Con la sequía como telón de fondo y metáfora de la revancha de la naturaleza por el daño causado, el dramaturgo y novelista Pablo Illanes reescribió su teleserie "Fuera de control", un fenómeno en 1999, donde las maldades de los personajes de Sarita Mellafe y Axel Schumacher eran tema de sobremesa y pasillo de discoteca.

En la trama, los hijos de familias pudientes, o que aparentan bienestar, volverán a reunirse en el Lago Aurora, un camping ficticio ubicado en la Región de O'Higgins, donde Silvana Maldonado (conocida como "la diente de oro") se vengará por las humillaciones que le causaron en la adolescencia a ella y a su amigo Rodrigo Duarte, quien pagó con años de cárcel las ocurrencias de Mellafe y Schumacher.

-¿Cómo transformaste "Fuera de control" en una novela? Porque el formato de escritura de guiones es muy distinto, más seco, con menos textura.

-Fue un trabajo muy diferente a los procesos creativos que tengo, tanto en televisión como en narrativa, ya que es una historia de un grupo de personajes que han ocupado un lugar muy importante en mi vida y en mi corazón. Entonces, acercarme a esos personajes implicaba un proceso diferente, una metodología distinta por el mismo soporte: lo que tenía eran 104 capítulos de (la teleserie) "Fuera de control", que ni siquiera los recuperé en papel.

-¿No te quedaste con los libros con que estudian los actores?

-Han pasado 23 años y en ese tiempo se escribía en otro programa, no se mandaban por mail, sino que se iba a dejar el disquete -unidad de almacenamiento en desuso desde 2011- con toda la fragilidad que implicaba en términos de guardar el archivo. Por lo mismo no tengo una copia de la teleserie, pero me puse a buscar los capítulos y los encontré gracias a la intensa fanaticada de "Fuera de control". Hay una página en Facebook donde coleccionan los capítulos y los van comentando, aunque no todos están en YouTube. Tampoco en las plataforma del recuerdo de Canal 13 (REC), pero sí están en unos sitios rusos (ríe). Para mí fue muy importante, en este proceso de adaptación, disfrutar el tiempo que me iba a dedicar a la escritura y tener la consciencia de que una novela tenía que involucrar no sólo al lector que vio la teleserie, sino también al que detesta la tele: eso fue lo más complejo.

-Está de moda la adaptación de series a libros, como "Élite" o "La casa de papel", por ejemplo, cuando la tendencia era ver que los libros viajaban a la pantalla.

-Cuando comenzaron a salir los Blockbusters (filmes muy exitosos) como "Star Wars" y "Gremlins" primero fueron guiones y después vino la novelización, es decir, encargaban a personas que vieran la película y la escribieran. En los 80 y 90 se vendían en los supermercados, muy rápidas de leer, con harta acción.

-¿Cómo fue reencontrarte con Mellafe y Schumacher, interpretados por Paulina Urrutia y Luciano Cruz-Coke?

-Fue exquisito, porque es como si nunca me hubiera separado de ellos. No sé si fue algo sencillo, pero sí balsámico apropiarme de la voz de Sarita y plasmarla en el libro en primera persona, con toda la libertad que te da la literatura, darle una mayor profundidad psicológica, mostrar los claroscuros de gente que podría definirse como mala, pero que tiene motivaciones y consciencia de su villanía: tal vez son seres equivocados. Esa posibilidad de redimir a los villanos me interesaba muchísimo, creo que para eso uno vive y hace todo lo que hace.

-¿A qué te refieres con "seres equivocados"?

-Axel y Sarita cometen errores, han sido abandonados o engañados por sus familias, han tenido vidas prestadas, falsas. En el caso de Sarita, por ejemplo, es una mujer que desde chica fue de clase media pero cree que es de clase alta debido a lo que sus padres le dictaron y proyectaron. Fueron aspiracionales, con todos los privilegios y beneficios que implica eso, pero también con muchas carencias afectivas. La sociedad chilena ha sido marcada por esto. Axel es el abandono, el materialismo de cierto momento histórico que se arrastró hasta hoy. Me parece que escribir una novela, aunque comercial, con un espíritu crítico a nuestra idiosincrasia era un desafío muy importante de realizar.

-Quizás ahora tiene una relectura a partir de lo que pasó en octubre de 2019.

-Definitivamente hay una mirada más dolorosa hacia nosotros mismos, porque cuando salió la teleserie (1999) el clasismo de Sarita Mellafe pasaba casi como una broma, algo liviano, folclórico, pintoresco, pero tras 2019 todo ese esqueleto de discriminación, clasismo, homofobia incluso, adquirió un contexto aún más poderoso, más profundo porque ya nos conocemos, sabemos que efectivamente somos así y las Saritas Mellafe ya no están en el colegio ni en la universidad, sino que están en el Congreso, en el poder, en Twitter, en los medios de comunicación. La peligrosidad de Sarita Mellafe es aún mayor en el Chile de hoy.

-Toda tu obra está marcada por Agatha Christie ("Asesinato en el Orient Express") y Stephen King ("Carrie"), pero en esta novela también se ven algunos giros de Virginia Woolf.

-Me encanta "Las olas", es una tremenda novela y creo que muchos autores intentamos, modesta y humildemente, apropiarnos de algunos recursos estilísticos de Woolf, pero no lo había mirado así. Es una madre inevitable.

a illanes le costó encontrar el archivo digital de la teleserie "fuera de control".

Valeria Barahona

"Las Sarita Mellafe ya no están en el colegio ni en la universidad, sino que en el Congreso, en el poder, en Twitter".

Miguel Bunster