"Creo que hay que repensar el sistema de nombramiento del fiscal nacional"
Han sido semanas agitadas para el senador por la Región de Valparaíso y presidente de Revolución Democrática (RD), Juan Ignacio Latorre. Por una parte, integró la mesa de negociación que terminó en un acuerdo constitucional firmado por la mayoría de los partidos con representación parlamentaria, y que de todas maneras ha sido objeto de crítica; y por otra, debido a la votación para ratificar a Marta Herrera como fiscal nacional. "Creo que en esto el Senado queda muy mal", reconoce sobre este último tema, asegurando de paso que mantiene sus críticas ante el apresuramiento que hubo para aprobar el TPP11, y adelanta lo que se está trabajando en materia de seguridad, mientras visualiza lo que le gustaría conseguir en 2023.
- Este segundo fracaso de la designación de fiscal nacional, ¿cómo lo analiza usted?
- Ya van dos casos fallidos, pero creo que en esta segunda etapa el Senado queda muy mal por varias razones: primero, tenemos 80 días a la Fiscalía Nacional sin cabeza (...). El fiscal nacional dirige, diseña y va moviendo las piezas para que el andamiaje funcione en una institución que es muy compleja de gobernar, que tiene varias asociaciones que se hacen zancadillas entre ellos, filtran cosas, etc. Teníamos por primera vez una candidata mujer, que conoce la institución por dentro, que lleva más de 21 años, que ha trabajado con todos los fiscales nacionales, que dirigió la Unidad Anticorrupción. Y ahí es donde yo hago mi punto político. Había una animadversión antes, incluso, de presentar su propuesta, porque ella persiguió casos de corrupción donde hay metidos personajes políticos. En el caso de la UDI Orpis, Isasis, Corpesca; después el caso Dominga que salpica Piñera; después Caval y todo lo vinculado a la familia de la ex Presidenta Bachelet, Javiera Blanco también, ahora se va a meter con Torrealba. En el fondo es una persona que ha dado muestras de imparcialidad y al mundo político pareciera ser que le molesta que toquen a los suyos. Ésa es mi hipótesis.
- ¿Se debería cambiar el proceso eleccionario?
- Sí, creo que hay que repensar el sistema nombramiento. Creo que éste va a ser uno de los desafíos de la nueva Constitución, por tanto, hay distintas propuestas sobre la mesa. Incluso, gente de derecha ha propuesto cosas que a mí me parecen sensatas, por ejemplo, que el periodo dure menos, o que si va a durar ocho años, a la mitad de la gestión haya una evaluación y una votación si es que se prorroga o no. Otro elemento es que la Corte Suprema sea más transparente en el fundamento de por qué elige a unos y deja a otros afuera.
- Por otra parte, ¿qué opina de las críticas que han surgido al interior de la coalición de Gobierno con el acuerdo constitucional?
- Lo hemos dicho y lo dijo el Presidente también, es un acuerdo imperfecto. Ninguna de las partes queda 100% conforme, o tiene que ceder finalmente en sus pretensiones originales (...). Va a ser un proceso con mayor protagonismo de los partidos políticos, y donde las expectativas tal vez son menores como lo dijo el Presidente. Nosotros, tal vez en el proceso anterior, queríamos avanzar en cambios más radicales y probablemente esta Constitución sea una más bien de mínimos de convivencia democrática, donde se deje a la política, a la ley, a las políticas públicas muchas materias que no necesariamente tienen que quedar a nivel constitucional (...). Esta es una segunda oportunidad que tenemos, creo que es la última por lo menos en este período de Gobierno, de poder dotarnos de una Constitución democrática, nacida en democracia y con participación, donde la gente pueda elegir. O sea, si la gente rechaza este proceso nuevamente, no creo que haya una tercera alternativa.
- ¿Cómo están conversando la elección de constituyentes?
- Nosotros como partido hemos ido teniendo varias conversaciones a nivel del Consejo Político, y también estamos metidos en un congreso estratégico, donde Revolución Democrática va a proponer alianzas electorales para todo el ciclo que viene. (...). La voluntad política que hemos manifestado, y tenemos una mesa de trabajo con los secretarios generales y los comités electorales de todos los partidos oficialistas, es enfrentar con la mayor unidad tanto electoral como programática este proceso. Hoy ya echamos a andar una mesa técnica con expertos constitucionales de todos los partidos para elementos mínimos comunes, y creo que ese es el camino. Creo que al Gobierno le haría muy mal que nuestros partidos de la alianza de Gobierno estén compitiendo y diferenciándose entre sí. Tenemos que empujar nuestros mínimos programáticos, constitucionales a presentarle al país y acordar la estrategia de negociación, porque éste tiene que ser un pacto también con la derecha y el centro.
