El 11 de marzo de 2022, el exministro y otrora alcalde de Maipú, Alberto Undurraga, asumió como diputado por el distrito 8. "Son roles distintos. El deliberativo es un poco más lento, pero bien intenso y lo que yo he querido mantener permanentemente, y lo he hecho todas las semanas sin excepción, es la presencia en terreno", asegura, por lo que durante las últimas 38 semanas ha mandado un mensaje por WhatsApp y redes sociales donde informa de su trabajo parlamentario.

Junto con ello, ha tenido que manejarse dentro de las turbulentas aguas de la Democracia Cristiana, partido del cual asumió la presidencia el pasado 10 de noviembre, en medio de una crisis interna que significó la renuncia de varios militantes históricos de la falange. "Nos estamos recuperando", asegura, y una prueba de ello tiene que ver con el acuerdo constitucional, pues afirma que "fuimos nosotros los que propusimos dos tercios electos y un tercio comisión de expertos, exactamente lo que salió: 50 y 24".

- ¿Qué le parece el acuerdo constitucional al que se llegó?

- Creo que es bueno, porque es un acuerdo que habilita el proceso constituyente. No era fácil. No era fácil tener dos cosas a la vista: la ciudadanía mayoritariamente el año 2020, con un 80%, dijo nueva Constitución y que sea un órgano cien por ciento electo, pero también el 4 de septiembre, mayoritariamente con un 62%, rechazó el texto de la Convención Constitucional. Entonces, no era fácil un acuerdo que considerara esas dos cosas y yo creo que lo logramos. Creo que logramos tener un acuerdo que se hiciera cargo de las demandas ciudadanas respecto al proceso, y también respecto al contenido. Entonces, cuando tenemos 50 personas, que es un número menor al anterior, y cuando incorporamos a 24 expertos, nos estamos haciendo cargo de la necesidad que haya expertos en un proceso como como éste. Esto nos va a permitir tener un proceso que, espero, termine con un plebiscito donde mayoritariamente se apruebe una nueva Constitución, que todos sintamos propia. (...) El acuerdo también es sumamente importante porque yo espero que se inaugure una temporada de acuerdos. A Chile le ha ido bien cuando se han generado acuerdos amplios, y aquí los necesitamos en seguridad ciudadana, pensiones, recuperación económica, salud, reforma tributaria, descentralización. Un rol importante de la Democracia Cristiana es contribuir decisivamente para que Chile retome el camino de los acuerdos. Fuimos nosotros lo que propusimos dos tercios electos y un tercio comisión de expertos, exactamente lo que salió: 50 y 24.

- ¿Y no se hace más complejo esta llegada a acuerdos cuando hay una atomización tan grande en la Cámara?

- Déjame plantearlo de otra forma. El Gobierno tiene minoría hoy en la Cámara. Por lo tanto, solo puede sacar su agenda adelante en la medida que construya acuerdos que incorporen a los que no somos parte del gobierno. Y el hecho de que haya atomización dificulta, pero no impide. Prueba de ello es el acuerdo al que llegamos en materia constituyente, por eso yo creo que tiene un doble valor.

- Uno de los temas que se ha hablado es la labor ad honorem de los expertos. ¿Usted cree que deberían ser remunerados?

- Creo que sí. Un monto austero y acotado, pero hay que pagarles. Si no tienes dos posibilidades: uno que sea un grupo muy elitista de personas que pueden ejercer sin ninguna remuneración, o lo otro es que alguien les pague, y pierden independencia.

- Demócratas propone incorporar a los expresidentes como expertos. ¿Está de acuerdo?

- A mí no me gusta emplazar a los expresidentes por la prensa. Me parece que, por supuesto, que cada uno de los expresidentes y la expresidenta pueden ser un gran aporte, y en los distintos roles que puede haber, y también se les puede consultar directamente.

El espacio de la DC y desafíos

- Se ha visto una fuga de militantes de la DC. Usted, como presidente del partido, ¿cómo analiza esto?

- Asumí en medio de una crisis y nos estamos recuperando. Prueba de ello es el rol que jugamos en el acuerdo constituyente y el rol que estamos jugando también en seguridad ciudadana y pensiones.

- ¿Pero tiene pensado hacer acciones para que más militantes lleguen al partido, que se sumen nuevas generaciones?

