Francisco Meneses V.

Una vez que logre controlarse plenamente la emergencia a raíz del gran incendio que afectó a los sectores de Nueva Aurora, Forestal Alto y Tranque Sur, en Viña del Mar, se podrá tener una cifra definitiva de viviendas dañadas y personas damnificadas.

Así lo señaló el contraalmirante René Rojas, jefe de la Defensa Nacional para la comuna de Viña del Mar, durante el primer balance de la jornada de ayer, realizado en el Estadio Sausalito. Esto, una vez que se pueda acceder a los pocos puntos activos y que pueden significar un rebrote del incendio.

"Gracias al vuelo que realizó un avión de la Armada ayer (viernes) en la noche, todavía existen dos puntos calientes y por eso es que el incendio no está controlado. Eso es importante decirlo, porque hay lugares que todavía no son seguros, que son principalmente dos y en esos lugares todavía está restringido el acceso", indicó el director de Inteligencia de la Armada.

Rojas añadió que "estamos coordinando, para poder definir en muy buena forma, con tal de poder llegar a los máximos lugares posibles con camiones para ayudar a la gente", estimando una cifra de 300 viviendas con daños producto de las llamas.

"Tenemos algunas diferencias entre las casas y las familias, porque hay personal desarrollando las fichas, el empadronamiento y entonces ahí tenemos la diferencia. Por eso quiero hablar de alrededor de 300 casas o familias", complementó Rojas.

Inspección y fichas fibe

En tanto la Delegada Presidencial Regional, Sofía González, detalló la diferencia entre los inspección aérea y la labor a pie de calle de los funcionarios públicos, para el llenado de las Fichas Básicas de Emergencia (FIBE).

"A propósito de un vuelo que hace la Conaf y la Armada, hemos identificado 314 techos que han sido siniestrados, pero además, y a propósito del despliegue que hace el Ministerio de Desarrollo Social con más de 70 funcionarios y funcionarias desde el día de ayer, durante todo el día y que siguen hoy día trabajando, tenemos el levantamiento de 240 fichas FIBE", consideró.

Según la autoridad, "esta es la discrepancia que tenemos en tanto cantidad de viviendas afectadas, sin embargo, creemos que vamos a acercarnos alrededor de las 300 casas siniestradas, y por tanto, a partir de ello y de la caracterización de esta fichas, vamos a poder destinar los distintos apoyos y ayudas que tienen que ver con lo urgente".

Por ello, González consideró como clave un control total de la emergencia, para conocer la real magnitud de la catástrofe, que en su primer minuto se estimó cercana a las 400 viviendas dañadas.

"Lo que fuimos comunicando tiene que ver con estimaciones en medio de la emergencia, hoy día con mayor tranquilidad, los equipos estuvieron desplegados y vamos a seguir trabajando. Lo importante es que sigamos los datos que están totalmente corroborados por la autoridad y que sean ellos los que nos permitan tomar mejores decisiones", consideró.

Subsidio del gore

Por su parte, el gobernador regional Rodrigo Mundaca se refirió a las medidas concretas que tomará el Gobierno Regional, como la entrega del subsidio de asistencia local. "Es un subsidio que vamos a focalizar en el municipio de Viña, con foco básicamente en alimentos, medicamentos y atención preferente a adultos mayores", dijo.

Mundaca complementó que "los recursos que vamos a destinar desde emergencias, donde tenemos un 2%, es algo así como $800 millones, pero con las cosas que nos diga el municipio, dónde quiere que focalicemos estos recursos".

"Como Gobierno Regional estamos en comunicación directa con la Asociación Nacional de Gobernadores y Gobernadoras (...) y desde ahí se está coordinando una campaña nacional para llegar con elementos de protección personal al territorio, para darles seguridad a quienes van a estar en las labores de reconstrucción y de remoción de escombros", planteó el gobernador.

Además, la Gobernación iniciará la coordinación de la red de voluntarios universitarios para las labores de retiro de escombros y reconstrucción en la zona de catástrofe. "Son días muy intensos, donde todos hemos estado volcados íntegramente en esta labor, en esta tarea. Hacemos lo que nos toca hacer, no estamos haciendo nada extraordinario que no sea ponernos a disposición de los que habitan en la comuna de Viña del Mar", sentenció Mundaca.

Protección de empleos.

