Ingresos municipales y renovación del Casino
El éxito de la operación de la tradicional casa de juegos viñamarina se proyecta también a la actividad turística local y regional. Las condiciones del mercado del juego legal han cambiado, pues la oferta se ha ampliado de norte a sur del país, con lo cual la exclusividad que mantenía el Casino de Viña del Mar desde 1930 ya no existe. Esta realidad ha obligado a una renovación del recinto y de su oferta.
Con importantes inversiones en sus instalaciones y con novedades en su oferta de espectáculos, gastronomía y hotelería se presenta el Casino Municipal de Viña del Mar al inicio de la temporada, después de largos tropiezos en su funcionamiento debido a la violencia de 2019 y a la pandemia.
Ahora, sin que se hayan superado totalmente las incertidumbres políticas y sanitarias, intenta el tradicional establecimiento viñamarino, actualmente operado por Enjoy, subsidiaria de Casino del Mar S.A., volver a la normalidad. Su gerente general, Rodrigo Bórquez, informa que culminó la renovación de las instalaciones con 1.200 máquinas tragamonedas de última generación, además de mesas de juego. También se renovaron otros recintos del establecimiento enfocados a jugadores y visitantes en general. Importante es también la remodelación del parque de juegos de la aledaña plaza Colombia, especialmente atractiva para los niños.
Destaca el ejecutivo que la apuesta de la empresa Enjoy por Viña del Mar es "a largo plazo" y que mira "con el mayor optimismo el futuro de este centro neurálgico de la entretención en la Quinta Región. Enjoy Viña (se refiere el Casino Municipal) es para Enjoy una plaza de alta relevancia".
Enjoy, que ha debido superar en los últimos tiempos problemas en su estructura económica, se adjudicó en licitación de 2018 la operación del Casino viñamarino, junto a los de Coquimbo, Puerto Montt y Puerto Varas. Esa adjudicación es la continuación de una relación contractual que se mantenía desde hace décadas con la municipalidad viñamarina, lográndose con ella importantes ingresos para la ciudad.
Sin embargo, a través del tiempo, las condiciones del mercado del juego legal han cambiado, pues la oferta se ha ampliado de norte a sur del país, con lo cual la exclusividad que mantenía el Casino Municipal de Viña del Mar desde 1930 ya no existe. Esta realidad ha obligado a una renovación del establecimiento y de su oferta. Hay renovación, como lo señala Bórquez, pero esa renovación, que se traduce en inversiones y gestión, debe mantenerse en el tiempo para afrontar la señalada competencia y también los cambios en el mercado turístico cada vez más exigente y con una oferta globalizada. En este cuadro de cambios de tendencias hay que mirar también la situación económica nacional e internacional, cuyas complejidades afectan el turismo y las inversiones del rubro.
Desde un punto de vista general, esta situación a la vez que condiciona la operación de la empresa concesionaria, interesa especialmente a la Municipalidad de Viña del Mar, que debe seguir con atención los resultados financieros y gestión del Casino, que contractualmente debe aportar a sus arcas 831.123 Unidades de Fomento anuales, más de 29 mil millones de pesos. A la vez, el éxito del Casino se proyecta a la actividad turística general de la ciudad y la Región.