Enfrentamos condiciones meteorológicas extremas, altas temperaturas y fuerte viento que durante la tarde bajó con fuerza e hizo que el incendio se propagara desde la parte alta del cerro hacia sectores poblados. Esta frase, que sin duda explica en parte lo ocurrido el pasado jueves y cuyo saldo fue de dos víctimas fatales y hasta ayer de alrededor de 500 viviendas en Viña del Mar, la hemos escuchado tantas veces a lo largo de los años que no requiere explicación. Lo que sí necesita explicación y bien seria, es ¿por qué si lo sabemos tan bien no es posible evitarlo?, más aún cuando los factores asociados muchas veces son como en este caso, asentamientos irregulares o "tomas" y dificultades de acceso a éstas. Evitar emergencias es más fácil que enfrentarlas y por ello parece necesario pedir explicaciones a autoridades y dirigentes que por motivos políticos o económicos promueven y defienden esta peligrosa forma de asentamiento y cuya resolución es urgente legislar.

Enfrentando las emergencias nos hemos vuelto bastante mejores y harto ha cambiado desde aquel 2002, en que varios incendios simultáneos no sólo devastaron buena parte de la calle Chaparro en Valparaíso sino que tuvieron a Viña y otras comunas acordonadas por el fuego porque el intendente del momento decidió que no era necesario gastar recursos en aviones dromader. Lo que ha avanzado Conaf es notable y se ha posicionado internacionalmente como un referente en incendios forestales. Por su parte Bomberos es hoy indudablemente un ejemplo en materia de preparación, planificación y respuesta coordinada para combatir incendios, siendo nuestros voluntarios los que han liderado el programa de certificación a nivel nacional de especialistas en incendios forestales y de interfase. Este perfeccionamiento ha permitido que la coordinación entre Conaf, Bomberos, Carabineros, Onemi y todas las instituciones que responden a la emergencia sea muy eficiente, lo que pone como desafío a las autoridades políticas contar no sólo con lo básico para evitar que se transformen en un estorbo al buen trabajo, sino que deben conocer de emergencias, ser capaces de liderarlas y entregar ese mayor valor por el conocimiento del territorio que necesariamente se debe exigir a una autoridad. Una mención aparte requieren las Fuerzas Armadas y en particular nuestra Armada, pues cada vez que esta región se ha enfrentado a una situación que sobrepasa a sus autoridades, han buscado la solución en el viejo edificio de plaza Sotomayor que da frente al puerto y a sus héroes. Todos estos son hoy un grupo de de profesionales de élite y el desafío para nuestras autoridades comunales y regionales es que sean capaces de liderar a este equipo VIP y en nada ayuda que modifiquen sus equipos de emergencias por cuoteos políticos.

Se viene un verano muy difícil y aunque parece insuperable la frase de aquel intendente que dijo una vez que esta provincia no necesitaba apoyo aéreo en verano para los incendios, espero que no resulte un gran desafío evitar ser un estorbo a nuestros profesionales de la emergencia.

Por mi parte, y es lo único que puedo ofrecer, yo estaré observando, como hace más de 25 años, desde la cabina de un carrobomba, presto para entrar en acción.