Desde el Ministerio del Trabajo y Previsión Social se dieron a conocer las medidas adoptadas para ir en ayuda de los damnificados. Una de ellas es el Subsidio de Emergencia Laboral, para garantizar el puesto de trabajo de quienes trabajan en establecimientos que hayan sido afectadas por los incendios en Viña del Mar.

El beneficio consiste en la bonificación mensual para la empresa de 80% de un Ingreso Mínimo Mensual (IMM) durante tres meses, plazo que podrá ser extendido por otros tres meses con una bonificación del 60% del IMM.

El bono se pagará a todos los trabajadores de las empresas afectadas, sin distinción de renta, siempre y cuando se acredite mantener una relación laboral al momento del siniestro, como su continuidad mientras dure el beneficio, lo que será verificado por el Servicio Nacional de Capacitación y Empleo (Sence) a través de la revisión del pago de cotizaciones previsionales.

Además, se dispuso la apertura de 100 cupos, en vista de la cantidad de viviendas afectadas, en los Programas de Empleo de Emergencia que ejecuta Conaf. Quienes opten a este beneficio, adultos de grupos familiares damnificados por el incendio, podrán trabjar en labores de remoción de escombros y retiro de material combustible.

Esto se suma a los mil cupos abiertos como parte del Programa de Inversión en las Comunidades, impulsado por el Ministerio del Trabajo y los municipios locales.

Además, se dispondrán de brigadas de fiscalizadores del Trabajo de la Región y un equipo del departamento de Relaciones Laborales de la Dirección del Trabajo hará rondas y revisiones en terreno, dando orientaciones a trabajadores que no han podido asistir a sus labores y verificar si existen empresas afectadas por la emergencia.

"Conforme a la lamentable situación que enfrentan las vecinas y vecinos de Viña del Mar, creemos que es muy oportuno que se den a conocer estas medidas por parte del Ministerio del Trabajo y Previsión Social y sus organismos dependientes, que buscan proteger las fuentes de empleo y los derechos de las y los trabajadores ante la emergencia", señaló la ministra Jeannette Jara.

Una vez más observamos la trágica imagen del fuego amenazando y destruyendo ciudades, casas y vidas. Como una especie de demonio solsticial, trágicamente tras los montes, barre y barre los lugares donde ya sabíamos hace tiempo que debíamos hacer algo.

Ante un escenario de cambio climático cada día más evidente y respaldado científicamente para la condición 30-30-30, donde la periodicidad de incendios, escasez de agua, y elevamiento de temperaturas y nivel del mar, hemos ido construyendo un listado de amenazas, que a su vez han debido ir alimentando un listado de acciones priorizadas.

Lamentablemente, lo que observamos una vez más es la reacción después de la catástrofe, evitando o evadiendo una solución real y de fondo, de lo que significa la ocupación masiva e irregular de sectores expuestos al riesgo, de la indefinición de la interfase ciudad bosque, de la materialidad inadecuada y de las especies plantadas, en definitiva, de la planificación urbana incumplida para un ordenamiento apto, que implica -al menos- garantizar cierta disponibilidad de agua y acceso a los servicios de emergencia.

En un reconocido contexto de crisis de vivienda, cabe volver a recordar entonces planes y acciones que en los últimos años han advertido y sugerido un camino, que implica superar inercias e innovar con las relocalizaciones, con limpiezas permanentes de las quebradas, con la reocupacion de los bordes urbanos con sistemas de captación y acumulación de agua, donde la desalación puede jugar un rol complementario fundamental para la habitabilidad.

Esto sumado a la convertibilidad de espacios públicos incombustibles, que como en el pasado, permiten organizar la emergencia y evacuación cada vez que fue, es y sea necesario.

Hoy, con cientos de viviendas destruidas, de esfuerzos y sueños extinguidos, sólo volvemos a eternizar la inconveniente precariedad, pero, mas allá de una lamentable constatación, lo que vendrá después del voluntariado y las ayudas urgentes, es y debe ser volver a instalar el valor de la planificación, más allá de un simple cumplimiento normativo, más bien como acto fraterno y colectivo, que relocaliza e integra a quienes antes no han tenido mejor opción, probablemente el más necesario regalo que esta Nochebuena y todas las siguientes, desde la autoridad a cada ciudadano, podamos darnos.

Alberto Texido Zlatar