Presencialidad y reactivación fueron las palabras que más sonaron en el mundo artístico-cultural este 2022. Ello porque después de dos años donde la mayor parte de las disciplinas se esforzaron por hacer su labor en forma online, este año se hizo lo posible e imposible para regresar no sólo a los espectáculos en vivo, sino también a un ambiente cercano a la prepandemia.
Esto, sin embargo, no estuvo exento de problemas. Si bien para enero y febrero en la región se generó una intensa agenda de actividades de teatro -incluso se firmó un inédito convenio de cooperación entre la Municipalidad de Viña del Mar y la Fundación Teatro a Mil, posibilitando que esta última llegase por primera vez en la Ciudad Jardín con sus espectáculos-, literatura, música y humor; lo cierto es que el aumento de contagios de covid-19 provocó que algunos de ellos se tuviesen que reprogramar o derechamente cancelar.
En medio de esto estaba la lucha por volver a los aforos completos. En febrero, la SCD pedía una reevaluación de las medidas gubernamentales a través de una campaña viral basada en la evidencia científica de los dos experimentos que realizó junto a la Universidad de Chile de que en eventos masivos de música -incluso en lugares cerrados-, y tomando todas las medidas sanitarias, no había riesgo de contagio.
Siguiendo esta lógica, previo al cambio de mando, la SCD llegó hasta las afueras de la oficina en las que estaba trabajando el entonces Presidente electo Gabriel Boric para exigir que hubiese un 100% de aforo para los conciertos, manteniendo el uso obligatorio de mascarillas y el pase de movilidad. Si bien la movilización fue de los músicos, lo cierto es que la queja abarcaba todas las disciplinas, sobre todo si se comparaban las restricciones a las que era sometida el área de los centros comerciales.
Precisamente una vez que asumió la ministra de las Culturas, las Artes y el Patrimonio, Julieta Brodsky, comenzó a trabajar en un plan que permitiese cumplir con estas peticiones. El 13 de junio se dieron a conocer nuevas medidas, permitiendo que salas, teatros y cines ubicados en aquellas comunas que se encontrasen en fase de Medio Impacto Sanitario pudieran funcionar en un 100% si tenían entre 350 y 1.000 asientos fijos, siempre pidiendo el pase de movilidad y/o un PCR negativo de 24 horas de antelación, y el uso de mascarillas en recintos cerrados; mientras que en los lugares abiertos era optativo si es que se podía mantener la distancia de 1 metro. Sobre los 1.000 asientos fijos, en tanto, se podía funcionar a un 75%. También se determinó que en eventos masivos se podía funcionar hasta con 10 mil personas, si la comuna estaba en la misma fase mencionada.
Es así como recintos como Sala Insomnia, la Sala Negra UV y la Sala de Artes Escénicas UPLA pudieron funcionar con mayor holgura, al igual que la realización de la Temporada Artística de la Universidad Santa María, por nombrar algunos. Fue uno de los pasos más importantes del año, porque esto permitía pensar en una reactivación del sector que venía sumamente deprimido desde que tuvo que cancelar su actividad en marzo del 2020.
Aunque no todo ha sido miel sobre hojuelas. El primero de los tres conciertos de despedida que ofreció Daddy Yankee en el país en septiembre fue un caos total. Según estimaciones de Carabineros 4 mil personas entraron a la fuerza al Estadio Nacional, hubo agresiones, no se respetaron las ubicaciones, y miles de personas que se quedaron sin poder disfrutar del show.
Planes regionales
La reactivación del sector ha sido otro de los grandes temas con el trabajo no sólo de los propios artistas y de los municipios que impulsaron la actividad a través de festivales, exposiciones y otros, sino del mismo gobierno con nuevos instrumentos de financiamiento a través de Sercotec y Corfo.
Asimismo, el Ministerio del área creó el Plan de Reactivación Regional que significó la readecuación de 2.800 millones de pesos del presupuesto que fue distribuido territorialmente. El 1 de septiembre se dio a conocer este plan a nivel local que tenía como objetivo fortalecer la empleabilidad de artistas, gestores y gestoras, apoyar la programación de organizaciones culturales comunitarias y contribuir a la reapertura de espacios culturales.
Otro cambio relevante fue el levantamiento del uso obligatorio de la mascarilla y la solicitud del pase de movilidad a contar del 1 de octubre. Es así como se han realizado con una cierta normalidad prepandemia actividades como el Festival Puerto de Ideas de Valparaíso, el Festival Internacional de Cine de Viña del Mar, el Festival Internacional de Fotografía de Valparaíso, Jardín Sonoro, el VIII Encuentro Internacional de Títeres Anímate, y ferias de libros y artesanía, por nombrar sólo algunos.
Y vamos por más, ya que está confirmado el regreso de los eventos más grandes que se realizan en la región como son el Festival del Huaso de Olmué -cuya licitación TVN ganó este año para hacer las versiones 2023, 2024 y 2025-, y el Festival Internacional de la Canción de Viña del Mar. A estos se suma el concierto que ofrecerá Mon Laferte en la Quinta Vergara el 12 de enero, el que tiene fijado Backstreet Boys el 1 de febrero en el Sporting de Viña del Mar, y el I Festival Trotamundos Terraza que se realizará en Quilpué el 4 de febrero con Aterciopelados y Chico Trujillo, entre otros. 2
Flor Arbulú Aguilera
flor.arbulu@mercuriovalpo.cl
El Rockódromo se realizó la semana pasada con una gran afluencia de público ya sin mascarillas ni pase de movilidad.