Cancelaciones de reservas en Valparaíso llegan al 45%
FUEGOS ARTIFICIALES. "Vergüenza", "desastre", "desprolijidad" acusan afectados por la no realización del evento turístico más importante de la ciudad.
Un golpe tras otro. Esa es la realidad que afecta a la actividad económica de Valparaíso y que acaba de escribir un nuevo episodio con la no realización de los fuegos artificiales, el evento más importante de la ciudad y cuyos efectos ya se están manifestando.
De hecho, la cancelación de reservas solo en el sector hotelero hasta ayer ya llegaba al 45%, sin considerar el dilema que enfrentan los restaurantes, donde la mayor parte de los clientes está exigiendo la devolución de su dinero, pues la principal motivación para pagar una importante suma de dinero ya se desvaneció.
"Esto es muestra, una vez más, de que nuestras autoridades locales no están a la altura en el manejo de una ciudad como Valparaíso. La ausencia de estrategia en el manejo, los fuegos artificiales, en fin, es un hito más en la cero inversión, proyectos, desarrollo, que tiene Valparaíso. (...) Esta es una vergüenza del tamaño de una catedral", comentó la presidenta de Hoteles Valparaíso AG, Karen Lein.
En cuanto a los responsables, subrayó que el gremio no comparte que recaiga únicamente en el proveedor, porque cuando se presenta solo una empresa a la licitación ya debiera sonar algún tipo de alarma. "Significa que el monto es muy bajo, no le interesa a nadie o hay un problema con el mercado y eso habrá que investigarlo", dijo, agregando que el gobierno comunal pudo hacer algo más.
"Según lo que se dijo, la municipalidad revisó todas las etapas y todo lo que se requería por hacer para llevar a cabo estos fuegos y nosotros pensamos que no fue lo suficiente, (…) puede ser que me digan que se hizo el check list, pero uno tiene criterio, puede ir más allá, insistir, porque te estás jugando el evento más importante de la ciudad. No sirve solo hacer lo que correspondía, sino que se requería un poco más", enfatizó.
Con los brazos cruzados
El chef y dueño del restaurante Club House de Muelle Barón, Mario Campos, confesó que desde las 4.30 de la madrugada de ayer, cuando se levantó, estuvo pensando qué hacer tras enterarse que no habría espectáculo, principal atractivo para la cena de Año Nuevo en su local.
"Todo se fue abajo y quedé con los brazos cruzados. La gente viene a cenar al restaurante por los fuegos más que por la comida, quiere cenar y estar viendo los juegos artificiales. No sé quién tendrá la culpa, pero a última hora que digan que no es algo inaudito. Si se hubiera sabido los primeros días de diciembre, yo cierro el negocio y no trabajo. (...) Que nos digan esto a última hora es como una burla", señaló el chef, que esperaba con el evento dejar atrás definitivamente la pesadilla que sufrió en junio cuando un temporal arrasó con su negocio.
"Me sacrifiqué para tenerlo en buenas condiciones, precisamente para este fecha, con una inversión de por medio en que me conseguí el dinero que no tenía para arreglar el local. Hasta la semana que pasó tenía una reserva de 80 personas y cuando salió la noticia de que los fuegos debían ser revisados, nadie más reservó", dijo.
"La mayoría de las personas está pidiendo devolución del dinero. Ahora de todas maneras algo se va a hacer, una celebración con baile, pero más económica. Seguramente, voy a necesitar menos trabajadores para que los que estén puedan ganar algo", remarcó Campos.
"se tiran la pelota"
Desde el sector de las pymes criticaron la poca gestión de las autoridades, remarcando el hecho que todos quieren desmarcarse de la situación. "Esto muestra la falta de prolijidad de las autoridades en sus licitaciones y su actuar bastante alejado de la colaboración en la reactivación económica nuestra, con dos temporadas ya perdidas, con endeudamiento y largas cuarentenas. (...) Es una falta muy grave para nosotros que las autoridades, fiscalizadores y la empresa licitada se tiren la pelota y nadie asuma el perjuicio a las pymes", dijo la presidenta de Unapyme, Gianina Figueroa, agregando que se requiere mitigar las pérdidas.
"En el sector dejamos de vender, de recibir público, nos cancelan reservas con inversión hecha, en uno de los días de alta venta. Después de tantos sinsabores, es realmente incomprensible y nos gustaría saber si una vez más 'pagará Moya' o habrá un plan de mitigación", sentenció.
Por su parte, desde la Federación de Servicios Turísticos de Valparaíso (Fesetur), entidad que agrupa a hoteles, guías, operadores turísticos y servicios de transporte, entre otros gremios, calificaron la situación como un desastre y un frenazo para la reactivación económica de la ciudad.
"Que no se haga este evento es un desastre en términos económicos. Esto implica un frenazo en los bolsillos y para la reactivación. El alcalde nos explicó que esto tiene que ver con el proveedor, pero nosotros seguimos pensando que la municipalidad, como dueña de casa, es responsable y se le pidió entonces que nos informara, posteriormente, respecto a de qué manera va a operar frente a esta situación", dijo la presidenta de la entidad, Verónica Castillo.
Ante lo sucedido, agregó que "debió haber existido un proveedor que tuviera mejor calificación, independiente de que el que se escogió tuviera experiencia en este tipo de eventos".
"Esto es muestra, una vez más, de que nuestras autoridades locales no están a la altura en el manejo de una ciudad como Valparaíso".
Karen Lein, Presidenta Hoteles Valparaíso
"Todo se fue abajo y quedé con los brazos cruzados. La gente viene a cenar al restaurante por los fuegos más que por la comida".
Mario Campos, Club House Muelle Barón
"Es una falta muy grave que las autoridades, fiscalizadores y empresa licitada se tiren la pelota y nadie asuma el perjuicio".
Gianina Figueroa, Presidenta de Unapyme