- Estamos trabajando con la Juventud Demócrata Cristiana y fundamentalmente con concejales, concejalas, alcaldes, alcaldesas, los cores, con nuestros representantes, justamente para primero construir una mirada común de qué significa ser humanista cristiano en el siglo 21 y cuáles son los desafíos; y a partir de ello, invitar a todos y todas los que se sientan identificados con la mirada moderna del humanismo cristiano. En eso hemos ido avanzando y ya haremos anuncios específicos, pero hemos ido avanzando. Nosotros tenemos el desafío de copar, junto con otros, la centroizquierda que es nuestro espacio natural. La centroizquierda es un grupo importante, una cantidad importante de chilenas y chilenos que aspira a cambios sociales, que aspira a transformaciones y quiere que eso se haga con gradualidad y responsabilidad. Nosotros siempre, en nuestra historia, hemos marcado "revolución en libertad", "crecimiento con equidad" y ahora yo digo "desarrollo con dignidad". Son las dos cosas: agenda social y agenda económica. Hemos apoyado el gobierno en las distintas cosas que tienen que ver con la agenda social -sueldo mínimo, bonos, temas asociados al subsidio del combustible, en fin-, sin embargo, nuestra crítica tiene que ver con el déficit en la agenda económica, de recuperación económica. (...) Somos agenda social y agenda económica. Hay un mundo de chilenas y chilenos muy amplio que requiere representación, y nos estamos recuperando para volver a representar a ese mundo de la centroizquierda.

- ¿Cuál es el balance legislativo que hace de estos nueve meses?

- En lo que me corresponde, hemos tenido una agenda muy intensa en Trabajo. Hemos aprobado un conjunto de proyectos, por lo pronto, que venían del Ejecutivo y que hemos mejorado, como el de salario mínimo para apoyar a todas las pymes. Pero también hemos tenido una agenda muy productiva en leyes sobre mujer y trabajo, sobre dirigentes sindicales y apoyo a sindicatos, siempre equilibrando la protección laboral con la protección al empleo. Tanto así que la gran mayoría de los temas que hemos aprobado en la Comisión de Trabajo han sido por unanimidad o con un amplio acuerdo. Ahora, el desafío que tenemos son las pensiones y el desafío ahí es lograr un acuerdo. Nosotros hemos planteado cuatro principios: el primero es uno de solidaridad, para que a través del sistema de pensiones se pueda apoyar a quienes tienen menos pensiones, particularmente a las mujeres. Segundo, mayores recursos, el 6% de mayores recursos a cargo del empleador y que sea gradual para no afectar el empleo; tercero, el de libre elección en el componente individual; y el cuarto de separación del rol que hoy día hacen las AFP, entre el de inversión y el de administración y soporte. En ese sentido, el proyecto que ha presentado el gobierno, a nivel de principios, lo consideramos positivo. Sin embargo, hay dos nudos en los cuales hay que encontrar acuerdos, porque de lo contrario es difícil que se apruebe: el primero sobre el uso del 6% y el proyecto plantea una cosa interesante, que es una postura intermedia que el 60% vaya a las cuentas individuales, sin embargo, no a las cuentas capitalización, sino que a las cuentas del Seguro Social. Sobre eso hay que construir un acuerdo amplio no se puede aprobar por un solo voto. Y segundo la separación de las AFP, que yo estoy de acuerdo, tenemos que buscar cuál es la forma más efectiva y eficiente de hacerla. Pero vuelvo a decirlo, si no se construye un acuerdo, difícil que avance una reforma de esta naturaleza.

- Es complicado el tema, no es fácil de resolver.

- No, pero esta semana estuvo la exministra Zaldívar, ministra de Piñera de invitada, y ella valoró algunas cosas del proyecto e hizo críticas a otras, pero lo que planteó y me pareció muy interesante que lo que dijera ella, es que debemos avanzar para construir un acuerdo. Éste es el tercer intento que hacemos como país: el primer lo hicimos en el gobierno de la expresidenta Bachelet, yo era ministro; el segundo lo hizo el expresidente Piñera. ¿Quiénes son finalmente los perjudicados con esto? Los jubilados. Tenemos la obligación de lograr un acuerdo y ese es mi rol en una doble dimensión, como presidente de la Comisión de Trabajo y el que tenemos como Democracia Cristiana de contribuir a generar acuerdos.2

Creo que logramos tener un acuerdo que se hiciera cargo de las demandas ciudadanas respecto al proceso, y también respecto al contenido (...). Esto nos va a permitir tener un proceso que, espero, termine con un plebiscito donde mayoritariamente se apruebe una nueva Constitución".

Otro tema que mantiene pendiente al diputado es el de la reforma de pensiones que se analiza en la comisión que preside.

Flor Arbulú Aguilera

flor.arbulu@mercuriovalpo.cl

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