"Todo lo que somos es gracias a ti. Te amamos infinitamente. Descansa en paz". Kely Nascimento despidió a su padre, Edson Arantes do Nascimento, conocido por el mundo entero como 'Pelé', hablándole directamente, como si aún estuviera presente. Pero recién había fallecido. Tenía 82 años y los últimos segundos se los había regalado a ella. Los últimos días, a sus nietas.

La gratitud de su hija se multiplicó por el mundo. "O Rei" cambió el fútbol para siempre y bien lo saben en Brasil, que gozó con el mejor jugador de la historia entre las décadas del 60 y el 70, viendo cómo lideró a su Selección para ganar tres Copas del Mundo, un registro inédito.

Por algo se ganó el título de rey y se lo llevará a la eternidad. Convirtió más de mil goles en su carrera, fue un estandarte de la lucha contra el racismo y la mayoría de quienes lo vieron en acción afirman que es el mejor de todos los tiempos.

Un fanático del juego, tanto así que días antes de morir, en el hospital Albert Einstein de Sao Paulo, donde pasó un mes batallando contra el cáncer, compartió con sus nietas y tuvo una despedida en medio de sonrisas y emotividad.

Fue un diciembre difícil para la familia. Su hija Kely se encargó de mantener al planeta informado de la situación del exfutbolista, que manejó los tiempos como en la cancha.

Coincidencia o no, esperó a que terminara el Mundial de Qatar para partir. Incluso alcanzó a dejar un mensaje para Lionel Messi tras coronarse campeón: "Hoy, el fútbol sigue contando su historia, como siempre, de forma apasionante. Messi ganando su primer Mundial, como lo merecía su trayectoria".

"Mi querido amigo Mbappé, marcando cuatro goles en una final. Qué regalo fue ver este espectáculo para el futuro de nuestro deporte", agregó sobre el francés, a quien muchos consideran como su heredero sobre el césped.

Probablemente Pelé tenía todo bajo control. También alcanzó a despedirse de toda su familia, que llegó hasta el hospital para pasar la Navidad con él. De hecho, no querían moverse de ahí y retrasaron sus vuelos una y otra vez.

"¡Abuelo, cumpliste tu misión aquí en la Tierra y ahora estás en la luz! Quédate con Dios, todo lo que es nuestra familia es gracias a ti", escribió ayer en redes sociales su nieta Stephany Nascimento, ya resignada.

De lustrabotas a leyenda

"No me gustaba 'Pelé', porque yo era un fan de Thomas Alva Edison y me parecía agradable. Con los años he aprendido a vivir con dos personas en mi corazón: una es Edson, que se divierte con sus familiares y amigos; el otro es el futbolista Pelé", dijo en algún momento.

Su nombre se inspiró en el inventor y científico estadounidense, pero su apodo tuvo que ver, por supuesto, con el fútbol.

Aunque no le gustaba que lo llamaran Pelé, él mismo se bautizó, sin querer, así. Cuando era pequeño y le gustaba jugar al arco, su ídolo era el portero José Lino da Conceição Faustino, 'Bilé', pero por su corta edad no podía pronunciarlo bien. Sus amigos, intentando descifrar qué decía, le pusieron el icónico sobrenombre.

Su referente venía del Minas Gerais, humilde equipo en el que jugaba su padre. Humilde como su historia de vida, que por su talento y esfuerzo tuvo un cambio radical.

Nacido en 1940 en una familia donde muchas veces faltaba el dinero, en especial después de una lesión que le frenó la carrera a su padre, un joven Pelé empezó a trabajar de lustrabotas.

Ahí apenas mostraba algunos destellos de su talento en la cancha, pero tenía que trabajar para comer.

Más tarde comenzó a jugar por el Santos y a sus 15 años debutó con el primer equipo. Era imparable y rápidamente comenzó a recibir más de algún cariño de las defensas rivales, pero en esa época no había sanción.

Apenas un año después empezó a jugar con la selección de Brasil y deleitó al planeta. Siendo un adolescente de 17 años, fue al Mundial de Suecia 1958 y se convirtió en el primer futbolista de su edad en ganar este trofeo.

No fue un mero espectador del logro, porque incluso anotó dos goles en la final frente a los locales.

"Por primera vez vi a mi padre llorar, y fue por esa derrota (el 'Maracanazo'). Esa es la imagen que me quedó grabada de 1950. Le dije 'no llores papá, voy a ganar el Mundial para ti'", confesó el astro brasileño, que ocho años más tarde le cumplió a su padre.

A esas alturas muchos ya empezaban a darse cuenta que podía ser el mejor de la historia. Hacía cosas que nadie más se atrevía a hacer. Dejaba más rivales en el camino que cualquier otro jugador.

En retrospectiva, hoy se ven en su palmarés tres Copas del mundo, porque repitió en 1962 y 1970, aunque en su segunda conquista solo disputó dos duelos por una lesión. Hasta ahora es el único jugador en ser tricampeón.

En el Santos también hizo historia y llevó a su club a ganar el torneo local, la Copa Libertadores y la Intercontinental, todo eso por dos años consecutivos.

Antes de cumplir 30 años, ya había marcado mil goles oficiales. Todavía sigue la discusión, porque muchos eran partidos de exhibición, pero el récord está. En total fueron 1.279 en 1.363 partidos, jugó 77 veces por su país y defendió la camiseta del Santos en 643 ocasiones.

El '10', una leyenda

Más allá de los números que registró, Pelé significó mucho para Brasil y las nuevas generaciones de futbolistas.

Cambió la forma de ver el juego, con un talento natural, pero también mucho esfuerzo para mejorar. Fue de los pocos jugadores que entrenaban a la vanguardia de la época.

En la década del 60 ya todos los equipos querían enfrentar al Santos, mientras los hinchas llenaban estadios para verlo jugar.

En la actualidad, muchos jóvenes brasileños ven en su ejemplo una oportunidad de surgir y dedicarse a lo que tienen talento.

Ayer quedó demostrado: su huella será imborrable. Desde algunos antagonistas como Romario, hasta jóvenes como Mbappé, todos lloraron su partida, incluyendo a las figuras de esta época Messi y Cristiano Ronaldo.

Luchó contra el racismo, le ganó a la vida. Cuando la lógica era quedarse limpiando botines, prefirió ponérselos para ir a la cancha y cambiar la historia de su familia. Sin querer, también cambió la del fútbol, deporte del que es y será rey para la eternidad.

"Todo lo que somos es gracias a ti. Te amamos infinitamente. Descansa en paz".

Kely Nascimento, Hija de Pelé

"¡Abuelo, cumpliste tu misión aquí en la Tierra y ahora estás en la luz! Quédate con Dios".

Stephany Nascimento, Nieta de Pelé