHD CONSEJERO REGIONAL Y VICEPRESIDENTE DE LA COMISIÓN DE MEDIO AMBIENTE, PATRIMONIO CULTURAL Y CAMBIO CLIMÁTICO CONSEJERO REGIONAL Y VICEPRESIDENTE DE LA COMISIÓN DE MEDIO AMBIENTE, PATRIMONIO CULTURAL Y CAMBIO CLIMÁTICO
Aunque me cueste capital político, tengo que hablar con la verdad y nada más que la verdad. El desistimiento de la empresa Cerro El Plomo S.A. a continuar con su proyecto central termoeléctrica Los Rulos, es solo resultado del persistente bananerismo ambiental instalado en Chile desde hace ya varios años. Un bananerismo que solo se oye a sí mismo, convirtiendo en verdades absolutas ciertas consignas engañosas -esas que suenan muy bonitas-, pero que en la realidad desprecian la ciencia y la razón.
Hagamos un poco de historia con respecto a Los Rulos. Hay que recordar que la autoridad ambiental ya había aprobado este proyecto por Resolución de Calificación Ambiental (RCA) N° 78 del año 2017. Sin embargo, debido a presiones de una parte de la sociedad civil a las que se sumaron renombradas personalidades, la autoridad acogió parcialmente estos recursos de reclamación. Posteriormente, la institucionalidad ambiental -que otra vez funcionó- autorizó nuevamente el proyecto, al finalizar el gobierno del expresidente Piñera en febrero de 2022. Pero las presiones continuaron. Las mentiras y tergiversaciones también. Pero ¿por qué? ¿Era tan diabólico el proyecto de la central termoeléctrica de ciclo combinado Los Rulos? Es lo que voy a intentar explicar en los siguientes párrafos.
Analicemos los hechos. En primer lugar, la evidencia científica nos indica que hay que descarbonizar urgentemente la matriz energética de Chile para evitar agravar aún más el cambio climático. En dicha estrategia, las energías renovables no convencionales (ERNC) juegan un papel fundamental para proporcionar un abastecimiento prácticamente libre de emisiones de CO2, entre las cuales se encuentran las opciones solares (mediante paneles fotovoltaicos) y eólicas (mediante aerogeneradores). Desafortunadamente aún, las ERNC no son capaces de abastecer de manera segura y estable las demandas de electricidad ni en Chile ni en ninguna parte del mundo, pese a que su participación se ha incrementado en los últimos años. Esto sucede porque el factor de carga (es decir, la energía que efectivamente se genera y aprovecha por el sistema eléctrico) no suele superar el 15% y 30% para las opciones solar y eólica, respectivamente. Consecuentemente, las ERNC necesitan fuentes seguras y limpias de respaldo para cuando el sol no brilla o el viento no sopla.
En esa estrategia varios países están buscando alternativas a los combustibles fósiles, tales como el carbón y el petróleo, que si bien generan un suministro seguro y estable de energía (factor de carga entre un 70-90%), emiten grandes cantidades de CO2 a la atmósfera (aproximadamente unos 820 gCO2eq/KWh). En cambio, las energías hidráulica y nuclear ofrecen un factor de carga de mínimo un 60%, en el primer caso, y de hasta un 98% en el segundo, con la diferencia que son fuentes limpias. En el análisis he dejado fuera el hidrógeno verde, tema que ya abordé en otra columna, por encontrarse su aplicación comercial aún en etapa de desarrollo experimental.
En segundo lugar, si bien al generar energía mediante centrales a gas natural se emite mucho CO2, esta cantidad sería algo así como la mitad de la emisión del CO2 de las centrales a carbón (alrededor de unos 490 gCO2eq/KWh). Por lo tanto, en el proceso de transición energética varios países, particularmente en Europa, están utilizando el gas natural como parte del camino a recorrer para llegar a fuentes 100% limpias. Otros países, como lo es el caso de China, están apostando fuertemente por las ERNC y la nuclear como fuente de respaldo. Más aún, y debido a la guerra en Ucrania, Estados Unidos se está transformando en el mayor exportador de gas del mundo, con una capacidad de hasta 400 millones de metros cúbicos (m3) al día, lo que revela una fuerte demanda por el abastecimiento de energía en el invierno boreal. En Chile, por años ha operado el gasoducto trasandino para abastecer de gas natural a nuestros hogares desde el lado argentino. Es más, la actual administración del Presidente Boric se ha jactado de un reciente acuerdo firmado en julio de este año para abastecer diariamente de 300.000 m3 de gas natural a los hogares chilenos, hasta septiembre de 2023. Ojalá lo cumplan.
El caso es que la generación de energía mediante gas natural hoy es altamente eficiente, especialmente si es generada en centrales termoeléctricas de ciclo combinado. Explicado muy simple, el sistema de ciclo combinado consiste en instalar turbinas primarias y secundarias, de gas y vapor respectivamente, para capturar más eficientemente la energía del combustible (factor de carga 75%-85%), reducir las emisiones de CO2 (alrededor de la mitad de una central convencional) y el consumo de agua para generar vapor. Además, generan menor impacto visual y una menor ocupación del terreno donde están instaladas, comparadas con centrales convencionales de generación de energía, particularmente aquellas que utilizan carbón.
Teniendo en cuenta lo anterior, ¿qué era lo que pretendía hacerse con la instalación de la central termoeléctrica -repito, a gas natural- de ciclo combinado Los Rulos? Pues precisamente lo anterior: es decir, introducir tecnologías de punta para aprovechar más eficientemente la energía del gas, reducir las emisiones de CO2, bajar significativamente el consumo de agua para procesos industriales y aminorar el impacto visual. Con esto se ganaría tiempo para ir retirando definitivamente las centrales a carbón, a la par de introducir fuentes 100% limpias. Pero claro, el bananerismo ambiental da réditos políticos fáciles, sobre todo cuando aquellos que se dicen del "pueblo" se aprovechan de la buena fe de la gente al instalar una serie de mitos más falsos que el mismo Judas. Se decía, por ejemplo, que Los Rulos iba a operar con carbón, que iba a dañar la reserva de la biosfera, además de consumir volúmenes de agua gigantescos, pero todo ello fue desmentido por el servicio de evaluación ambiental (SEA).
El problema energético y climático es real. Requiere una transición energética realista, explicando cuánto nos va a salir la cuenta de electricidad y cuáles son los pros y los contras de cada opción. Como dice la frase que se le atribuye al expresidente Abraham Lincoln: "Puedes engañar a todas las personas una parte del tiempo y a algunas personas todo el tiempo, pero no puedes engañar a todas las personas todo el tiempo".