- La derecha ha dicho que este Gobierno debe preocuparse las cosas importantes y una de ellas es seguridad. ¿Qué opina de ello?
- Varias cosas. Primero esa caricatura de que no nos preocupamos de la seguridad. Yo creo que la derecha habló mucho, pero finalmente no lo hizo bien, no dejó al país en una buena situación. Entonces, también un poquito autocrítica. Segundo, la ministra Tohá convocó a una mesa de seguridad, donde estamos participando todos los partidos políticos y con muchas propuestas sobre la mesa, y la idea no es llegar a la unanimidad, porque son muchas y no estamos obligados a ello, pero sí buscar aquellos elementos comunes tanto en plano legislativo como administrativo y de gestión, y ojalá que sea una mesa corta. Es decir, la Ministra dice de aquí a dos meses tener un paquete de medidas que todas las fuerzas políticas suscriban como una política de Estado. Se han hecho cosas. Tal vez falta y obviamente la gente tiene el justo temor. Si uno mira las cifras frías, no hay un aumento de la cantidad de delitos, pero sí, de la connotación de mayor violencia o delitos nuevos que no había en Chile (...). Ahí tenemos un problema, que es serio, es grave y que implica inteligencia para enfrentar una dinámica del delito que es mucho más compleja que antes, que incluso tiene escala transnacional.
- Esta semana se depositó el TPP11 , pero aún no están listas las side letters, ¿qué opina al respecto? Porque usted fue bien opositor a que se aprobase el tratado.
- Estamos a favor de ir modernizando los tratados de libre comercio. No estamos en contra, queremos sacar la caricatura, de los tratados de libre comercio, pero sí ir modernizándolos a nuevos estándares (...). Por eso, felicito la labor que han hecho Cancillería y el subsecretario Ahumada -que ha sido muy criticado, creo yo injustamente- en llevar adelante una modernización del acuerdo con la Unión Europea. Eso implica meter elementos que son convenientes para Chile en un convenio que nos importa, que es muy antiguo, pero que se pone a la vanguardia del tipo de tratados que queremos. (...) Con el TPP 11, mi crítica principal a quienes lo promovieron con mucha ansiedad, era que boicotearon la estrategia del Gobierno que era justamente darse el tiempo que necesitaba, unos meses, para poder negociar con cada uno de los países las side letters; porque si tú das la señal de que el Senado ya lo aprobó, pierdes poder de negociación y por tanto te quedas con menos cartas de las que pudiste haber conseguido y eso en mi opinión fue una irresponsabilidad. Sigo manteniendo mi crítica. Ahora sí valoro que hay varios países como Canadá, Nueva Zelanda, que están a favor de la posición de Chile de que hay que cuestionar los mecanismos de resolución de controversia entre Estado e inversionistas.
- ¿Qué espera del 2023?
- Espero varias cosas. En lo político que tengamos nueva Constitución democrática, con un gran respaldo ciudadano. Creo que sería un logro no para el Gobierno, no para mi sector, sino para la estabilidad de Chile en las próximas décadas. Espero que la conmemoración de los 50 años del golpe traiga un nuevo estado de conciencia respecto a la relevancia de los derechos humanos, la memoria y las deudas que el Estado de Chile tiene tanto con las víctimas de la dictadura como con las del estallido social. En materia económica va a ser un año probablemente complejo, sabemos que puede haber recesión, desempleo, etc. y espero haya una respuesta solidaria del Estado de Chile, del Gobierno, de la sociedad civil, del empresariado también; y espero que de una vez por todas saquemos reformas que están pendientes hace mucho tiempo: un nuevo pacto fiscal en materia tributaria y un nuevo sistema de pensiones que garantice pensiones decentes a los trabajadores y las trabajadoras jubiladas hoy, no en 40 años más. 2
Tal vez en el proceso anterior queríamos avanzar en cambios más radicales y probablemente esta Constitución sea una más bien de mínimos de convivencia democrática, donde se deje a la ley, a las políticas públicas muchas materias que no necesariamente tienen que quedar a nivel constitucional".
El senador considera que se está avanzando en mínimos comunes entre los partidos oficialistas para una lista única.
Flor Arbulú Aguilera
flor.arbulu@mercurio valpo.cl
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